Pasaron los años.
Kira cumplió los dieciocho años. Estaba muy contenta ya que por fin podría volver a casa.
Cuando bajó del taxi, sentía un poco de miedo y de incertidumbre por lo que pudiera pasar, pero con decisión, se acercó y llamó firmemente a la puerta.
—Hola papá...—saludó, tratando de sonreír para que no se notara su miedo, pero esta era demasiado temblorosa.
—¿Kira?—preguntó su padre, muy sorprendido—¿Qué haces aquí?
—¿Papi, quién es?
Salió de la casa una niña con coletas rubias que tendría unos seis años y se puso al lado de Lawrence.
—Nadie, cielo. Solo una chica. Pasa adentro, anda...
A Kira le dolió profundamente el ver a su padre tan cariñoso y dulce con esa niña. Nunca había sido así con ella. La dolió mucho más que se hubiera referido a ella como "solo una chica".
Pero la pequeña no hizo caso a la sugerencia de su padre, y, con mucha curiosidad, observó a la chica que estaba en la puerta que no sabía que era su hermana.
—¡Hola! ¡Soy Amanda Morgan!—se presentó con mucha alegría, arrastrando las palabras de su apellido con mucho orgullo.
—Encantada de conocerte. Yo soy Kira Morgan...
—¡Anda! ¡Tienes el mismo apellido que yo! ¡Qué bien!—exclamó Amanda, con mucha emoción.
Lawrence las miró a las dos, dejó escapar un profundo suspiro y puso los ojos en blanco.
—Bueno te presentaré a mi familia, pero luego hablaremos los dos... —murmuro en medio del suspiro, invitándola a pasar mala manera.
Amanda desapareció de sus vistas ya que se se fue corriendo a las escaleras que llevaban al piso de arriba.
Cuando entraron, una mujer alta y rubia salió de la cocina, quitándose un delantal con restos de manchas de diferentes salsas.
—Lawrence, ¿quién era?—preguntó, intrigada. Al ver a Kira, abrió los ojos y la estudió con atención. Después, sonrió—¡Oh! Ya veo que hay visitas...
—S-Soy Kira...—se presentó, sin poder ocultar su nerviosismo.
—Hellen, esta es mi hija...—aclaró Lawrence al ver la confusión en la cara de la mujer.
Hellen sacudió la cabeza, con cara de estar un poco confusa, pero luego de eso, la dio un gran abrazo de bienvenida.
Amanda bajó las escaleras acompañada de un niño de pelo negro. Al ver a Kira se presento como Johnny Morgan, de ocho años.
Sabía que su padre había rehecho su vida, casándose y teniendo dos hijos, gracias a las noticias de Internet. Pero no se sentía decepcionada ni cabreada en lo absoluto. Nunca fue a verla mientras estaba el internado y tampoco se esperó mucho de él.
Sonrió al conocer a sus hermanos. Eran más adorables en persona que en las fotos.
—Bueno, chicos, ¿qué os parece si vais a dar una vuelta al parque con mamá en lo que yo hago unas cosas de la casa?—sugirió Lawrence con una sonrisa falsa, señalando con cabeza a la puerta.
Los dos niños exclamaron instantáneamente que si y Hellen, sin más remedio, tuvo que irse con ellos.
Cuando se fueron, Kira soltó un gran suspiro.
—¿Que haces aquí, Kira? ¿Por que has vuelto?—volvió a preguntar su padre, sin rodeos, tras asegurarse de que estaban solos, sin importarle lo más mínimo si la hería o no con sus duras palabras llenas de desprecio.
—He vuelto para veros...A ti...Y a mamá...
—¿Así qué te iras a ver a Charlotte? Bien. Supongo que ya te irás, ¿no?
Kira estaba luchando por no desmoronarse y llorar.
Odiaba que su padre la tratara así. Ella no tenía la culpa de nada y mucho menos había pedido nacer y que sus padres la trajeran al mundo.
Con esas últimas palabras supo que no era una pregunta de curiosidad, sino una sugerencia muy directa para que se fuera de allí.
Con mucho miedo, por temor a su reacción, anunció lo que tenia pensado hacer.
—No, papá. Pensaba quedarme aquí unos días hasta que la gira de mamá termine...
—No puedes...
—¿Por qué no? Tu mujer ya sabe que existo y se lo ha tomado muy bien. Además, me gustaría conocer a Johnny y a Amanda...
—No Kira, eso no va a pasar...—negó duramente el guitarrista, siendo más borde y frío con ella que nunca. Respiró profundamente antes de seguir hablando—Lo siento, pero cómo ves yo ya tengo una familia...
La chica bajó la cabeza y sin poder evitarlo se puso a sollozar. Cómo era de esperabar, su padre no fue a consolarla o a decirla algo para que dejara de sollozar.
—Sólo dame una oportunidad papá. Por favor. Solo una...—susurró levantando la cabeza para que pudiera ver sus lágrimas pero solo la miraba con cara de aburrimiento, sin sentir ni un poco de pena por hacerla llorar.
—Te voy a pedir una cosa. Ya no me llames más papá, ¿de acuerdo? —le pidió, mirándola fijamente. Abrió los ojos, sin poder creerse la petición, que mas bien era una exigencia, que acaba de oír y no podía rebatir ni decir nada—Será mejor que te vayas. Adiós, Kira. Que te vaya bien...
Sintiendo un cúmulo de varias emociones, cogió su maleta, y se fue de allí, hecha un mar de lágrimas.
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Love Me Tender
RomanceKira, hija de la superestrella del rock Lawrence Morgan y la icónica cantante de pop Charlotte Jones, regresa a casa después de estar años en un internado de Reino Unido al alcanzar la mayoría de edad. Su regreso desencadena una búsqueda desesperada...