Garp desaparece por 2 meses y un día vuelve con un niño en brazos, pero aquel azabache estaba marcado con un extraño símbolo en su espalda.
Sabo recuerda haberlo visto en alguna parte y a Ace no le interesa saber.
Esta historia tiene contenido altam...
Después de eso, se la habían pasado jugando y divirtiéndose, también cazando distintas presas, entrenando entre ellos y una que otra ves consolando al más pequeño por sus pesadillas, que siempre parecia que empeoraban. Ahora veían la nieve caer desde su escondite, dando paso a la llegada del invierno en la isla Dawn. –Oye, Lu–le llamó Ace y él nombrado volteó a verlo–Hoy te quedarás aquí. –¿Que? ¿Por que?–reprochó el de cicatriz, quejándose. –Hace demasiado frío y no queremos que te enfermes–le respondió esta ves Sabo. –¡Yo jamás me enfermo! Tengo un gran sistema enmudologico. –No queremos cuidarte si lo haces y se dice sistema inmunológico–corrigió el rubio y el pecoso río burlón. –¡No te rías!–le reprocho el menor. –Como sea, nosotros volveremos en un rato, no salgas–le ordenó Ace y los dos mayores se fueron.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El rubio y el azabache regresaban con una presa nueva para cocinar, cuando subieron para buscar madera y así hacer una fogata, grande fue su sorpresa al notar la ausencia de su hermano. –Maldita sea, ¿a donde carajo se fue ese mocoso?–pregunto el pecoso, viendo hacia todas partes con la esperanza de verlo. –Lo más seguro es que fue a buscarnos, hay que encontrarlo.
Ambos bajaron y empezaron a recorrer por todos lados en busca de su hermanito, gritando su nombre, esperando que este respondiera. Habían pasado 2 horas, cuando Sabo notó algo. –¡ACE! –¿Que pasa?–volteó a donde su hermano y sintió su rostro palidecer al momento de ver la sandalia de Luffy al lado de varias manchas de sangre–¿Q-Que mierda? –¡La sangre sigue un rastro! ¡Tal ves una bestia lo atacó!
Los dos corrieron lo más rápido que sus piernas les permitieron, hasta llegar al fin del recorrido, ambos estaban en un profundo pánico, pero sintieron sus corazones volver a latir con normalidad al momento de ver a un simple Danpa muerto, él era el responsable del vestigio de sangre y no su hermanito, suspiraron aliviados y aún más al momento de ver al Monkey al lado del cuerpo, picándolo con un palito, estaba bastante desabrigado. –¡Luffy!–gritaron los dos al mismo tiempo mientras se acercaban a su hermano. –Oh, hola, por fin aparec–no pudo terminar de hablar al recibir un gran abrazo por parte de sus hermanos. –¡Idiota nos preocupaste!–hablo Ace, mientras lo sujetaba más fuerte. –¡Jamás en tu vida vuelvas a salir solo sin avisarnos!
El más pequeño con una gran sonrisa ante la preocupación de los dos mayores, correspondió mientras los envolvía en sus brazos de goma. Luego de un rato, se separaron y comenzaron a caminar de vuelta a su casa del árbol, Sabo le había devuelto la sandalia que a su hermano le faltaba. –Oye, Lu ¿no tienes frío?–le pregunto el de azul. –¿Que? ¿Por que lo tendri–por harte de magia un gran escalofrío recorrió su cuerpo y se abrazó a si mismo en busca de calor. –Idiota, ten–dijo Ace mientras le pasaba su chaqueta. –Gracias, pero ¿a ti no te dará frio? –Tsk...no soy tan débil como tú.
Estuvieron peleando todo el regreso a su escondite, mientras Sabo los observaba con una sonrisa, estando consciente de la extraña forma del pecoso de dar amor. Al llegar comenzaron a cocinar la carne que los mayores habían traído. Comían bastante felices mientras charlaban de cualquier cosa y se reían de casi todo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al día siguiente, Sabo y Ace se despertaron más temprano que el tercero como era costumbre, pero se les hacía raro el verlo removerse tanto, estaba algo rojo. –¿Crees que esté teniendo otra pesadilla?–pregunto el rubio. –Tal ves–le respondió mientras se acercaba al menor y tocaba su frente–Mierda, Lu está hirviendo, el idiota se enfermo. –¿Que?–se acercó y también tocó la frente del menor para confirmarlo–¿Será un resfriado? –No lo se. –¿Deberíamos llevarlo con Dadan? –No planeo volver a donde esos roñosos bandidos. –¿Y Makino? –¿Quien? –La chica de pelo verde que nos hizo ropa, la que vive en la Villa Foosha. –El abuelo no nos deja ir a allá. –Si Luffy empeora en los próximos días, iremos.
Ambos estuvieron de acuerdo con la idea y los próximos 3 días, se la habían pasado cuidando al menor, no lo dejaban solo por nada, solo uno salía a cazar y el otro se quedaba. –Oye Sabo, ve y trae algo de comer y beber–le ordenó el pecoso mientras colocaba una toalla húmeda en la frente del pequeño. –¿Por que tengo ir yo de nuevo? –Porque no confió en ti para quedarte con Lu, terminarías matándolo a los 3 minutos de que yo me vaya. –¿No que no te importaba?–hablo con un claro tono de burla en su voz. –Me sigue importando un carajo, pero no quiero que nuestro abuelo nos mate. –No es cierto, estás preocupado por él y por eso quieres quedarte–indicó usando la misma entonación de antes. –Eres un hijo de puta, Sabo, ahora ve y haz lo que te dicen–hace bastante tiempo que Ace no ocupaba tan malas palabras por la presencia del más pequeño, pero el rubio ya lo estaba hartando. –¿Me voy a morir?–le pregunto el menor, cuando su otro hermano ya se había ido. –Claro que no, tampoco es tan grave...creo–murmuro lo ultimo, sin intención de alterar al contrario. –Yo no quiero irme aún–dijo el pequeño al borde del llanto. –Oye, oye, no te atrevas a llorar–amenazo el mayor–Ademas creí que ya te has intentado suicidar antes–le recordó, arrepintiéndose de sus palabras al momento de pensarlas bien.
El pequeño estuvo callado un rato, mientras que Ace estaba maldiciéndose a si mismo en silencio. –Esas situaciones son diferentes, no es con la intención de morir, si no que de negarme a hacerlo, cuando estuve encadenado lo pensaba porque lo que tenía ahí no era una vida, solo era un objeto con el cual jugar y ahora que estoy con ustedes me siento como una persona, que los ama y mucho, no me gustaría irme si recién los tengo a mi lado hace tan poco–le explicó, mientras el pecoso lo miraba con atención, bajo un poco su cabeza y le tomó la mano al Monkey. –No te pongas dramático, en un par de días estarás mejor, te lo prometo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pasó 1 hora y Sabo llegó, se sorprendió bastante cuando vio a sus dos hermanos acostados, el mayor abrazaba al de sombrero, mientras este se acurrucaba en su pecho, estaban dormidos. Sonrió con ternura y algo de burla, dejó lo que trajo en un rincón y les acomodo las mantas a ambos, para luego acostarse a su lado y al rato también quedarse dormido.
Pasaron 2 días después de eso y el menor no parecía estar mejorando, así que sus hermanos decidieron llevarlo con Makino, esperando que ella sepa que hacer.