En un mundo donde los dioses del Olimpo y las sombras de la magia se entrelazaban, tres jóvenes héroes, Percy Jackson, Nico di Angelo y Lysandra di Angelo, se encontraron en el epicentro de un conflicto que desafiaría la realidad misma.
Ordenados po...
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Narra Lysandra.
A la mañana siguiente me encontraba visiblemente muy apenas mientras compartía el desayuno con mi hermano en el refugio. Había pasado la noche pensando en el beso de Aleksander bajo la luz de la luna, y aunque no sabía cómo explicarlo, sentía una extraña sensación en mi corazón.
Sentí la mirada de Nico, observando cada una de mis expresiones. Pude notar que se sentía incómodo y me pregunto con curiosidad.
—Lysandra, ¿qué te pasa? Pareces distraída.
Suspire y baje mi mirada apenada.
—Nico, anoche, cuando hablaba con Aleksander, nos besamos bajo la luna. No sé por qué lo hizo, y estoy tan confundida y perdida.
Sentí una mirada sobre mi, giré disimuladamente mi cabeza y vi a Aleksander detrás de mi, en sus fuertes y grandes manos sostenía un ramo de flores fresco y con una sonrisa en los labios se acercó a mi y me entregó las flores, sin pensarlo plantó un pequeño y delicado beso en mi mejilla.
Nico, que observaba la escena con cejas fruncidas, miró a Aleksander con desconfianza.
—¿Por qué le estás dando flores a mi hermana menor?
Aleksander intentó explicarse, su tono suave pero incierto.
—Lo hice como un gesto de disculpa, Nico. Anoche fue un momento intenso y quise expresar mi afecto hacia Lysandra, tu hermana es la chica más encantadora que he podido conocer en toda mi larga vida.
Yo me sorprendí con lo que me dijo, me lo dijo viéndome a los ojos. Yo vi las flores con una sonrisa nerviosa y luego vi a mi hermano, confundida.
—Nico, no sé por qué hizo esto. Estoy tan confundida como tú. Nunca le dije que se tenía que disculpar conmigo.
Nico continuó mirando a Aleksander con sospecha, pero finalmente asintió.
—Bueno, si estás segura de que no te está presionando en nada, entonces está bien.
Después de un momento incómodo, Aleksander se retiró, aparentemente sintiéndose incómodo por la tensión en el aire.
Suspire y volví a ver a mi hermano.
—Nico, de verdad, no sé qué pensar. Pero no quiero que esto afecte nuestra misión.
Nico asintió con comprensión.
—Tienes razón, Lysandra. Nuestra misión es lo más importante en este momento. Mantén los ojos abiertos y asegúrate de que Aleksander no se interponga en nuestro camino.
Asentí pero no podía dejar de pensar en el beso,o en lo caballero que está ahora, dándome flores y enfrentándose a mi hermano. ¿Que significara esto?
