NOTA DE AUTOR.

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Holi, pues, ¿qué decir?

Sinceramente, escribir esta historia, fue un camino largo. Siempre he disfrutado escribir, me divierte crear escenarios, personajes y más. Al principio, había iniciado feliz creando todo esto, pero, conforme muchas cosas fueron pasando, me fue pareciendo arduo de finalizar.

Por un momento, solo quise eliminarla y ya. Luego pensaba en todas esas personas que me pedían a diario que escribiera una historia en esta plataforma y por ellas la terminé.

Espero que haya sido de su agrado el final, que les haya gustado el desarrollo de personajes, que el amor de Saemi y Kraven haya sido suficiente para que, de alguna u otra forma, vieran que el amor puede ser bonito y dulce.

No soy fans de historias tóxicas como muchos les llaman, me gusta crear historias donde muestro que el amor es bonito, que el enamorarse puede ser mágico, que el tener algo recíproco es lo que todos merecen y que, cuando alguien te ama, jamás querrá herirte de ninguna manera, ya sea física, verbal o psicológica.

Todo esto es ficticio, pero, seamos sinceros, a veces la realidad supera la ficción. En mi país se han tenido que vivir casos de violencia hacia la mujer terrible (y si, esto no tiene nada que ver, pero siempre saco temas de la nada y me gusta tratarlos). Los que son de Chile creo que se pueden imaginar a que temas me refiero y, supongo que sí alguien más escucha esas historias, pensara que es ficción o un invento. Pero no. Aquellos asesinatos a mujeres han sido macabros y, lo peor, es que siempre son por la pareja. Por esas parejas que tenían un amor enfermizo y todas esas cosas, superan la ficción por ser tan fuertes.

Y siempre digo que, con tanta maldad que abunda en el mundo, lo mejor que puedo hacer es crear algo bonito. Y sé que en esta vida hay muchas personas como Rael, que hieren, asesinan, manipulan y mienten como si nada. También hay muchas personas como Saemi, que lo pierden todo, que se pierden en la depresión al grado de suicidarse y hay personas como Kraven que luchan por mantenerse en pie, a pesar de que la vida los tira al suelo una y otra vez sin cesar.

Siempre intento dejar algún mensaje en mis historias, que alguien se pueda identificar con alguna situación o que alguna frase les toque el corazón. Espero haberlo logrado con esta.

Mi intención nunca es romantizar ninguna acción que esté incorrecta, pues, en ocasiones, leía comentarios donde solo decían que romantizaba lo que Saemi hacía. Cuando mi intención solo era mostrar una faceta de la depresión, de lo que se puede vivir, de cómo una persona puede ver el mundo, de cómo puede reaccionar, de lo cegador y consumidor que es. Pareciera que nadie entiende realmente lo poderosa que es la depresión y de las muchas personas que se suicidan debido a eso. Sé que no todos en el mundo tendrán apoyo, no todos tendrán un Kraven, no todos tendrán a alguien ahí que los apoye, que los entienda, que les de tiempo y los ayude a sanar antes de que lleguen al punto con el pensamiento de que, su única salida, es la muerte.

Aclaro, una vez más que nunca fue mi intención faltarle el respeto a nadie y nunca me he burlado de las personas que tienen depresión. Tampoco soy un escritor profesional, lo hago por mero gusto y por ser un hobby. Mis fallas siempre estarán ahí presentes: ortografía, gramática, signos de puntuación y más, pero, dentro de todos esos fallos, me esfuerzo porque tengan algo bueno, algo que les pueda sacar una pequeña sonrisa.

Así que, después de todo esto, me despido de esta historia para siempre. 

Gracias a todos los que me acompañaron en este viaje e hicieron de todo lo malo, un viaje entretenido y divertido con sus mensajes que me subían el ánimo siempre.

DEUDA MORTAL [OMEGAVERSE] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora