7: Desafíos en la pista del amor

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Cuando me desperté, estaban todas mis cosas en el cuarto de Pierre.

—¿Pierre?

Mi hermano apareció del baño.

—Buenos días.

—Buenos días, ehhh, ¿por qué mis cosas están aquí?

—Te cambiarás de cuarto por Carlos, a Max le ha parecido bien.

—Sí, sobre eso...

—Dime.

—Quiero cambiarme de yate.

—¿¡De yate!?

Asentí.

—Está bien, hablaré con Max y con Charles, habrá que ver que se puede hacer.

Asentí de nuevo y salió de la habitación. Cogí mi móvil y llamé a Valtteri.

Buenos días, Ami, ¿cómo estás hoy?

—Bien, ¿y tú, Valt?

También bien.

Me metí en el baño y suspiré al verme la cara. Mis ojos estaban hinchados de tanto llorar anoche.

—Me voy a cambiar de yate, Valt.

Me parece bien.

—Me iré al yate de Charles y mantendré mis distancias con Lando como si no lo conociera. Cuando lleguemos a Atenas estaré todo el tiempo con Pierre.

Vais a tener que hablar en algún momento, sabes que no te puedes quedar de brazos cruzados, ¿no?

—Lo sé, y hablaremos cuando tengamos que hacerlo.

Está bien, yo solo te aviso.

—Gracias por hacerlo.

De nada.

Hice mi skin care y cuando salí, Pierre ya estaba en la habitación.

—Te cambiarás por Daniel.

—Me lo esperaba.

—Tendrás de compañero de habitación a Charles.

Asentí y le colgué a Valtteri.

—Hablamos cuando ya haga el cambio.

De acuerdo

Cogí mis maletas y salí con Pierre hacia el otro yate. Todos estaban en el agua menos Max y Charles, no tardaría en estarlo cuando ya me hubiera instalado.

—Esta es la habitación. Yo dormiré en el sofá si quieres.

Asentí y dejé mis maletas sobre la cama.

—Gracias por dejar hacer el cambio de yate.

—De nada, Pierre nos ha contado lo que ha pasado y si te molesta pues aquí estamos para solucionarlo.

Les sonreí y me dejaron sola en la habitación. Volví a llamar a Bottas y ordené todo mientras hablaba con él sobre cosas randoms.

Cuando terminé de ordenar todo, le colgué a Valtteri y bajé a la cocina para comer algo pues no lo había hecho en todo el día.

—Me he enterado de lo que ha pasado.

Lewis entró a la cocina y se apoyó en la encimera.

—¿Os habéis enterado todos?

—No, yo solo estaba al lado de Daniel cuando Pierre entró para decirnos que querías cambiarte de yate.

—No quiero hablar sobre eso.

—Las rupturas son difíciles, dímelo a mí, que adopté a Roscoe solo para superar a mi ex.

Lo miré. Siempre pensé que las leyendas son los que más se lo creen pero al final es todo lo contrario, son los más bondadosos.

—¿Tuviste pareja?

Lewis se rió y asintió.

—Me engañó con mi mejor amigo.

—Golpe bajo.

—Y duro.

Sonreí a medias y le di un bocado a mi bocata de lomo. Me senté en la encimera y lo miré.

—Sabes, nunca he conocido a tu perro.

—Sabes de su existencia pero ¿no lo conoces?

—Pues no.

—Un día que vayas a las carreras te lo presento, siempre lo llevo conmigo, solo que no le gustan los barcos, por eso no me lo he traído.

—¿Tú crees que yo debería adoptar uno?

—No sé—se encogió de hombros—no te conozco lo suficiente como para saberlo.

Me quedé pensando en si debería de hacer lo mismo que hizo Lewis en su momento. Es lógico que él no quería pasar por su ruptura solo y por eso lo adoptó pero yo tengo a Valt y a Pierre creo que sola no estoy. No sé.

—Que pases buena noche, Amélie.

—Gracias, Lewis.

El británico salió de la cocina y me dejó sola con mis pensamientos. Eso lo debería de hablar con Valt y con Pierre. A ver qué les parece porque a mí no me parece ilógico hacerlo. 

Los latidos del circuito [Lando Norris]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora