𝟬𝟮𝟴

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Narra Aleksander.

Como le iba a decir que perdió al bebé que no sabíamos que íbamos a tener. Como le dire que perdió el bebé sin que se sienta culpable. La veía dormir llevaba ya varias horas y no faltaba mucho para que los hombres del rey vinieran por nosotros. Al lado mío viendo también a Lysandra estaba su hermano y su primo.

Ella se removió, todos la vimos y vi como abría sus ojos y veía el techo.

—Me...duele.—dijo ella viendo al techo.

Yo me acerqué y me senté a su lado en el colchón donde dormíamos.

—Hola, ¿como te sientes?

—Mi vientre me duele...¿Que paso?

Yo le acaricié el cabello y vi como los chicos se iban del cuarto.

—Lapuska...¿que recuerdas?

—No mucho...recuerdo el ataque en el bosque y...la muerte de Helene y oscuro...Nico dijo algo, pero no recuerdo...solo se que me dolía y me duele el vientre.

Yo deje derramar unas lagrimas que ella limpió.

—¿Que pasa?—Volvio a preguntar.

Yo la abracé y en su oído le dije.

—Lo siento tanto...perdóname.

—No entiendo.

—Tú...Lapuska estabas...embarazada.

Ella abrió los ojos y luego puso una cara de confusión.

—¿Estaba? ¿Que significa?

—Una de las flecha dio en tu vientre...donde estaba el bebé...Helene no sabía de dicho bebé, nadie sabía y lo perdiste.—Los ojos de ella se aguaron y se pusieron cristalinos.—Lo siento tanto, donde hubiera sabido créeme que nunca hubiera pasado eso

—¿Tuve un aborto?

Pregunto llorando sin poder creérselo, yo asentí lentamente y ella se derrumbo llorando.

—Yo...no sabía...no sabía que estaba embarazada...¿como no lo supe?

—Aún era pequeñito...Lapuska, te prometo que tendremos otro y lo cuidaremos con la vida.

Apenas dije eso, ella se escondió en mi cuello y lloro, lloro y lloro. Yo la dejé mi madre me dijo que era posible que eso pasara, que ella entrara en depresión por lo sucedido. Yo la dejé llorar y también lo hice con ella hasta que se durmió, una mano en mi camisa y la otra en su vientre donde ya no hay bebé.

Me levante con cuidado y la arrope bien, salí del cuarto en donde vi a Percy y Nico.

—Cuídenla, debo ver algo.

—¿Que vas a hacer Aleksander?—Pregunto Nico sujetándome del brazo.

—Vengar a mi hijo no nato y tratar de quitarle la depresión a mi mujer, tu hermana por la muerte de nuestro hijo que no sabíamos que tendríamos

El me vio fijamente y antes de soltarme dijo.

—Si necesitas ayuda con la venganza solo dime.

Yo asentí y me aleje, fui a unas cajas en donde teníamos libros del forjador de hueso, busque y busque hasta que lo encontré. Las palabras con las que el hizo a sus animales místicos.

—Por mi esposa y mi hijo.

Leí las palabras y sentí algo en mis venas, en vi en un cruzo de libro y tenía venas negras como las sombras.

—OSCUROS SALGAN.

El grito de los guardias, salí así listo para lo que vendría.

Esposa del general KiriganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora