Lawrence estaba sonriendo demasiado.
Había encontrado al candidato perfecto. Se llamaba Chris, tenía veinticuatro año y estaba recién graduado de Derecho. Era alto, rubio, carismático e irresistible. El sueño de toda adolescente que quisiera tener un romance.
Solo quedaba esperar a que las cosas funcionaran tal y cómo había planeado.
Ya había pensado en como presentarlo de una manera que no fuera muy sospechosa. Chris "trabajaría" como su abogado, encargado de sus asuntos, motivo por el cual estaría siempre muy cerca de él.
—¿Te ha quedado claro, no? —¡Si, señor! ¡Ni una duda!
—Bien, acompáñame. Kira está ahora en el jardín...— le indicó Lawrence, entrando en el jardín.
Kira al ver entrar a su padre no pudo evitar extrañarse cuando vio a un chico desconocido a su lado. Amanda no le presto mucha atención y siguió jugando con sus muñecas.
—Kira, Amanda, os presento a Chris, mi nuevo abogado. Debido a las entrevistas y a la grabación del
documental, él va a estar mucho por aquí.—explicó con una extraña sonrisa de satisfacción—Chris, ellas son Kira y Amanda, mis hijas...
Su desesperación había aumentado considerablemente. Por culpa de Kira, había vuelto a ver en persona a Charlotte, algo que no hacía en mucho tiempo y odiaba.
La otra parte del plan es que debía de comportarse y actuar como si fuera el padre del año para ganarse su confianza.
Pero no sería fácil. Kira había notado que estaba más raro que de costumbre. No le sorprendería si fuera porque estaba consumiendo sustancias ilícitas.
—Así que tú eres Kira, ¿verdad? Tu padre me ha hablado mucho de ti...—dijo Chris cuando pudieron quedarse a solas. Dudó de esas palabras, torció la boca y asintió con la cabeza —¡Vaya! Eres mucho más guapa de lo que me había dicho...
Estaba empezando a sentir mucha vergüenza ajena que estuviera tratando de ligar con ella. Le pareció atractivo en un principio, pero, conforme más hablaba, más pensaba que parecía un idiota, que lo mejor que podía hacer era callarse la boca y guardarse sus piropos antiguos, que no conquistarían ni a una mosca.
—Emmm, vale...Gracias...—fue lo único que pudo decir.
Un silencio incómodo los invadió. Chris estaba a punto de decir otra cosa pero fue interrumpido por una voz que hizo que Kira se tensara.
—Kira, ¿has visto a tu padre?
—Está en su habitación...—respondió, casi en un susurro.
Richard sonrió. Le parecía adorable la manera en la que se ponía nerviosa con su solo su mera presencia. Pero al ver al chico supo al instante quién era. Pero debía de mantener la calma lo máximo posible.
—¿Necesitas hablar con Lawrence, Chris?
Trago saliva nerviosamente al oír su nombre ser pronunciado de esa manera tan despectiva.
—Si, si, si...Tenemos pendiente de hablar de sus derechos de imagen para el nuevo merchandising de la banda, pero cómo se ha ido a su habitación a dormir un poco, estoy aquí con Kira, conociéndonos y haciéndonos compañía el uno al otro...
—¿Ya os conocíais?
—Lawrence nos presentó no hace mucho...—respondió Richard, sin dejar de mirar de reojo al joven abogado.
La chica entró a la cocina a por un vaso. Vio una oportunidad perfecta para advertirla de las verdaderas intenciones de Chris.
Aprovechando que estaba distraída, sin que fuera era la mejor manera de hacerlo, la comió por los hombros, empujándola suavemente hacia la pared. Kira se asustó y se sonrojó a la vez.
—Kira, no te acerques a ese chico...Es un estafador...—advirtió con un tono de voz severo y autoritario. Sus caras estaban cada vez más cerca con cada palabra que decía—Prométeme que te mantendrás lejos de él...
Con la respiración agitada y sin saber muy bien a lo que se refería, asintió lentamente con la cabeza.
Suspiró. Iba a cometer una locura.
¿Pero que más daba si ya lo había hecho una vez?
Sin pensarlo dos veces la besó.
Kira contuvo un gemido. Se concentro para poder corresponder y disfrutar el beso.
El beso era intenso aunque no muy profundo.
Disfrutaba saboreando sus labios. Los había echado de menos desde que se fue.
Pero Richard recordó dónde estaban así que se separó antes de que alguien los viera.
Kira se apoyó en la encimera, con la cara completamente roja, respirando pesadamente.
Sonrió un poco, agarrándola con suavidad la mandíbula.
—Si me haces caso y no preguntas, obtendrás tarde o temprano más cosas de mí...Te lo prometo...
Soltó un gran suspiro cuando vio a su tío alejarse.
Ese beso la pilló de imprevisto pero, al igual que la otra vez, le había gustado mucho.
Solo con esa promesa ya le haría caso en todo lo que la pidiera.
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Love Me Tender
RomanceKira, hija de la superestrella del rock Lawrence Morgan y la icónica cantante de pop Charlotte Jones, regresa a casa después de estar años en un internado de Reino Unido al alcanzar la mayoría de edad. Su regreso desencadena una búsqueda desesperada...