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ACTUALIZACIÓN 3/4

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ACTUALIZACIÓN 3/4

Kraven avanzó por el edificio de manera lenta. Estaba al tanto de la situación de su chófer, con el cual había tenido el encuentro con la mafia la vez pasada. Había salido, pero, por el momento, prefería seguir manejando su auto él mismo.

Se subió al ascensor soltando un suspiro porque habían muchas cosas que lo habían cansado durante el día. Ir de reunión en reunión para nadie era sencillo. Lo que más deseaba, era llegar a casa y ver a Saemi. El simple hecho de saber que lo estaba esperando, le alegraba la vida entera. El saber que lo podía tener, besar y sostener en sus brazos cuando quisiera le aceleró el corazón. Supuso que, en algunas ocasiones, existían cosas que eran difíciles de obtener o de lograr, sin embargo, aquello siempre solía ser lo mejor. Y con Saemi nada más lo confirmaba.

Al llegar al subterráneo, salió para comenzar a caminar. No habían muchos autos, por ende, algunos espacios estaban disponibles.

Su auto no estaba lejos, entonces, se detuvo al ver a alguien aparecer. Lo vio al otro lado, simplemente, parado sin saber lo que quería hacer. De inmediato, se puso en alerta porque no era necesario algo más para saber que cosas malas iban a suceder.

Miró de reojo viendo a otro parecer y pudo sentir que había alguien detrás suyo y, más que nada, el cañón de un arma contra su cabeza.

No hizo nada.

—Camina —ordenó quien estaba detrás.

Sabía que no tenía alguna opción, pues, entre caminar y terminar con una bala en la cabeza, era mucho mejor caminar. Dio pasos rápidos notando como todos se iban acercando y miró a la esquina porque se suponía que estaban las cámaras de seguridad. Y las vio apagadas. Soltó una maldición viendo como abrían la puerta de un auto.

Eran cuatro tipos de su misma altura y tamaño. Y tenía una cena con Saemi a la cual le había prometido que no podía llegar tarde y no pensaba fallarle jamás a su Omega o hacerlo llorar.

Obedeció a entrar. En los asientos traseros quedó en medio de dos tipos, mientras que los otros dos iban adelante. Las puertas se cerraron y el auto fue encendido. Al momento en que la música fue encendida, pudo oír música clásica y era Lacrimosa, una que conocía más que bien. No estaba en volumen alto, más bien moderado. Cerró sus ojos unos segundos sintiendo como el auto comenzaba a avanzar.

No tenía idea a donde lo iban a llevar. Lo que sí tenía claro es que no iba a llegar tarde. No estaba en sus planes atrasarse ni un solo poco porque sabía que Saemi lo iba a estar esperando. Y esperando alegre, feliz, contesto. Iba a ser recibido con un beso y también con un abrazo. cosas que eran demasiado especiales que siempre ansió tener y ahora lo tenía.

Tenía al Omega. Tenía su aceptación, su amor, su confianza. 

Esas cosas siempre iban a ser más vitales.

DEUDA MORTAL [OMEGAVERSE] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora