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Narra Alek.

Debo mantener a mi esposa a salvo, si vamos a tener un hijo ellos deben tener la mejor vida del mundo, debo acabar con todos los malos que aparezcan en este país donde está mi familia, necesito encontrar un invocador del sol, que destruya esta sombra que cree hace tanto por ira lo que le habían hecho a mi esposa, ahora necesito destruirla para que mi esposa y mi futuro bebé estén sanos.

Todos esos pensamientos llevan en mi cabeza días, Lysandra sabe que estoy raro, llego tarde al cuarto y me voy muy temprano, pero debo encontrar una solución a esta. ¿Ella pensara que la estoy engañando? Yo nunca le haría eso, puedo ser muchas cosas pero nunca un perro infiel.

Iba caminando por los pasillos, eran casi las 3 de la mañana cuando volvía de estar buscando como un loco cualquier rastro de información que me pueda ser útil...cuando sin ver,o venir termine acorralado en una pared.

Frente a mi estaba Nico, tenía la cara más fría que le he visto en toda mi vida, podía ver como algunas veces llamas azules se asomaban por sus ojos.

—¿Donde estabas?—pregunto duramente.—Mi hermana está en su habitación despierta, ya que tú no has llegado.

No pude responderle nada.

—¿Donde carajo estabas Aleksander? Tu esposa, mi hermana te dice que quiere tener un hijo y tú te desconoces, solo estás para acostarte con ella y dejarle tu semilla en si vientre...—Iba a hablar pero si mirada y el frío que me congelaba no me dejaba hablar.—Ella fue llorando a mi cuarto, ya que cree que estás viendo a otra después de tantos años casado con ella...piensa que te aburriste de ella.

—Yo nunca me he aburrido de ella.—Dije firme por fin.—Tengo mis motivos para desaparecer. Pero no le soy infiel, nunca podría la amo más que mi vida y por eso es que estoy haciendo lo que hago.

—¿Que mierda es?

—Trato de encontrar una manera de deshacer la sombra, la cree en una arrebato de ira cuando mi bebé murió en el vientre de mi esposa, ahora ella desea un hijo y yo igual, pero no quiero que nazca en un lugar donde está ese peligro...me estoy desapareciendo, buscar al innovador de luz, leyendo tratando de entender cómo puedo poner Segura a mi familia.

El se me quedó viendo, después de un largo rato el me soltó con fuerza.

—Ve y dile eso a ella.

Así se fue en las sombras.

Narra Lysandra.

La cama era demasiado grande para mi sola, no me importaban las múltiples mantas, tampoco todos los cojines con los que le gusta latir a Alek, lo que me incomoda es que me hace falta la persona que me da ese calor corporal. Mi marido.

El lleva mucho tiempo raro, desde que le dije que quería un bebé hace unas semanas, el desaparece y ya no puedo con esto. No quiero tener un hijo si esto es lo que pasará siempre.

La puerta se abrió y yo cerré mis ojos con fuerza, no quería que me viera que había llorado.

El me observa lo sabía. Sentí como se quitó su kefta y la lanzaba lejos y con cuidado se sentaba a mi lado, poniendo su mano en mi hombro.

—Se que estás despierta.—Abrí los ojos pero no lo vi.—Me di cuenta que lloraste.

—Estupido Nico.—Dije.—Es tu culpa.

—Lo se.

Me giré y lo vi a los ojos.

—¿por que cambiaste Sasha?

—Quiero tener un hijo contigo en un lugar sin sombra....trato de buscar una manera de destruirla.

Me senté en la cama.

—A mi también me da miedo embarazarme aquí, pero lo quiero tener y no por eso me voy y desaparezco.

—Entiéndeme...

—¿Como quieres que te entienda Alek? Te vas antes de que me despierte y llegas cuando ya duermo después de llorar, hace un mes que no salimos a una cita o a caminar, porque tú no está, esas no son excusas para olvidar que soy tu esposa.

—Nunca podría olvidar que lo eres.

—Parece que lo hiciste...Alek no me importa tener a mi hijo así, ya que se que lo cuidaremos y lo amaremos, también se que l enseñaremos a defenderse...Pero necesito a mi esposo a mi lado, y en este momento no lo estoy teniendo

—Puedo cambiarlo de nuevo Lapuska.

—Deja de decir eso, quiero actos...Quiero despertarme y verte aquí a mi lado, quiero dormirnos juntos y pasear de la mano, quiero a mi esposo Aleksander Morozova

No podía dejarlo así, le di un beso en la mejilla.

—Piensa en lo que dije Sasha.—Me acomode en las camas.—Te amo cariño...pero.

—¿Pero?—dijo el.

—No me quiero ir de aqui Aleksander... Que descanses.

Nota

Hola a todos.

Se que no estoy escribiendo mucho, pero estoy teniendo una situación familiar que me lo complica todo.

Ya casi salgo a vacaciones del colegio, podré escribir más y poder darle fin a esta historia y comenzar con la próxima.

Los amo.

Atentamente: semdiosa_22

Esposa del general KiriganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora