–¡Maldito! ¿¡Que mierda hiciste!?–grito mientras lo tomaba del cuello, lo arrojaba fuertemente contra el piso y ponía un pie encima de su cuerpo–¡Mocoso de mierda! ¿¡Crees que dejare tan fácil que te burles de mi!?–hablo con firmeza y sin dudarlo, volvió a apuntarlo con un arma.
–¡Callate, basura!–le insulto, aún intentando liberarse.
–¡Bastardo!–empezaba a hacer presión en el gatillo y el más pequeño con las pocas fuerzas que le quedaban, trataba de arrastrarse para ayudarlo.
–¡Ace! ¡Maldito, detente!Disparo, pero aquella bala fue a dar al lado del hermano mayor, gracias a Dadan, que había aparecido junto con los bandidos para ayudarlos.
–Te dijeron que te detuvieras, mal nacido–le indicó con un tono seco–¡Aléjate de mis niños!–ordenó, levantando su hacha que fue detenida por la espada del pirata.
–¿Que hacen ustedes aquí?–pregunto el de cicatrices desde el suelo, sin ser capaz de levantarse.
–¡Por fin los encontramos!–comentó Magra, aliviado.
–¡Tus heridas son terribles! ¡Tu espalda está casi completamente quemada!, Luffy, ¿estas bien?–pregunto Droga, apoyando al pequeño contra él–No veo a Sabo por ningún lado.
–No está aquí, se fue a su casa ayer–indicó el Monkey.Ace ya se había levantado, dispuesto para arrancarle los ojos a ese capitán de mierda que tenía en frente de él.
–Tu eres la jefa de los simios de la montaña Colubo.
–Bandida de la montaña, Dadan–corrigió la pelirroja–No se por que, pero yo estoy a cargo de estos mocosos–uno de los subordinados de la mujer, cargó al pequeño en su hombro para poder llevárselo de allí lo antes posible y tratar las horribles heridas que poseía–Si alguien trata de matarlos o de hacerles daño...¡Los defenderé a muerte, aunque no sea su madre! te doy la oportunidad de escapar, ¡Si no lo haces, no tendré más opción que usar la fuerza!
–Inténtalo–la reto y una sonrisa arrogante apareció en su rostro.
–Bien, entonces...–hubo unos segundos de silencio y tensión–¡Vámonos!Todos los bandidos echaron a correr, pero se detuvieron al percatarse de que Ace no se movía de su lugar, aunque ahora estaba tratando de ser llevado por Magra, pero se soltó de su agarre.
–Yo...¡no huiré!–declaro.
–¿¡Que carajos tratas de hacer!? ¡No alargues más esto! ¡Bluejam no es cualquier tipo! ¡Un idiota como tú, no puede vencerlo!–le grito Droga.
–¡Yo también peleare!–grito Luffy que trataba de escaparse de los brazos del bandido.
–¡No puedes!El Portgas a la única voz que realmente escuchaba era la de su hermano, Dadan debía encargarse de sacarlo del incendio y el de asegurarse que Bluejam no salga de él, no podía permitir que aquel desgraciado escape para dañarlo, no podía permitirse irse cuando alguien tan importante para el, estaba en un peligro puesto por el pirata en frente de el.
Vio como Dadan se colocaba a su lado con su hacha en mano.
–Ustedes váyanse y llévense a Luffy–ordenó, recibiendo miradas sorprendidas de sus subordinados–¡Yo seré responsable de llevar a Ace a casa!–todos estaban atónitos–¡LARGUENSE!Al escuchar, los bandidos comenzaron a correr para lograr escapar y lo último que escucharon fue un fuerte grito que pegó el menor, llamándolos a ambos.
Al día siguiente, Luffy trataba de caminar hacia la puerta, ayudándose con la pared para no caer.
–Aún no te recuperas, apenas te puedes mantener de pie, ¿a donde se supone que vas?–le pregunto Magra.
–¡Debo de ir a buscar a Ace y a Dadan! Ayer no regresaron...–le respondió mientras salía por la puerta y al dar solo un paso, cayó al piso al no tener donde apoyarse.Por inercia se hizo bolita a los segundos de estar en el suelo.
–D-Duele–murmuró para sí mismo.
–¿Ves? Te lo dije–le recalcó el de cabello rojo mientras se agachan y lo carga con cuidado, acunándolo y yendo a acostarlo, los bandidos se reunieron al rededor de él, atentos por lo que le podría pasar, viendo cómo hacía muecas de dolor–Tu cuerpo está seriamente dañado, necesitas descansar.
–En este momento hay tropas del ejército para limpiar los escombros del incendio, como ellos lo planearon, no se preocuparan por los sobrevivientes, te matarán si vas para halla.
–¡P-Pero..!–Droga se arrepintió por explicarle al ver como sus ojos comenzaban a lagrimear y como trataba de no llorar, todos se deprimieron aún más de lo que estaban al ver al menor así–¡Quiero ver a Ace! ¡Sabo también debe de estar preocupado!–no pudo seguir aguantando más y se rompió en lamentos.Sabo despertó vendado en un callejón, la noche anterior fue un verdadero caos, había tratado de abrir la puerta de la ciudad para ir a buscar a sus hermanos, pero lo hizo en vano.
Un hombre encapuchado lo ayudó y habló brevemente con el, lo consoló como pudo.Observó como todos aquellos soldados enmascarados poseían una foto de él, lo estaban buscando y esta ves no se podía permitir ser atrapado, pero para su mala suerte, sintió como alguien le tocaba el hombro.
–Terminó el juego, jovencito.Lo llevo a su casa y ahí es donde estaban sus progenitores esperándolo, su padre con tan solo al verlo, le dio un fuerte golpe que lo derribó.
–¡No importa cuántas veces huyas! ¡Será inútil! ¡Ahora la policía y el ejército tienen fotos tuyas! Jamás saldrás de la zona alta de la ciudad y mucho menos de esta casa–el noble miró a los dos sujetos que trajeron a su hijo y les informó sobre su nuevo trabajo de guardias, para luego arrodillarse para estar a la altura del rubio y mirarlo fijamente–A partir de ahora te mantendrás en tu habitación, estudiando para ser alguien que valga la pena.
–¡Pero..!
–Sin peros, tú sabes lo que yo puedo conseguir con tan solo dar una orden, soy capaz de convertir a esos dos en lo que deberían de ser–Sabo lo miro con miedo y sin que palabras puedan salir de su boca, así que el mayor continuó–Convertir a uno en soldado y el otro regresarlo a ser una puta golfa, así serían dé provecho si es que tú llegarás a fallar ¿entendido?
–Padre...–bajo la cabeza, rendido, pensando en sus hermanos y no le quedó más que aceptar.El noble término yéndose junto con su hijo adoptivo, dejando al de 10 completamente solo en su oficina, lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, cayendo al piso, pero sin hacer ningún tipo de ruido o expresión, solo pensaba en una frase, "Yo...no tengo esperanza" se repita una y otra ves, añorando los momentos en el bosque con su verdadera familia, lamentaba el nacer como noble, lamentaba el abandonar a sus hermanos y aún más, se arrepentía de no lograr salvarlos del incendio, sabía que ambos eran fuertes y hallarían la forma de escapar si es que quedaban atrapados, pero...¿y si no?
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Marcado
FanfictionGarp desaparece por 2 meses y un día vuelve con un niño en brazos, pero aquel azabache estaba marcado con un extraño símbolo en su espalda. Sabo recuerda haberlo visto en alguna parte y a Ace no le interesa saber. Esta historia tiene contenido altam...