Elegimos amar, pero no podemos elegir cuando dejar de hacerlo...
Hogwarts lucha por volver a su gloria después de la guerra, el destino entrelaza de nuevo a unos viejos conocidos. Dándoles la oportunidad de redimir sus errores y una segunda oportuni...
1 de septiembre de 1965 Andén 9 y 3/4 King's Cross, Inglaterra
La familia Malfoy se despedía de Lucius en el andén lleno de personas, para desgracia de Abraxas demasiados sangre sucia, pensó con cara de asco, tomo con más fuerza la mano de su hija, Cárites ahora con cinco años miraba curiosa el mundo que le rodeaba, no podía esperar cumplir once años y ser parte de todo esto.
-Abraxas...- Cygnus Black su primo político le tendió la mano.- Veo que le llegó la hora a Lucius.
-Así es Cygnus, Slytherin ganara otro futuro gran mago. ¿Y qué me dices tú?-
-Bueno, Bellatrix está en su tercer año, Andrómeda entrara junto con Lucius y solo le falta un año a mi querida Narcisa- Cygnus sonrió con naturalidad al enumerar a sus hijas.- ¿Qué me dices de tu querida Cárites?
-Bueno a Cári aún le faltan algunos años...- Abraxas dirigió una mirada a la niña que le colgaba del brazo, apretando ligeramente su mano.- No dudo que Lucius y Andrómeda serán bueno amigos.
-Eso esperemos-
Lucius abrazo a su madre escondiendo su cara en su cuello, después miro a su hermana, ambos se abrazaron con fuerza.
-Adios elfo.- Lucius dio una media sonrisa.
-Adios Lu.- Por un momento una lagrima resbalo de la mejilla de Cárites.
Lucius dudo en abrazar a su padre y al final no lo hizo, como si de amigos lejanos se tratase, Abraxas le dio un apretón de manos a su primogénito.
El joven Malfoy dio la vuelta para subir hacia el tren, perdiendo pronto de vista a su familia.
———
Fueron años tristes para Cárites, sola en la gran mansión, regañada constantemente por su madre y consentida por su padre, algunas veces los Black los visitaban, podía interactuar con Narcisa, pero no había mucho en común, "Cissy" como le llamaba la señora Black era cinco años mayor que ella, y al parecer el único tema de conversación entre ellas dos era Lucius, incluso un día la sorprendió espiando en el cuarto de su hermano.
Abraxas no dejaba que Cárites conviviera con muchos niños, el comenzó a enseñarle quienes eran dignos de convivir y con quienes no debía de hacerlo, sus padres tenían que ser magos, si uno era mago y otro muggle podía tener una relación, aunque solo de cordialidad, pero... si ambos padres eran muggles, era un rotundo no, no debía deshonrar de esa forma el apellido Malfoy.
Así pasaron los siguientes seis años, únicamente veía a su hermano en navidad o en fiestas importantes, eso alegraba por varios instantes su corazón, se lleno de alegría cuando su hermano le hablaba sobre Hogwarts, el lago, el bosque aterrador, los fantasmas legendarios que rondaban por doquier, y no se limito a alardear cuando lo nombraron prefecto de Slytherin.
Cárites realmente esperaba ansiosa para que fuese su turno.
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