Capítulo 22.- Azkaban

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-Al fin apareces... ya iba a bajar por ti.- Draco solo me dirigió una mirada de hartazgo.- Bien, nada de bromas el día de hoy.

-Gracias.-

-Vamos.- Acaricie su mejilla.

Ambos conjuramos el portal hacia Azkaban apareciendo entre fuego verde en la prisión.

-Identificación.-

-Claro.- Le brinde al auror los datos sacándolos de mi bolsa.

-Muy bien, Draco Malfoy, sígame, prisionero 683...-

-Draco.- Me apresuré antes de que se marchara por el pasillo.- Se fuerte, estaré esperando aquí. ¿Okey? Todo estará bien.

-Sí tía.- Me dio un ligero apretón en la mano.

Vi como ellos se alejaban a través del oscuro pasillo, yo me quedé en el vestíbulo zapateando inquieta.

-Buen día...- Me acerque a un escritorio donde se encontraba el auror que me había llevado la vez anterior que fui con Lucius.- ¿Sabe si hay algún cambio para el juicio de los internos 537 y 683? Auror...

-Auror Park Yong-Sun señorita Malfoy.- El hombre miro unos documentos unos instantes.- No, no hay novedad ni cambio en el horario.

-¿No será aquí cierto?- Mi voz sonaba débil.- Auror Park...

-No, será en el área de juicios del ministerio-

Asentí mojando mis labios.

-Gracias.-

-Sí, no hay de que.- El auror Park regreso a sus hojas.

El silencio reinó el lugar, hasta que un grito de un preso se dejó escuchar por las paredes haciendo que se me erizará la piel. El frío húmedo hacía que frotara mis brazos mientras caminaba por la sala, afiches de se busca decoraban el tétrico lugar.

-¿Gusta un poco de té?- Park Yong-Sun rompió el silencio.

-Claro, muchas gracias.-

El auror se puso de pie llenando una taza con la bebida caliente, para después ofrecérmela.

-Gracias.-

-Sí, bueno, espero que sepa bien, aquí no solemos hacer mucho de esos.-

Probé un poco de la bebida, era un suave té de limón.

-No, yo creo que quedo bastante bien.- Sonreí- Está muy bueno.

-Me alegra que sea de su agrado.-

No pude evitar notar su acento americano, el auror Park Yong-Sun era alto, quizá de mi misma edad, tez clara, ojos negros y rasgados, pelo corto, también de color negro, no había duda de que tenía todo el porte de un policía.

No pude evitar notar su acento americano, el auror Park Yong-Sun era alto, quizá de mi misma edad, tez clara, ojos negros y rasgados, pelo corto, también de color negro, no había duda de que tenía todo el porte de un policía

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-¿Virginia?- Su mirada regreso a la mía con sorpresa.

-¿Disculpe?-

-Su acento, suena como el del estado de Virginia.- Sonreí.

Carpe Diem (Severus Snape)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora