Garp desaparece por 2 meses y un día vuelve con un niño en brazos, pero aquel azabache estaba marcado con un extraño símbolo en su espalda.
Sabo recuerda haberlo visto en alguna parte y a Ace no le interesa saber.
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Era de noche y los dos hermanos mayores estaban acostados mirando el techo, conversando de cualquier cosa, como hace tantos años hacían. –¿Crees que este bien?–pregunto el pecoso. –¿En serio lo preguntas? Idiota, por supuesto que no, debe de estar destrozado mentalmente, te vio "morir", hasta yo pensé que no podríamos salvarte y tus heridas deben de reposar por lo menos unos 5 meses. –Vaya, de verdad que arruine todo–comentó junto con un suspiro pesado. –Sigo sin entenderlo, ¿por que te niegas a huir de una pelea? –Hasta el día de hoy eso se me hace confuso, pero tengo una idea del por que. –¿Entonces..? –Luffy estaba detrás de mi, pensaba que si ese hombre llegaba a escapar con vida, al ser heredero de Dragon y hermano de puño de fuego, lo buscaría y acabaría con el, o peor, lo llevaría con los Tenryuubitos, solo quería protegerlo, pero no pensé en lo agotado y exhausto que estaría por la batalla, cuando lo vi derrumbarse y caer a los pies de Akainu, supe que me había equivocado al parar de correr. –Tu en serio planeabas morir. –No te hagas el sorprendido, se perfectamente que hubieras echo lo mismo–a ambos se le escapó una leve risita. –Lo extraño mucho, tienes suerte, tu lo viste hace pocos meses, la última ves que yo estuve con el, fue en una montaña de basura mientras unos piratas nos sujetaban a los tres. –Ese día fue uno de mierda, Luffy no paraba de llorar en la noche y no tenía ni la más mínima idea de que hacer, pensé en tirarlo de nuestro hogar hacia abajo. –Peor fue que literalmente a los dos días, yo "morí", aunque solo perdí la memoria. –Hablando de eso ¿como la recuperaste? –Bueno...es una historia un poco larga.
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Sabo estaba haciendo sus deberes habituales en uno de los escondites de los revolucionarios, no había sucedido nada interesante en esos días, hasta que uno de los tantos hombres que servían en aquella base, entró corriendo a su habitación, sin tocar. –¿Que pasa?–pregunto, algo alterado a tal interrupción. –¡Habrá una enorme guerra en la base de la Marina! ¡Mugiwara estuvo en Impel Down y ahora se dirige a Marine Ford! ¡Va a rescatar a Puño de fuego! –¿Mugiwara? ¿Puño de fuego? ¿Quienes son?
El hombre sacó 6 fotos de su bolsillo y se la entregó, eran sacadas en las entrañas de la prisión, habían solo 2 de un chico pecoso y las otras 4 eran de uno con un sombrero de paja, que se le hacía extrañamente familiar. Las dos primeras eran de un azabache de unos 20 años, iba encadenado y en la otra siendo escoltado por guardias. Las otras cuatro eran mayormente de un chico entre 15 y 17 años, corriendo, pero en la última estaba cubierto por un líquido morado, el cual el rubio reconoció al momento, el veneno de Magellan.
Un fuerte pitido comenzó a sonar en sus oídos, su mundo comenzó a dar vueltas, pero con un punto fijo, el rostro de esos dos piratas. –El que fue atacado por Magellan...¿está muerto?–pregunto, con un hilo de voz. –No, ahora se encuentra de camino a Marine Ford para rescatar a su hermano de ser ejecutado, de echo, por órdenes del jefe debemos llegar y protegerlo a toda costa.
Sabo sentía la necesidad de apoyarse en algo, algo se le vino a la cabeza, era un señor anciano que les decía algo a él y a un niño pecoso a su lado, "Su papá es Monkey D. Dragon, el revolucionario". –Debemos se protegerlo porque es un hijo. –¿Ah? Si, iba a decirle eso, pero ¿está bien?
Su entorno dejó de ser relevante, pronto miles de imágenes comenzaron a azotar su mente, palabras sueltas de voces de 2 niños, la risa de ambos y el símbolo de los Dragones Celestiales en uno de ellos. Cerró los ojos con fuerza y sujetó su cabello en un intento de que el mareo cesara, todo ello que llenaba su cabeza, no eran simples paisajes de 3 hermanos, no, eran recuerdos, abrió los ojos abruptamente al notarlo. –¡ACE! ¡LUFFY!–grito con todas sus fuerzas, alarmando al hombre frente a él, que luego tomó del cuello–¡¿Donde esta Dragon?! –A-Ah, en la ala oeste, en su oficina.
Lo soltó y corrió hasta haya, la puerta estaba cerrada, así que sin dudarlo, la pateo con fuerza, abriéndola y entrando en busca del líder Revolucionario. –Sabo, no entres así–regaño, mientras lo volteaba a ver, el de azul se veía muy enojado, más de lo que lo había visto jamás. –¡¿POR QUE MIERDA NO HICISTE NADA?! –¿De que hablas? –¡¿EN SERIO NO SABES?! ¡HACE 15 AÑOS SE LLEVARON A LUFFY! –¿Hablas de su desaparición? Estoy consciente de ello, el Vice Almirante Garp lo público en los periódicos. –¡¿Y en serio no tienes ni la más mínima idea de donde estaba?!–Sabo se veía visiblemente muy alterado. –Necesito que te calmes, si de verdad te preocupas por el, acata las órdenes y ve a Marine Ford. –¡EL FUE ESCLAVO!–increpó, ignorando totalmente sus palabras–¡Fue subastado y vendido a los Tenryuubitos! ¡Ellos lo torturaron! ¡Se adueñaron de cada parte de su piel con golpes y heridas profundas! ¡Lo marcaron completamente!–tomó unos segundos para respirar en un intento de calmarse, pero no sirvió de nada, porque su ira solo aumentaba. –¿Que..?–pregunto el de verde, atónito. –¡Maldita sea, Dragon! ¡ABUSARON DE ÉL! ¡Incontables veces lo hicieron! ¡Nadie los detuvo! ¡No hubo ni una sola persona que trató de buscarlo o ayudarlo! ¡Ni siquiera tu! ¡Tenias el puto poder de encontrarlo y dejaste ese trabajo a la Marina, que no era capaz de hacer nada! –¡Eso no es verdad!–exclamo, enojado por aquella declaración–¡NO PUEDE SER CIERTO! –¡Pues lo es! ¡Estuvo 4 años en una celda y su padre no hizo nada!
Eso desató la rabia del mayor, había visto las cicatrices de su hijo cuando lo salvó de Smoker, pero pensó que simplemente eran de batalla. Cerró su puño y golpeó el estante que le quedaba más cerca, rompiéndolo por completo y haciendo que las cosas que poseía, cayeran al suelo. Luego de aquello, todo se descontrolo, comenzó a destruir lo que tenia a su alcance, gritaba maldiciones, mientras que todos los que estaban en las instalaciones trataban de detenerlo, sin éxito, Sabo solo lo miraba, sin decir o hacer nada y hubiera seguido en eso, de no ser porque su tiempo se acababa, así que sé acercó a paso determinado a donde Dragon. –¡Escúchame! ¡Si de verdad quieres remediar eso a Luffy! ¡Ayúdalo a salvar a su hermano! ¡Debemos rescatar a Ace!
El Monkey lo miro fijamente y tuvo que contenerse, tenía razón, tomaron uno de sus tantos barcos y con los revolucionarios que se encargaban de el trabajo de campo, zarparon. –No volveré a dejar que ninguno de esos malditos, vuelva a tan siquiera tocar a mi hijo.
Fue lo último que dijo el de verde antes de encerrarse, esperando hasta llegar a Marine Ford.
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–¿En serio estaba tan enojado?–pregunto el Portgas, sorprendido. –Créeme, si algún Marine llegaba a cruzarse con el, lo haría pedazos con sus propias manos.
Alguien toco a su puerta, al dejarlo pasar, era uno de los revolucionarios, fue mandado a darles la información más reciente que habían conseguido. –Logramos encontrar el paradero de Mugiwara, ya fijamos el curso hasta haya, ahora nos dirigimos a Amazon Lily.