Retratos

71 15 77
                                    

Alexander se obsesionó con su idea. Rebuscó por la casa algún retrato o alguna foto de Eleanor. Parecía haber poca cosa. Le quedaba ver unos álbumes de la habitación de John. Era complicado verlos, él siempre estaba allí.

Intentó entrar y tomar algunos cuando John se quedó dormido y, fue bastante fácil. Esperaba haber acertado o tendría que repetir la estrategia otra vez en la noche. Abrió el primero.  No fue difícil identificar a John. No importaba si era una foto de veinte jóvenes vestidos con frac, encontraba a John en un tiempo récord.

Vio fotos de hace muchos años, John llevaba un corte de cabello muy distinto, aunque siempre tendía a largo. —Encontró fotos familiares, antiguas, pero le servían para ir despejando sus dudas. Eleanor estaba sentada, a su lado había un bastón, de hecho, era el bastón que John habitaba llevar. John estaba a su lado en la foto, como en la mayoría del álbum, vestido de frac o de chaqué. No era demasiado innovador.

Debería haberlo devuelto después de resolver sus dudas, pero siguió mirando el álbum. Le encantaba saciar su curiosidad. Habían fotos con Francis, si se veían muy unidos. Francis parecía muy bajito al lado de John, tenía aquello sonrisa burlona de la que hablaba Elizabeth. Habían fotos en un lugar bastante festivo al parecer, aunque no era una discoteca muy normal, parecía algo más formal y del rollo de esas familias.

En una de las fotos aparecía la chica del cabello rizado con John. Parecían ser amigos muy cercanos. Habían fotos donde parecían ir incluso algo pasados de champán o lo que sea que bebiesen esos chicos. Habían fotos donde no conocía a absolutamente nadie, unas en un gran grupo de gente, todos llevaban unos escapularios sobre el traje. También se veía contento.

Las fotos de después del accidente eran bastante distintas. Eran nas tristes y apagadas. No solía sonreír y tampoco habían muchas fotos. Algunas por navidad y algunas familiares. Aquellas veces, era John quien ocupaba una silla en las fotos y dejaba el bastón a un lado.

—Hola— dijo una voz pequeña asomándose a la habitación de Alexander. —Jack necesita que le ayudes— dijo Harry y Alexander asintió. Dejó los álbumes de lado y fue a ver a John. Le pidió que llamase a una enfermera y poco más.

—¿Pero estás bien?

—Sí— contestó tumbado en la cama y Alexander lo observó bien.

—¿Querrás ir mañana a la ópera?— Preguntó el pelirrojo para no dejar morir la conversación. John asintió ante aquella propuesta y no volvió a decir nada más en toda la noche hasta que llegó la enfermera. John hizo que Alexander se marchase y nunca supo que sucedía.

Al día siguiente intentó sonsacarle algo de información, pero no lo consiguió. Se veía bien, algo más contento de lo habitual. Llegaron de nuevo a la ópera y se sentaron donde era costumbre. Aquellas butacas eran realmente cómodas. Empezó la función y John ya parecía suficiente sumergido en ella como para que Alexander pudiese distraerse un momento.

—Oh...— murmuró John y Alexander se dió la vuelta rápidamente hacia él. Había alguien abrazando a John por la espalda.

Alexander se levantó y rápidamente de dió cuenta que era Francis. —¿Qué haces aquí?— Preguntó Alexander viendo a los intensos ojos verdes de su amigo.

Los tres se levantaron y se retiraron del palco hacia el pasillo para hablar. —¿Qué sucede?

—Solo quería volver a ver a John— aseguró Francis y John le miraba callado de arriba a bajo. —Su padre no se enterará, tranquilo. Quería verlo ya que me hablas tanto de él.

—Fran— murmuró John dándole un abrazo que el otro le devolvió.

—Estás guapo— aseguró Kinloch. —Hace tanto que no te veo. Alexander me ha dicho que todo está bien.

El Ayudante De Cámara PERFECTO | LamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora