Narra Percy.
Me encontraba caminando por los jardines del pequeño palacio, iba pensando sobre algunas labores que debía realizar hoy, cuando un destello iluminó el cielo, me tuve que cubrir los ojos hasta que sentí que el brillo desaparecía.
Abrí los ojos con cuidado y vi caer un sombre, dejé que este cayera al suelo y pude ver el sello...Era el sello del Olimpo.
Hace tanto que yo no veía esa marca, era. Décadas que yo no me preocupaba de este mundo, que ninguno lo hacíamos, éramos felices y nos habíamos olvidado de la fisura por completo. Teníamos nuestras vídas por completo ahí, en ese lugar. Nico y yo hacíamos lo que queríamos y nos podíamos acostar con quien queríamos y Lys está casada.
Rápido tome el sobre y a una gran velocidad, teniendo en cuenta que hace mucho que no leo en griego pude entender.
—Mierda.
Dije y salí corriendo a buscar a mis primos.
Narra Lysandra.
Estaba con Nico en la sala de guerra viendo unos mapas, Alek estaba mejorando después de nuestra plática, el estaba hace poco a mi lado pero el rey lo mando llamar.
La puerta se abrió de golpe.
—¿No te enseñaron a tocar?—cuestiona Nico solo viéndolo de reojo.
—Esto es importante.—dijo y nos mostró el sobre.
Yo quede palida, ese perfecto sello que tenia la carta, mostraba algo que decidimos dejar de lado por completo, aquí esta nuestro castigo. Yo no me podía mover, Nico tomó el sobre y abrió la carta y la leyó, sus ojos se abrieron como platos.
—¿Que dice?—pregunte.
Nico se aclaró la garganta y dijo...
Queridos hijos de los dioses,
La inobservancia de vuestra misión en Ravka ha perturbado el equilibrio del destino que tejemos. Por tanto, los dioses del Olimpo han dictado que debéis regresar inmediatamente al Campamento Mestizo, dejando atrás las vidas que habéis construido en Ravka. El lazo con vuestro propósito es innegociable.
Recordad que las decisiones que tomáis afectan no solo vuestro destino, sino el tejido mismo de la existencia. Vuestra lealtad debe prevalecer sobre cualquier conexión terrenal. Vuestro deber aguarda en el Campamento. Si no vienen lamentamos decirles que tomaremos medidas con sus seres amados, como lo son Annabeth Chase, Will Solace y Aleksander Morozova o Aleksander Kirigan. Como prefieran llamarlo.
Que la voluntad de los dioses guíe vuestro retorno.
Atentamente,
Los OlímpicosSentí como si mi mundo se cayera, si no nos íbamos, si no me iba...Mataria a mi esposo, puede que se esté comportando muy mal en esto momento, pero no quiero que a mi esposo le sude algo.
—Debemos irnos.—Dije levantándome.—Debo ir a hablar con Alek.
—Es lo mejor, nosotros empacaremos las cosas.—Dijo Percy.
Comencé a salir pero Nico me tocó del brazo, yo lo vi,
—Antes de irnos deberías hacerte una prueba de embarazo, se que Alek y tú estaban buscando que quedaras en embarazo.
—¿Puedes ver?
El asintio y colocó su mano en mi vientre, cerró sus ojos y sentí como el poder pasaba. Cuando se separó abrió los ojos y me vio.
—No lo estás.
Yo solté el aire tranquila, yo se que yo quiero un hijo, pero en estos momentos no es bueno tener uno en estos momentos.
—Gracias...
Salí de la sala y fui directo al gran palacio a esperar que el saliera. Me quede una hora diría yo afuera cuñado el salió, el apenas me vio sonrió y se acercó a mi.
—Lapuska.—Me dijo besandome levemente.—¿Que sucede?
—¿debemos hablar?
El me vio raro.
—¿Hice algo?
—No, yo lo hice.
—¿No te entiendo Lapuska?
—Por favor vamos al cuarto.
Ambos fuimos en silencio, Alek cerro la puerta detrás de el y se sentó conmigo en la cama.
—¿Ya me dirás que sucede?
Yo me quede en silencio y comencé a llorar, el se preocupó mucho cuando vio las lágrimas caer.
—Debo...irme..
—¿A donde?
Yo lo abracé.
—A mi mundo
El me vio a los ojos completamente asustado.
—No te comprendo cariño...Mi lapuska que dices?
—Los dioses nos mandaron llamar.—Dije llorando y viéndolo a los ojos.—Dijo que dejamos de lado la misión...que...que...debíamos volver.
—¿Que sucederá si te quedas aquí conmigo?—Yo no conteste ante su pregunta.—Eres mi esposa Lapuska.
—Lo se, pero si no voy...te matarán.
—Que lo intentes, pero tú no te irás.
le sujete la cara.
—Alek...Sasha, déjame volver y hablaré con los dioses, que me den la oportunidad de quedarme....quizás Afrodita al verme tan enamorada me ayude a quedarme.
—¿Puedo ir contigo?
Yo solloce.
—No sería capaz de pedírtelo...si te vas, por todo lo que peleaste se perdería.
—TE PERDERÍA A TI.—Calmó su voz.—Perdería a la mujer que amo...no te puedo perder.
Debía pensar algo.
—Te propongo algo.—dijo.
—¿Que?—dijo llorando
—3 meses, dame 3 meses para volver...si no vuelvo en 3 meses ve tú por mi.
Ambos nos vimos.
—3 meses...solo 3 meses...
—Solo 3 meses.
—¿Que le diremos a todos?—me pregunto.
—Dirmeos que me fui con los mejores grisha a una misión, que tú los mandaste personalmente a cuidarme.
—Piensas en todo Lapuska..
—Es mi trabajo.
—Cuídate mucho...—Me dijo al oído.—Te amo Lysandra Morozova.
—Y yo te amo a ti Aleksander Morozova.
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Esposa del general Kirigan
FanfictionEn un mundo donde los dioses del Olimpo y las sombras de la magia se entrelazaban, tres jóvenes héroes, Percy Jackson, Nico di Angelo y Lysandra di Angelo, se encontraron en el epicentro de un conflicto que desafiaría la realidad misma. Ordenados po...