19.

18.7K 2K 1K
                                    

—¿Qué tal, Kraven? ¿Cómo estuvo el ciclo de calor?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Qué tal, Kraven? ¿Cómo estuvo el ciclo de calor?

El moreno no respondió de inmediato. Soltó un suspiro mientras estaba tirado en la cama mirando el techo. Una de sus manos las pasó por su cabello y con la otra sostenía el teléfono.

—Como la mierda.

—Me lo imaginaba —opinó Rael —. Nunca lo habías pasado solo, así que supuse que iba a estar como la mierda.

La mayoría de las veces estaba con muchos Omegas a la misma vez, pues sabía que no tenía alguna preocupación por dejar embarazado a alguien. No se controlaba mucho, así que, si un Omega terminaba desmayado, pues, simplemente, seguía con el otro y así iba hasta que podía pasar tres días o incluso cinco.

El haber estado solo, lo consideraba miserable.

—Por cierto, el Jet privado ya debe estar por llegar allá. Me encargue de las juntas y verifique muchas otras cosas más, así que cuando regreses quiero vacaciones.

—Ni siquiera es temporada de vacaciones —le recordó el otro, de mala gana mientras se ponía de pie.

—Es época de vacaciones para personas privilegiadas en la empresa, es decir yo.

—No tendrás vacaciones.

—Bueno, lo intente. A propósito, el piloto de siempre se enfermó, está en el hospital por un accidente. Tuve que enviar otro, pero no te preocupes, es igual de bueno y muy profesional, leí su historial y todo bien.

Kraven asintió aunque no podía verlo.

La llamada duró unos minutos más y luego finalizó. Quiso mirar unos minutos más por la ventana porque tenía una vista al mar más que buena. El mar a muchas personas lo categorizaban como un punto de paz y Kraven era parte de esas personas. De cierta manera, el estar cerca de el en las noches oyendo sus olas, le provocó que todo fuera un tanto más sencillo, aunque no podía dejar de pensar en cuando Saemi había intentado suicidarse. 

Sabía que tenía que volver para solucionar muchos asuntos y, uno de esos asuntos, era Saemi. A pesar de que estaba consumido por la fiebre, había tenido la fuerza para controlarse y no decir alguna tontería de la que luego se iba a arrepentir y no había contestado ninguna de sus otras llamadas.

Revisó su registro telefónico viendo que nada más tenía llamadas del número de la casa y que eran más de cien.

Tragó saliva porque no lo entendía. Pensó en que era el Omega más difícil que había conocido en su vida. Pasó ambas manos por su cabello y luego solo tomó su maleta para comenzar a dejar el lugar.

No tenía que ir al aeropuerto de todos, más bien era uno privado. Tomó un taxi oyendo lo que el hombre le iba comentando de manera amable sobre algunas cosas que estaban ocurriendo en el mundo. Le parecía divertido, así que no tardó en seguirle la conversación haciendo que el viaje fuera más corto de lo que imaginaba.

DEUDA MORTAL [OMEGAVERSE] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora