Esposa del general Kirigan

𝟬𝟰𝟱

Narra Aleksander.

Ya no era raro en mi en la noche estar en la cama pensando en mi amada, me encontraba solo en la habitación que solía compartir con mi esposa. Una sombra de melancolía oscurecía mi expresión, pues la ausencia de mi esposa, en la cama a mi lado le pesaba como una carga. La luna lanzaba su luz plateada a través de las ventanas, iluminando la habitación en la que esperaba la venida de mi amada esposa.

De repente, un golpeteo resonó en la puerta, interrumpiendo mi soledad. El guardia que entró tenía una expresión seria, como si llevara consigo una noticia crucial.

- General, hay una noticia urgente. Su esposa ha regresado.

Me quede paralizado sin poder creer esto, estaba atrapada entre la sorpresa y la esperanza. Me levante rápidamente, siguiendo al guardia por los pasillos del palacio. La ansiedad y la anticipación se entrelazaban en mi pecho mientras me dirigían hacia el lugar donde me esperaba el reencuentro con Lysandra. mi amada Lapuska

Al abrir la puerta, la luz tenue reveló a Lysandra de pie, su figura iluminada por la luna. Un silencio lleno de emociones nos envolvió antes de que, con un impulso irrefrenable, corriera hacia ella. Sin importar que su hermano Nico y su primo Percy estuvieran presentes, la abrazó con fuerza.

—Lysandra... —dijo, con los ojos brillando de felicidad. - Te he extrañado tanto Lapuska

Ella me devolvió el abrazo con la misma intensidad, y en ese instante, las palabras se volvieron innecesarias. La habitación se llenó con la cálida reconciliación de dos almas que se habían anhelado mutuamente. Entre lágrimas de felicidad y risas nerviosas, exprese todo lo que sentía:

- Te amo más de lo que las palabras pueden expresar. Estar contigo es mi mayor alegría, sin importar las circunstancias.

Vi por encima de hombro a Nico y Percy com sonrisas cómplices, creo que se da cuenta de la fuerza que teníamos en nuestro amor como pareja. Bese su cabeza y sin soltar su cintura vi a Percy y Nico

—Nico, Percy, es un placer verlos. Gracias por traer a Lysandra de vuelta a mí.

Nico sonrió con complicidad.

—No hay problema. Afrodita hizo posible este reencuentro.

Percy asintió, aún con una amplia sonrisa en el rostro.

—El amor conquista incluso a los dioses, ¿verdad?

Sin soltar a Lysandra, la abracé mucho más fuerte y la besaba en su mejilla

- Así es. Y estoy eternamente agradecido. Pero, si no les importa, tengo algo importante que hacer.

Sin esperar respuesta,cargue  a Lysandra en brazos con una facilidad que revelaba la fuerza sobrenatural que poseía. Mire a Nico y Percy con una sonrisa pícara.

- Nos retiraremos por el resto de la noche. ¡Disfruten su estadía en Ravka!

Lys reía en mi cuello. Provocándome cosquillas.

—Descansen chicos.—fue lo que dijo mientras yo la llevaba

Con esas palabras yo también me reí, y me encamine a la habitación con Lys en mis brazos, dejando atrás a Nico y Percy, que estaba riéndose de la situación.

En la tranquilidad de nuestra habitación, depositó delicadamente a Lysandra en la cama, sin apartar la mirada de sus ojos.

- Has vuelto a mí, y nada en el mundo podría hacerme más feliz.

Narrador omnisciente

La habitación quedó sumida en un silencio cálido, solo interrumpido por sus susurros y risas suaves. Aleksander y Lysandra compartieron palabras de amor y promesas susurradas, sintiendo la dicha de estar nuevamente juntos.

Mientras tanto, afuera, el palacio de Ravka respiraba tranquilidad. Nico y Percy, conscientes de la importancia de ese momento, se retiraron discretamente para darles privacidad a la pareja recién reunida. La complicidad brillaba en sus miradas mientras se alejaban, dejando que el amor floreciera en la habitación.

Dentro, Aleksander acarició con ternura el rostro de Lysandra, como si quisiera asegurarse de que no fuera un sueño. Ella le sonrió, sintiendo la calidez de su contacto.

- Pensé que nunca volvería a abrazarte así - admitió Aleksander, su voz llena de gratitud.

Lysandra le acarició la mejilla, transmitiéndole todo el amor que guardaba en su corazón.

- Pero aquí estamos, juntos de nuevo, superando todas las adversidades.

La noche avanzaba mientras compartían sus experiencias y anhelos. La conexión entre ellos se fortalecía con cada palabra y caricia. Mientras tanto, afuera, Ravka permanecía en paz, ajena a la historia de amor que se reescribía en el corazón del palacio.

Finalmente, en la penumbra de la noche, Aleksander y Lysandra se sumieron en el sueño, abrazados como si temieran perderse de nuevo en la realidad. La habitación quedó envuelta en la serenidad de ese reencuentro, marcando el comienzo de un capítulo lleno de promesas y felicidad para la pareja y para Ravka.