— Vete!
— Luhan! Es por su bien.
— Vete! Acabas hablar de mi mejor amigo como si se tratara de un cualquiera. No te lo permito.
— Simplemente te digo que deberías aconsejarlo. Zhan es un empresario muy importante a nivel internacional... ¿Sabes que pasaría si alguien se llega a enterar que se ha enredado con un doncel casado?
— Tú mismo lo has dicho. Xiao es un hombre. No es un niño. Y no es como si Yibo hubiera entrado a trabajar a esa empresa con el único fin de enredarse con Xiao. Simplemente sucedió.
A decir verdad, Luhan no tenía idea de todo lo que había pasado entre Zhan y Yibo. Yibo no había abierto mucho la boca respecto al tema debido a que se sentía totalmente avergonzado, pero Luhan confiaba plenamente en el. Incluso se alegraría si Yibo hubiera conocido a alguien más.
— No te enojes conmigo.
Luhan le tiro un cojín del sofá en la cabeza. — Justamente ahora no te quiero ni ver.
Estaba furioso, pero llevando puesto uno de los hoodies de Sehun, exponiendo sus piernas largas mientras se cruzaba de piernas en el sofá... En su sofá, en su apartamento. Sehun no lo podía tomar en serio. Respetaba su enojo, pero lo encontraba adorable. Así que sonrió levemente.
— Vete! — Gruñó. El ahora pelirrojo.
— Estoy en mi casa.
— Pues piérdete de mi vista o si no que el se va soy yo.
Finalmente le dejo solo y se encerró en su estudio hasta que le pasara el enojo.
***
— Yibo...
Finalmente el otro doncel había contestado el teléfono.
— ¿Todo bien? Mi hora de almuerzo esta a punto de terminar. Así que...
— Quería decirte que el chismoso de Sehun me ha contado algunas cosas. Aparte de que le di su merecido por andar hablando de ti... Me sentí preocupado...
— ¿De qué estamos hablando?
— ¿Tú y el señor Xiao?
Yibo había dado un bocado y por poco se había atascado con su comida. Mientras su rostro se ponía completamente caliente.
— ¿Qué dijo exactamente?
— ¿Por qué no me lo dices tu? — Luhan hizo un mohín que Yibo no podía ver. Pero escuchaba ese tono de voz casi de reclamo. — Soy tu mejor amigo, ¿No?
— No es algo que te pueda decir por teléfono.
— Entonces es cierto.
— Lo siento. Es... Es...
Yibo palmeo su rostro y casi se escondió avergonzado. — Soy el peor ser humano. ¿Esta bien?
— ¿Llegaron a la fase 3?
Yibo paso entero recordando las manos de Zhan sobre su cuerpo y se sintió sediento. Luhan pudo escuchar como su respiración se iba agitando poco a poco.
— Cielos.
— No... No... Pero... — Jadeo y se relamio los labios.
— Debes tener cuidado. Aunque me pelee con Sehun, creo que de algún modo le doy la razón. No quiero que salgas perjudicado. Tu espo... Zhao Ling es parte de las directrices de la competencia.
Yibo ya había pensado en ello. No quería intervenir en la carrera de Xiao, pero puesto en los terminos de Luhan, si el se involucrará con Zhan. El peor parado sería el pelinegro. Seguramente podría afectar su imagen y credibilidad.
Yibo suspiró. — Detendré esto. Hablaré con el.
***
Yibo dejó su almuerzo a la mitad y la preocupación hizo lo suyo. Una más. Últimamente comía muy poco y su apetito no podía mejorar.
Si tan solo el pudiera presentar el formulario de solicitud de divorcio por su cuenta. Sin esperar el consentimiento de Zhao Ling... Ya que no se trataba de un caso de violencia o algo que según los términos legales "justificara" la separación... Incluso si alegaba infidelidad... ¿Qué tenia para probarlo?
Su teléfono vibró señalando que era hora de regresar a su jornada laboral. Como era costumbre... Xiao seguramente había pedido algo en alguno de los buffetes. El mismo había seleccionado el menú.
El pelinegro estaba inmerso en el documento en su computadora y solo pudo escuchar el clic...
— ¿Organizaste todo para la junta de mañana o falta algo?
— Me falta poner la presentación en la computadora de la sala de juntas y ya esta... También debo llamar a dos de los socios que no han confirmado.
— Eso es muy importante, por favor.
— Presidente... — Yibo acarició su cuello y mordió su labio inferior. Zhan en un comienzo tenía toda la intención de mantener su atención en la pantalla. Pero cielos... Quería ser él mordiendo sus esponjosos labios.
— ¿Pasa algo?
Yibo bajó la mirada que Zhan había conectado con la suya. Sus mejillas se pusieron levemente rosadas con la voz un poco más profunda del pelinegro.
— Yo... Al menos... Hasta que me divorcie. Lo mejor seria conservar la distancia. — Entonces Yibo humedecio sus labios mostrando a Zhan aquel deseo que muchas veces trataba de suprimir. Con su respiración un poco pesada le comunico... — Esta aventura. Es mejor esperar... Para que no resulte perjudicado.
Zhan recorrió al doncel con la mirada de pies a cabeza. No podía fingir que no estaba interesado. El concepto de aventura estaba implícito... En los besos que se habían dado y en la manera en que todo se había dado. En el calor que recorría por sus pieles.
Yibo sintio que se podía derretir. Zhan por su lado se aclaro la garganta y no fingió ni disimulo un poco para ajustar su pantalón en el área de la entrepierna.
— Esta bien.
Yibo liberó un gemido por el movimiento descarado.
Ansioso...
Deseoso...
De aquello que tanto había querido obtener de otra persona pero se le había negado. No pudo quitar sus ojos de Xiao. Sus manos firmes ajustadas en el teclado... Los labios gruesos humedeciendose...
— ¿Algo más?
Yibo negó. Las palabras no salían de su garganta... Pero si Xiao le decía que se acercara. Que se ubicará en su regazo, no había forma de que el se negara.
Salivo mientras el aroma invadió la habitación debido a todo el líquido que lubricaba de él.
