𝟬𝟰𝟭

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Narra Lysandra.

Aparecimos afuera del salón del Olimpo antes de entrar le envía un mensaje a Sasha, que supiera que había llegado bien, me quede observando el lugar donde la nota había desaparecido. Hasta que sentí una corriente de aire frio que me hizo estremecer, logrando que me abrazara fuertemente u me escondiera en la capa de Alek.

-Quien sabe cuanto tiempo paso.-Dijo Nico acercando a abrazarme, el no había cambiado seguía pareciendo con 20 años al igual que Percy y yo, parecíamos de la edad cuando dejamos de envejecer.-Nosotros nos habíamos ido en primavera, estamos en otoño.

-Como sabes que es otoño y no invierno?-Pregunto Percy.

-La posición del sol, que no hay nieve, los arboles no tienen sol, y no siento la presencia de mi madrastra...Esperen.-El vio a la puerta y me vio.-¿La sientes?

Mire a la puerta y trate de proyectar mi poder, el mio no era tan fuerte ni tan hábil como el de Nico, pero pude sentir la presencia de Perséfone y de Hades.

-Estamos en muchos problemas si ellos están aquí.

Las grandes puertas se abrieron de golpe y pudimos ver a los dioses en sus tronos, estaban en un tamaño sin igual que sentía que en cualquier momento acabarían conmigo, pisándome como si fuera una hormiga.

Los tres nos vimos y caminamos quedando en el centro de la sala, cuando estuvimos bajo la mirada de Zeus, nos arrodillamos con la cabeza gacha. yo me sentí aun mas pequeña, ya que la capa me quedaba enorme.

-Percy Jackson, hijo de Poseidon.-Dijo Zeus.-Nico y Lysandra Di Angelo...o bueno, como era ¿Lysandra Morozova?

Yo trague saliva, sabia de Alek.

-Acaso tu esposo te quito la lengua?-Pregunto Zeus.

-No, señor Zeus... El nunca me hizo nada.

-No me interesa tu vida...lo que me interesa, es que no cumplieron con su misión.

Seguiamos arrodillados sin saber muy bien que hacer, hasta que fue Percy quien decidio hablar.

-Nosotros buscamos por muchos años, nunca encontramos la fisura por la que nos mandaron ustedes, hicimos amigos y amores, mientras el tiempo pasaba nosotros nos fuimos olvidando de ella, comenzamos a tener una vida, no envejecíamos asi que podíamos hacer muchas cosas. Lysandra se enamoro, Nico y yo aprendimos de la lujuria y perversidades de la vida...Y que delicia lo que se aprende. Pero por primera vez no nos sentíamos prisioneros y esclavos de nuestros padres, teníamos una vida realizada por nosotros.

Yo sabia que el no tenia pelos en la boca, no espere que tantos.

Zeus estaba rojo de la ira, el ambiente se sentía pesado a mas no poder.

-Solo se les dio una tarea y no la cumplieron, por eso no volverán a ese lugar en donde ustedes se llaman ser libres.

Eso me hizo brincar.

-No nos puede hacer esto.

-Claro que podemos.

-Por favor no señor, le prometi a Alek que volvería.

-Uno a veces rompe sus promesas.

Yo comencé a llorar.

-No me puede hacer esto, yo lo amo. Usted nunca amo tanto a alguien que no es capaz de no dejarlo ir señor.

Creo que lo hice enojar mucho mas.

-LARGO Y YA CONOCEN LA NORMA.

Fue Nico quien me saco de ahi, la puerta se volvió  a cerrar y me lance sobre Nico a abrazarlo, el trataba de consolarme pero era casi imposible.

-Lys.

Voltee a ver a Percy, sostenia un pedazo de papel en la mano y pude distinguir la perfecta caligrafía de Alek.

Te amo Lapuska

Nos vemos dentro de 3 meses, ya te extraño con mi alma, quiero que vuelvas a mi lado.

Tu esposo.

Yo llore mucho mas, solo se que Nico nos llevo al campamento por las combras y que me dejo en mi cama del campamento, esta cama era muy pequeña, no cabíamos bien dos personas a no ser que sea muy pegados, pero quiero a mi esposo aquí a mi lado, quiero su calor.

-Quiero a Sasha.

Le dije a Nico a los ojos, el me sonrio (algo muy raro en el) tristemente para decirme.

-Lo se

Esposa del general KiriganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora