18 JENARA

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El día anterior había sido bastante largo e intenso así que estuve durmiendo durante más horas de lo normal. Mi cabeza me daba  vueltas constantemente así que no me desperté hasta las 10 de la mañana. Por alguna extraña razón Gonza fue allí al bosque él solo sin espada y sin protección, puede que el motivo de su huida fuera yo. Puede que no supiera como gestionar las emociones. Tal vez fui un poco dura con él.

No lo sé; lo único que sé es que ambos estamos colados el uno por el otro pero nuestras situaciones familiares no hacen nada fácil nuestra situación. He llegado a pensar que no estemos destinados a estar juntos pero mi corazón palpita cuando noto su presencia.

He tenido un pequeño sueño raro que no me había dejado  descansar del todo durante toda la noche. Venían las Parcas y acabábamos derrotados por su oscuridad. El mundo se veía negro, oscuro y frío y no había ningún alma por ninguna parte. He acabado sudando porque al final del sueño vi a mis padres, me alentaban a  que buscara la verdad. Eso  me había dejado trastocada y pensativa. No sé a qué se podrían referir pero ahora tengo una especie de curiosidad que está naciendo en mi interior.

Cuando llegan las 10 de la mañana aún sigo bastante adormilada pero me decido a levantarme lentamente. Creo que sigo un poco mareada por lo que se ve; pero tengo que hacer un pequeño esfuerzo por levantarme y prepararme. Me acabo de estirar y después de eso me pongo mis zapatillas; están mullidas y calentitas. Después de eso decido ir al baño a lavarme la cara para despejarme. Me miro al espejo y veo mi cara de sueño, noto como el agua fría entra en contacto con mi cara y me alivia sentirla. Por fin me despejo, voy hacia el armario y decido darme una ducha, una de esas que te quitan todos los males y te relajan por completo. Necesito mojar mi cuerpo y dejar que las gotas de agua caigan  por él. Cojo ropa interior limpia, mi vestido favorito y entro a la ducha. 


Cuando entro al baño me las paredes  decoradas con azulejos en tonos de azul claro dando la  sensación de estar  bajo el agua. Este es de  cerámica  de color mármol lo que le da un  toque elegante. Los accesorios, como el lavabo y la bañera son de  porcelana blanca y los cuales contrastan con  los tonos fríos de las paredes. Espejos con marcos plateados o de metal cromado le dan  un toque de brillo a la estancia. Para dar calidez al espacio, el baño está lleno de  detalles como toallas en tonos fríos, cortinas de baño con patrones de agua o elementos decorativos de vidrio que reflejen la luz. La iluminación es  suave y difusa lo que  crea una atmósfera relajante, Las  plantas   del interior en tonos verdes que le aportan  un toque natural y cálido. La bañera es enorme así que cuando me quito el pijama de sede y me meto dentro, abro el grifo, el agua cae lentamente por mi cuerpo, me enjabono acariciando mi cuerpo desnudo. Cuando terminó me aclaro y me pongo una coleta. Me hecho crema y de repente y sin previo aviso Gonza entra de repente.

-Pero que haces idiota !-¿No ves que me estaba duchando ?

-Pues no la verdad; es que tenía una urgencia, te puedes apartar para que pueda ir al baño.

-Si claro es tu baño. Que iba a decir yo. Era su baño, su espacio y yo estaba en él. Cruzamos miradas mientras uno de los dos salía del cuarto de baño; en este caso era yo. Llevaba una simple toalla encima, que vergüenza; ni siquiera había acabado y ya tenía que salir. Menos mal que era un momento además hacia frío, se me había olvidado decirle a los mayordomos que pusieran la calefacción. Allí estaba yo, con una simple toalla cubriendo mi cuerpo esperando a que Gonza saliera de allí. No entendía porque tardaba tanto la verdad.

Por fin apareció, había tardado casi media hora. Cuando salió me vio allí con la toalla, se fijó mucho silueta de mi cuerpo como si antes no se hubiera dado cuenta. Me estuvo mirando durante un buen rato hasta que decidió marcharse y irse a la habitación. Nos cruzamos, casi nos rozamos, me puse colorada cuando nuestros cuerpos se rozaron.

No podía entender como un hombre podía provocarme tanto. Llevábamos unos cuantos días juntos y cada día que pasaba se me hacía mucho más difícil controlar los sentimientos y las emociones. Me volví a meter en el baño y allí terminé de arreglarme; me peine, me vestí y me di crema. Cuando salí no había nadie en aquella estancia, se había quedado vacía. Decidí quedarme a leer un rato y después de haberme leído 4 capítulos decidí irme a dar una vuelta. Me aburría bastante así estuve investigando por todo el castillo hasta que encontré una especie de sala. Estaba la puerta media abierta y me di cuenta de que era una biblioteca. Era enorme, Está formada por una vasta estructura  que se alza majestuosamente, con altas torres y murallas de mármol blanco que parecen fusionarse con el cielo. Sus puertas dobles, hechas de madera tallada y decoradas con runas antiguas se abrieron de par en par.

Es un espacio inmenso, con techos abovedados que se elevan hasta alcanzar alturas imposibles. Las estanterías de roble oscuro se extienden en todas direcciones, llenas de libros encuadernados en cuero y adornados con gemas incrustadas en las portadas. Candelabros mágicos flotan en el aire, arrojando una luz suave y dorada sobre los pasillos infinitos de estanterías.

El suelo de la biblioteca está cubierto con una alfombra de terciopelo rojo, suave y mullida.  En los rincones, se encuentran cómodos sofás y sillas tapizadas, hay dos pequeñas mesas de lectura con atriles  las cuales están dispuestas en lugares estratégicos, la mayoría de ellas al lado de las ventanas para que puedas leer con la luz natural que entra por la ventana.

A medida que uno se adentra más en la biblioteca, los pasillos parecen cambiar, llevando a diferentes secciones dedicadas a la historia, la magia, la mitología y más. En las áreas más profundas, se alinean vitrinas que exhiben pergaminos antiguos, artefactos mágicos y objetos históricos.

Me adentro observando la inmensa cantidad de libros y me llama la atención uno de los libros; justo cuando voy a cogerlo, el Rey Tiberius entra dándome un susto de muerte. Se me cae el libro de las manos en cuanto oigo su voz, es tan estridente que me deja un poco pensativa. Me siento extraña cuando estoy a su lado. 

-¿Qué haces aquí ?

-Emm, yo es que la verdad es que estaba investigando y me ha llamado la atención esta biblioteca; además estaba la puerta abierta.

-Mira no deberías estar aquí, es un sitio privado así que márchate por favor.-dijo con un tono un poco más frío y austero. 

-Está bien disculpa por haber entrado sin permiso. 

Me fui inmediatamente de allí, no quería causar problemas y menos con ese rey. Era un especie de rey de esos que salen en las películas que tienen un tono tan austero que no quieres causar problemas. Así que decido volver a mi habitación y justo cuando me dirijo hacia allí oigo una conversación por cura casualidad. Parece que es una chica con el pelo rubio, los ojos azules y una túnica de color magenta. Es una especie de mujer bastante joven pero al mismo tiempo las canas de su pelo revelan que tiene por lo menos 60 años o más. Entonces oigo algo que no me espero, algo que me deja perpleja, algo que va a cambiar el curso de nuestra historia. La historia que tu y yo estábamos construyendo y puede que no sea capaz de lidiar con esta situación. No sé si estoy preparada para aceptar lo que acaban de oír mis oídos.

Entre reinos rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora