Capítulo 43.- Liberación

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La mansión era blanca, quizá demasiado blanca, y no era la mansión de las vacaciones, no tenía la pared mal pintada que había obligado a Draco pintar, no, esta pared tenía las pequeñas iniciales de "L" y "C" que habíamos dejado Lucius y yo, a escondidas de nuestros padres detrás del librero, el cuadro familiar de Abraxas, Asteria, Lucius y yo reposaba sobre la chimenea, todo era muy surrealista las ventanas relucían en un blanco casi cegador y el aire era cálido, era como estar en la nada.

¿Cómo había llegado aquí?

¿Dónde estaba Severus?

Recordaba unas cuantas cosas Comencé a caminar por el pasillo hasta la escalera, me sentía como en el pasado, pero era extraño, bajé hasta llegar al recibidor abrí la puerta y solo había más luz.

-Lo que nunca pude admitir era lo mucho que me gustabas...- Giré a mi izquierda viendo a un hombre recargado en el marco de la habitación continua a la estancia.- Vamos... se que me veo diferente, pero no tanto.

-¡¿Sirius?!- Mis ojos se humedecieron aun que no había lagrimas

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-¡¿Sirius?!- Mis ojos se humedecieron aun que no había lagrimas.

-Odiosa.- Sonrío.

Corrí hacia él abrazándolo.

-¿Verdad que se siente como quedarse dormido?- Sentí su mentón aun lado de mi sien.

Solo pude negar.

-No, no se siente así.- Escondí mi cara en su pecho.- Yo... quiero volver, quiero ir con...

-No te preocupes...- Soltó una risa amarga separándose de mí.- No creo que te quedes aquí por mucho tiempo...

-Yo...-

-Shhhh...- Me miro unos segundos sonriendo.- Si, lo sé, se que Quejicus siempre me robó el protagonismo... solo quería verte una vez más.

Asentí mientras ambos nos mirábamos.

-Te queda la barba.-

-Lo sé. Lamento no haber respondido esa carta.- Solo negué con una sonrisa triste.- Cuida de vez en cuando a mi ahijado... ¿si?

-Sí, lo hare.- Ambos sonreímos y el solo me dio un suave beso en la frente.

Comencé a sentir como si me faltara el aire, como sí el oxigeno se acabará en mis pulmones.

-Tranquila... solo sierra los ojos...- Así lo hice, la voz de Sirius se desvanecía en el silencio.- Estarás bien Malfoy...

Cuando mi conciencia estuvo a punto de desvanecerse de nuevo por completo pude jalar una bocanada de aire, no había más blanco resplandeciente ni sensación cálida en mi piel, ni rastro de Sirius...

Cuando mi conciencia estuvo a punto de desvanecerse de nuevo por completo pude jalar una bocanada de aire, no había más blanco resplandeciente ni sensación cálida en mi piel, ni rastro de Sirius

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Carpe Diem (Severus Snape)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora