DEUDA MORTAL [OMEGAVERSE] ©

41.

Con una pequeña dedicación.
Gracias por siempre apoyar
mis escritos. Eres de las primeras
personitas que han estado conmigo
desde un inicio y lo agradezco un
montón💖. Espero seguir teniéndolo☺️.
Muchos saluditos para tí y para
tu hija😚❤️.

ACTUALIZACIÓN 1/4

Kraven nunca pensó en que, en un futuro, nada iba a tener.

Contempló la tumba de su hermana y solo se limitó a soltar un suspiro. Se arrodilló con cuidado en el suelo para dejar un ramo de flores y se lamentaba el no haber manejado con más cuidado.

No quiso llorar. Solo estuvo ahí mucho tiempo mirando su nombre y su fecha de nacimiento. El remordimiento por siempre haber oído lo que Rael le decía sobre ella solo para provocar problemas, lo tenía más presente. Y le dolía. Era un suplicio potente que estaba desde que sus padres habían muerto.

Tenía claro las cosas que debía hacer.

Cerró sus ojos unos segundos para tomar un respiración y se quiso conformar con ese sueño que había tenido. Recordó su último abrazo y las palabras de sus padres de que todo estaba bien. Que tenía la clemencia de todo y, de alguna manera, el recordar ese sueño solo le daba a entender que debía seguir. Que debía continuar por Krenie, por Saemi, por él.

Acarició su tumba soltando un suspiro largo y se puso de pie con lentitud.

Krenie y Saemi estaban ahí también, aunque ninguno de los dos dijo algo. Comprendían que debían guardar silencio porque era algo vital para el moreno. El tener unos minutos en silencio y que pudiera estar en paz ahí.

Al notar que le costaba un poco el colocarse de pie, su hermano se movió para ayudarlo. Kraven era grande, eso todos lo tenían claro, pero debido a todo lo ocurrido hasta el más grande podía convertirse en alguien frágil. Lo sostuvo y se dio cuenta que, a pesar de que no estaba llorando, estaba temblando.

Ninguno de los dos dijo algo, pero Kraven le dio un abrazo. No le importó mucho el desasosiego que estaba sintiendo, solo quiso hacerle saber que su hermano mayor seguía estando ahí. Lo conocía más que bien y no necesitaba preguntar algo para saber todo lo que se estaba formando en su interior. Acarició su cabello y Krenie, si bien, lo había estado ocultando todo, en ese momento no pudo.

Sus lágrimas solo cayeron.

—Tranquilo, hermanito, todo estará bien —murmuró acariciando su espalda.

Lo sostuvo con fuerza, a pesar de que a él no le quedaba mucha. Quiso verse como algo impenetrable para que su hermano pudiera estar tranquilo. Su llanto estaba plagado de casi una agonía enorme.

Saemi, al escucharlo llorar de esa manera, entendió lo bueno que Krenie podía ser ocultando sus emociones y que Sofía tenía razón.

Bajó la mirada guardando silencio para que ellos tuvieran su momento en paz. Jugó con sus manos pensando en muchas cosas y luego alzó la mirada. El cielo estaba despejado y, de alguna manera, sintió aquellos rayos del sol como algo que lo incitaba a seguir, a no detenerse, a continuar. Como algo que lo impulsaba a seguir sus sueños y terminar de convertirse en todo lo que a su familia le había contado.