11 GONZA

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Me duele la cabeza, pronto me doy cuenta de que me he quedado dormido en una columna del jardín de mi castillo. Siento los músculos del cuello y de la espalda doloridos.

Dormir en una columna no es una buena opción si quieres descansar bien y sin ningún dolor. Me siento estúpido, debería haberme ido a dormir a mí habitación donde me esperaba una cama enorme y mullida donde poder descansar pero no me di cuenta de que no estaba en mi habitación. Cuando por fin pude abrir los ojos del todo pude ver a Jenara. Estaba preciosa , llevaba un vestido de color blanco con toques dorados, las zapatillas de casa que le habían dejado los mayordomos para que estuviera cómoda durante su estancia y se había dejado el pelo suelto.

Su mirada brillaba más. La vi a lo lejos y estaba acercándose hacia mí, creo que me había visto y yo la había visto a ella pero no quería que lo supiera. Se me ocurrió una idea genial , hacerme el dormido para ver como reaccionaba. Creo que sería muy divertido. En el fondo me gusta hacerle rabiar yo creo que aunque no lo quiera admitir todavía me pone de los nervios porque realmente me gusta. Me gusta su forma de ser , me gusta lo valiente que es, lo imponente y las miradas desafiantes que me echa cuando está enfadada . Adoro sus mejillas cuando se sonrojan y sus ojos cuando me miran fijamente. No sé que ha hecho conmigo esta joven, pero lo que si sé es que me atrae, que me vuelve loco y eso que todavía no nos hemos tocado.

Puede que me equivoque muchas veces en esta vida pero no cuanto a ella se refiere. Me siento bien a su lado. Desde el primer día noté la química que hay entre nosotros, las chispas que saltan, los nervios que intenta ocultar cuando está a mi lado y sé que ella también se siente atraída por mí pero no le digo nada.

Cuando ella se acerca hago lo que tenía planeado; me quedo dormido pero entreabro los ojos para poder observarla. Ella me mira como si no me quisiese despertar y pasan unos minutos. Ella me dice hola y me pide perdón por haberme asustado.  Me comunica que había estado paseando por el jardín y que no podía dormir. Yo le contesté que  en realidad no me había despertado y que había estado haciendome el dormido y que llevaba despierto desde hace rato.

De repente su cara se volvió rígida sus labios se tensan y su el tono de voz se vuelve frío y irónico y me contesta lo siguiente: 

- !Que cara dura ¡ No me lo puedo creer, si es que eres inaguantable de verdad ; no sé como te soporta tu familia - digo yo con descaro.

Cuando dijo eso, enseguida sentí mucha rabia, dejé de mirarla inmediatamente a los ojos y giré la cabeza hacia la derecha; no quería ni mirarla. Se había pasado y espero que se diera cuenta de ese terrible error.

No debería haber supuesto cosas sobre mi familia ya que no me conoce de nada. Sentí como mis ojos se volvieron fríos mi expresión se endureció. Fruncí el ceño inmediatamente en el momento en el que ella soltó esas palabras, palabras que me dolieron en el alma. 

Me siento mal, me siento impotente  me apetece decirle unas cuantas cosa y aclarárselas de una vez por todas. Llevo días intentando adivinar por qué me trata de esta manera pero todavía no encuentro respuesta. Me doy cuenta de que está intentando decir algo y espero que sea unas disculpas y unas disculpas salen de su boca. 

- Lo siento no era mi intención decir eso, me he pasado.

 Yo le miré de nuevo y me sentí un poco más relajado  pero esta vez no era suficiente. Sus disculpas esta vez no eran suficientes. Entonces ella me miró, vio como me sentía o por lo menos suponía que no todo estaba arreglado del todo por lo que decidió proponerme una cosa. Me preguntó que que era lo que más deseaba en ese momento. Ella seguía pidiéndome perdón.

-Sé que me he pasado esta vez, y la última vez que nos vimos y por eso quiero pedirte perdón por haber sido tan borde y fría y descarada. Estaba pensando en proponerte algo para que me perdones del todo.

Entre reinos rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora