Si, Alpha

Luna Llena

Siento la tardanza. ¡Pero ya ha llegado!

Aviso, capítulo no apto para sensibles... si ya sabes a lo que me refiero ;)🔥

Capítulo largo... y sabroso.

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La Luna ilumina el cielo en todo su esplendor, tanto que hasta los animales nocturnos se mantienen escondidos sabiendo que serán presas fáciles bajo aquella luz azulada.

Sobre todo, por los animales que esta noche están más presentes que nunca. Los lobos.

La noche de los instintos. La noche de los lobos.

Y justo uno de estos es el que se encuentra, en su forma humana, tratando de distraerse con cualquier cosa del dulce olor de la loba al otro lado del pasillo.

Sus sentidos intensificados no ayudan, su piel quema por corresponder la de su mate y su lobo está como loco por sucumbir a los instintos que salen en luna llena.

Le dijo que se mantuviese alejada aquella noche, ¡y cuanto se arrepiente por ello!

Darius se recuerda que aún no está lista, que no comprende bien que es lo que ser un lobo con mate conlleva y que es lo suficientemente fuerte para pasar aquel celo solo. Pero en el fondo sabe que es mentira.

El agua fría de la ducha cae sobre su piel como una lluvia reconfortante después de un día estresante. El gran Alpha cierra los ojos y trata de concentrarse sólo en aquel frescor. Pero su respiración se vuelve más pesada cuando siente aquel latido ajeno en la otra habitación que, acelerado, siempre al mismo ritmo que el suyo, parece reclamarle.

Niega repetidamente tratando de sacárselo de la cabeza pero sus garras parecen crecer como toda queja de su lobo.

Tal vez debería salir a correr en su forma animal para despejarse. Pero es el primer celo con su Luna y teme que algo le pase, o que alguien se le acerque.

Demasiado cerca pero tortuosamente lejos de ella. Así se siente.

Darius levanta aquella mano casi temblando, pero tan solo gira la llave para enfriar más el agua.

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Luna agarra su estómago bajo tratando de parar el dolor. Uno extraño y algo agradable a la vez que insoportable.

Sara se lo había explicado. El celo. Ella nunca había tenido uno cuando los cazadores la tenían. El médico le explicó que seguramente fuese por algún medicamento en aquellas pastillas. Y a pesar de que su amiga le había explicado que iba a pasar, jamás se imaginó que se sintiese así. Deseosa.

No está lista. Y sin embargo ¿Qué es eso que siente en la parte baja de su estómago? ¿Qué es esa necesidad que le grita por Darius?

Darius. Su mate. Él mismo le dijo que le daría su espacio, que no se preocupase por aquella noche. Pero su loba lloriquear por un hombre que no aparece, sintiéndose sola en aquella habitación en la que cada vez parece hacer más calor a pesar de que la chimenea está apagada.

¿Es verdaderamente lo que quiere? ¿Ese espacio? Porque a pesar de ser poco más de veinte metros de pasillo, nunca se había hecho tan largo.

Los pasos de Luna retumban por la madera, despacio. Ni siquiera sabe en que momento tomó la decisión de salir de esa habitación que se supone que le brindaría la seguridad en esta noche de Luna llena. Pero la única seguridad que necesita es la de su Alpha, y sabe que solo con él está a salvo.

El pasillo está más silencioso que de costumbre. Normal, puesto que todos se han ido a pasar el celo a sus respectivos hogares. Incluso Sara desapareció hace un par de días sin planes de volver en toda la semana.