Entre reinos rotos

2 GONZA

Me encuentro en el majestuoso salón principal de mi castillo en el reino de Elariel. La habitación está decorada con tapices espléndidos que retratan escenas de héroes legendarios y batallas épicas. Los rayos del sol entran a través de los vitrales coloreados, iluminando la estancia con una luz dorada y mágica.

En este momento, estoy está revisando una enorme mesa de madera maciza, cubierta de mapas, documentos y pergaminos antiguos. Me concentro tranzando estrategias y planes para proteger mi reino de las amenazas que lo acechan, mientras mi mano derecha descansa en la empuñadura de mi espada, símbolo de mi compromiso con la defensa de su tierra.

Visto con una armadura resplandeciente, con un escudo de armas grabado en el pecho. A mi lado, mi fiel compañero canino descansa, un leal lobo de montaña que comparte su compromiso con la protección del reino. Son tareas reales que debo hacer todos los días ya que no debo enfadar a mi padre, el rey de la oscuridad; yo soy solo un príncipe que no puede opinar nada respecto al reino. Las decisiones son tomadas siempre por el Rey Tiberius; ni si quiera le digo papá ya que sería demasiados cumplidos para subirle el ego.

El Rey Tiberius es un hombre alto y corpulento, con una mirada fría y penetrante que parece evaluar constantemente a quienes lo rodean. Su cabello plateado, que denota su edad avanzada, está meticulosamente peinado hacia atrás, y su barba recortada con precisión le otorga una apariencia autoritaria.

Viste ropas suntuosas y elaboradas, siempre luciendo impecable y ostentoso. Lleva consigo un aire de superioridad que impone respeto y temor en igual medida, y su voz grave suena como un eco implacable cuando tanto a su hijo como a sus súbditos.

A veces me siento solo y triste porque siempre he querido aprender a combatir con las espadas y a controlar mis poderes y sacar mi potencial; salir de este castillo en algún momento del día pero siempre que intento hacer todo lo posible para que se sienta orgulloso. El decide que no soy suficiente y eso me oprime, me hace sentir que no valgo para nada y cada palabra que pronuncia hacia mí cada, crítica que dirige hacia mí, hace que mi confianza se vea siempre en grave peligro.

Siento una gran presión porque quiere que sea a su imagen y semejanza y siempre me presiona para que cumpla con las expectativas familiares. Puede que penseís que podría enfrentarle y decirle como me siento en realidad pero para él cualquier acto de desobediencia sería como si le faltara el respeto y le hiciera frente. Él es uno de los mejores en ganar enfrentamientos, así que no es una opción.

Hoy es jueves aunque cada día pienso que todos los días son iguales; justo cuando termino de hacer mis deberes reales decido que es hora de ir hacia mi alcoba la cual es una habitación enorme en la que predominan los colores azules . En el techo hay molduras que ornamentan el techo el cual combina con las paredes. En el centro de la habitación se encuentra una cama grande la cual tiene unas cortinas de terciopelo de color esmeralda. En el fondo de la habitación hay una pequeña ventana y un escritorio en el abundan los libros. En el techo de la habitación cuelga una enorme lámpara de araña que le dan un toque frío a la habitación. A la derecha de la habitación tengo un pequeño rincón de lectura, una especie de biblioteca personal donde los libros de magia, historia y criaturas fantásticas abundan.

Entro en la habitación que está al lado de la de mi padre y decido que puedo dedicarle unos minutos a la lectura ya que hace mucho tiempo que no leo un buen libro pero justo cuando me me levanto a coger uno de la estantería mi padre me llama desde abajo pidiéndome que le ayude con asuntos del reino. Así que rápidamente abandono mi habitación y bajo las escaleras de tal manera que parece que tengo dos pies izquierdos. Al llegar allí mi padre me dice que ha recibido una de las peores noticias que ha podido escuchar.

-Padre, ¿Qué ocurre ?

- Lo que ocurre hijo mío es que Las Parcas han despertado y con ellas todo su ejercito y nuestro reino está en peligro.