𝟬𝟰𝟵

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Narrador omnisciente

El aire fresco del otoño acariciaba los jardines del palacio en Ravka mientras Lysandra, con una mezcla de nerviosismo y emoción, caminaba hacia la sala del sanador. Las últimas semanas habían estado llenas de sensaciones inusuales, y aunque no quería dejarse llevar por la esperanza, algo en su interior le decía que algo extraordinario estaba sucediendo.

La sala del sanador estaba impregnada con un aroma tranquilizador de hierbas curativas. Lysandra esperó pacientemente hasta que el sanador la recibió, un hombre sabio con ojos gentiles.

-Lady Kirigan , ¿en qué puedo ayudarte hoy? - preguntó con amabilidad.

Ella explicó sus síntomas y el sanador comenzó a hacer preguntas meticulosas. Después de un examen cuidadoso, el sanador sonrió y anunció la noticia que cambiaría su vida.

-Mi lady, estás embarazada. Felicidades.

Las palabras resonaron en la sala, creando un silencio lleno de significado. Lysandra apenas podía contener su alegría, y una risa nerviosa escapó de sus labios.

- ¿En serio? - preguntó, sus ojos brillando con incredulidad y felicidad.

El sanador asintió con una sonrisa amable.

- Sí, lo estás. Un nuevo capítulo comienza para ti.

La noticia la llenó de emoción y gratitud. Salió de la sala del sanador con pasos ligeros y un brillo especial en sus ojos. Corrió hacia los aposentos, incapaz de esperar para compartir la noticia con él.

Al abrir la puerta, encontró a Aleksander absorto en la lectura de informes. Levantó la mirada al notar su presencia, y la expresión en el rostro de Lysandra le hizo cerrar el informe con rapidez.

- ¿Pasa algo, mi amor? - preguntó, preocupado.

Lysandra le tomó las manos y, con una sonrisa que lo decía todo, anunció:

- Estoy embarazada, Alek. Vamos a ser padres.

El rostro de Aleksander pasó de la preocupación a la asombro y finalmente a la felicidad pura. La noticia se asentó en el aire, creando un momento mágico que quedaría grabado en sus corazones.

- Un hijo... - murmuró Aleksander, acercándose para abrazarla con ternura.—Por fin lo que tantos buscamos

Lysandra asintió, sus ojos brillando con la alegría compartida.

- Sí, un hijo. Después del hijo que perdimos, por fin nos llegara este pequeño.

La habitación se llenó con risas y abrazos, y entre las emociones desbordantes, comenzaron a hablar de sueños compartidos y planes para el futuro. La noticia de la llegada de un heredero resonaba en el palacio de Ravka,

Esposa del general KiriganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora