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Yibo tomó un taxi.

— Buen día.  ¿Hacia donde vamos?

Cuando el conductor le preguntó. Su mente se elevó. Lo último que quería era ver el rostro de Zhao Ling quien había estado insistentemente llamándolo. A pesar de todo, seguían legalmente ligados y el se sentía culpable por no tener el más mínimo arrepentimiento... Se sentía un poco culpable por sonrojarse y sentir el calor recorriendo sus venas cuando repasaba cada uno de los momentos que había vivido la noche anterior.

Jamás en su vida se había sentido tan completo y feliz.

Saciado.

Deseado.

Irresistible. 

Yibo miró por la ventana como el auto empezaba a moverse.

— ¿Señor?

— ¿Sí?

— Me indica a donde se dirige por favor.

Yibo paso entero. En su mente había quedado cada recuerdo incluso mientras se organizaba las prendas y Zhan se había marchado... Hasta había olido las sábanas para guardar en su memoria la mejor noche de sexo que había tenido en su vida pero que desafortunadamente no se debía repetir.

— Diríjase a los edificios del centro. En un momento le confirmo la dirección.

— Muy bien.

Yibo tomó su teléfono y texto.

— ¿Estás solo?

Luhan contestó solo dos minutos después dejando a Yibo ansioso y en vilo. Su teléfono no dejaba de vibrar por los mensajes y llamadas de Zhao Ling.

— ¿Al menos dime que estas bien? Yibo no seas así. Me tienes preocupado. No llegaste a dormir.

Yibo suspiró. Lo llamaría cuando llegara a donde Luhan si es que esté le permitía quedarse ahí. Después en la tarde iría a recoger sus cosas. Aunque por su mente no pasaba la más remota idea de continuar con Xiao, era como si una venda hubiera caído de sus ojos.

Los ojos de Yibo se cristalizaron.

¿Cuántas veces no se echó la culpa de que su matrimonio no funcionará?

Al final no fue su culpa.

Con los ojos cristalinos trató de leer el mensaje de Luhan. — Sehun se acaba de ir. ¿Vienes?

— Mn.

— ¿Pasó algo?

— ... Te contaré cuando este ahí.

— No. ¿Cuánto te demoras? Zhao Ling llamo a preguntar por ti... ¿Dónde estás? ¿Estás bien?

En seguida el pelirrojo intento comunicarse con el, llamandolo.

— No llames. Te hablo cuando te vea.

Luhan se comió las uñas por treinta minutos en los cuales preparo café y revolvió algunos huevos con tocino en un sarten. Conociendo a Yibo, no habría desayunado aún.

Su impaciencia llegó al límite cuando el timbre de la puerta sonó. Luhan abrió la puerta en el acto.

– Bebé...

En seguida lo estudio de arriba abajo, los ojos de su amigo brillaban... Podria reconocerlo porque ultimamente Yibo se veia muy apagado... No así... Pero sus ojos no eran lo único. Su inquietud aumentó.

— Estás... Te ves diferente. — afirmó casi acusando.

Yibo esbozó una sonrisa tímida.
— ¿Diferente?

— Sí. No sé... Te hiciste una mascarilla para la piel. Te ves más fresco... menos... – Después de pensarlo, encontró la frase perfecta. — Como si te hubieras quitado un peso de encima.

En un comienzo, Yibo no tenía intenciones de comentar nada sobre la noche anterior, pero Luhan lo conocía tan bien.

Yibo se sentó aceptando la tasa de café que le ofrecieron.

Dibujo una sonrisa ladina aceptando su cometido.

Luhan lo siguió expectante sin despegar sus ojos de él.

Después de un sorbo de café y un suspiró prolongado. Finalmente miró a Luhan.

— Yo... anoche... Tuve el mejor sexo de la vida.

Lu Han preguntó con el ceño fruncido. Algo no era razonable para el. — ¿Te reconciliaste con Zhao Ling?

¿Había aprendido algo el bueno para nada al fin?

Yibo lo miro incómodo primero por la mención de su esposo y movio sus pestañas hacia abajo sonrojandose. — Con el presidente Xiao.

Por un momento la mandíbula de Luhan se desencajo. — ¿Hiciste que?! ¿Con quien?

A pesar de que no había dado el primer sorbo ni el primer bocado inevitablemente empezó a toser.

Dispassionate //ZhanYi // MPregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora