Love Me Tender

Capítulo 12 - Volver

Para Kira no era fácil cuidar de sus hermanos.

A pesar de que hacía su mejor esfuerzo por cuidar y atender las necesidades de ambos, Amanda era una niña muy inquieta que demandaba su atención en todo momento y Johnny, al parecer había entrado en esa fase de hacer preguntas por todo.

—¿Por qué no has venido antes a vernos, Kira?

El niño soltó esa pregunta cómo si llevara unos cuantos días con ella en la cabeza y no supiera en que momento decírselo.

—No podía, he estado en Londres todo este tiempo...

—¿Y eso por qué?—cuestionó Amanda, con mucha curiosidad.

—Estaba estudiando, de hecho llevaba sin pisar Estados Unidos ocho años...—respondió Kira, con un poco de nostalgia.

—¿Es cierto que tu madre es la mismísima Charlotte Jones? —preguntó la niña con mucha emoción.

—¡Si! ¿La conocéis?

Los dos niños asintieron en silencio.

Hablaron de Charlotte Jones toda la tarde, y terminaron el día escuchando algunas canciones suyas y de Siren que Kira se sabía de memoria.

Fue una tarde muy bonita de hermanos. Pero no podía evitar pensar todo el rato en su madre, a quién había visto por última por ultima vez antes de irse del internado. Debido a sus conciertos en Las Vegas no había podido volver a contactar con ella. Lo único que sabía, gracias a Seth, es que en cuánto tuviera un hueco en su apretada agenda la llamaría.

A pesar de que pasaba mucho tiempo fuera, Kira la quería mucho, ya que desde que nació siempre la quiso y se preocupó mucho por ella y de que estuviera bien.

Pasaron dos meses. Todo estaba yendo de maravilla. Los tres hermanos se habían vuelto muy cercanos, pasando buenos ratos juntos y por otro lado, a la banda la iba muy bien con los conciertos, llenando estadios y demostrando que, a pesar de las nuevas generaciones de músicos, Siren siempre estaría en todo lo alto.

Hasta que un día Lawrence se cayó del escenario. Tuvo mucha suerte ya que simplemente se torció un poco el tobillo, pero tendría que estar dos semanas en reposo absoluto para que se le curara bien el tobillo, pues de lo contrario, tendrían que cancelar el resto de conciertos y volver todos a sus casas.

Después de esas dos semanas, Lawrence podría volver, sin ningún problema y de inmediato, a la gira.

Cómo no era posible que su mujer o él fueran a Nueva York, le pidieron a Richard que fuera, en su lugar, unos días a ver a los niños, pues se habían asustado al ver como su padre, en las noticias, se caía del escenario.

—Gracias por ir a verles y calmarles, Richard. En serio, muchas gracias. No sé ni cómo agradecértelo. Estoy tan liada con las sesiones de fotos de las chicas que no tengo ni tiempo de respirar y Lawrence no está en condiciones para montarse en un avión y caminar...—agradeció Hellen, en medio de un suspiro, al otro lado de la chica.

—No te preocupes por eso, además, será bueno verles a ellos y a Harry después de todo este tiempo...—respondió el cantante con voz tranquila, tratando de calmar los nervios de la mujer.

—Muchas gracias, Richard. En serio, muchas gracias. Dales un abrazo a los pequeñines de mi parte...

—Eso haré, tenlo por seguro. Adiós, Hellen...

Después de finalizar la llamada, se giró para ver a Lawrence, quién estaba tumbado en la cama de la habitación del hotel, leyendo una vieja revista con cara de aburrimiento.

—Sigo sin explicarme cómo es que te has caído...

—Estaba muy oscuro y creía que el escenario era mas largo... —admitió el guitarrista sarcásticamente, riéndose de sí mismo. No podía reírse a carcajadas ya que le dolía mucho el tobillo, pero no podía quejarse. Había tenido mucha suerte de no haberse roto la pierna.

Richard se rió un poco. Ni aún en esas condiciones había perdido el sentido del humor.

Al cerrar la puerta tras de sí, cerró los ojos y suspiro profundamente, apoyando su cuerpo en la cabeza.

Estaría más de una semana con Kira, a solas. No habrían más adultos, excepto ellos dos. Ni siquiera estaría Lauren ya que se había ido unos días a casa de su hermana, que vivía en la otra punta de la ciudad.