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— ¿Qué crees que haces?

Si Zhao Ling pensó que Yibo iba a correr a rogarle porque sus tarjetas habían sido canceladas estaba muy equivocado. Yibo no solo se veía más molesto y desde que llegó esa noche a la casa solo le había dado una mirada afilados sino que estaba tomando algunas de sus prendas y las estaba metiendo en una maleta.

El doncel no musito palabra, y por el contrario se enfureció mientras estrujaba su ropa cada vez más.

— Yibo... bebé. Hablemos.

Zhao Ling trató de sostener sus manos pero Yibo se apartó.

— Dejame!

— Tenemos que hablar. Bebé, no puedes irte así.

— Tu... ¿Cómo te atreves?

— Se que estás enojado, fue algo torpemente. Lo sé... Lo puedo arreglar.

— No me importa. Buscaré un trabajo. Ya no me importa nada que tenga que ver contigo.

Yibo siguió luchando hasta que su marido lo abrazó y sus músculos se debilitaron sintiéndose vulnerable ante el toque haciendo que su pecho se apretara.

— Escuchame bebé... Escuchame.

Zhao Ling buscó a Yibo. Él doncel pudo ver las lágrimas en el rostro del otro y no pudo contenerse.

— Hablemos por favor...

— Ya no sé... Quien eres. — Yibo sorbio limpiando con sus dedos largos las lágrimas que salian a borbotones de los ojos de su esposo.

— No te conozco.

— Me equivoque... Puedes perdonarme. No sé que hacer... No sé que hice... Pensé que te daba todo y de repente fue como si una ilusion se rompiera. Me asusté cobardemente. Pensé que me dejarias en cualquier momento.

— Yibo... Yo te amo... Sabes que te amo. Sabes que siempre has sido lo primero. Haré lo que tu quieras.

— Ya no sé. —

Zhao Ling ahora estaba realmente asustado. El brillo en los ojos de su pequeño esposo se estaba apagando... Había sido demasiado estúpido para saber que ejercer el control financiero no significaba nada más que la desilusion, pero seguía aterrado. Estaba perdiendo a Yibo y ya no sabía cómo recuperarlo.

— ¿Te ayudaré? ¿Esta bien? No volveré a cancelar tus tarjetas... Yo... Tú eres El dueño de todo mi dinero.

— Yo... — Yibo se limpió las lágrimas. El problema estaba solucionado pero no se sentía así. Tenía una sensación amarga  en su boca.

— Bebé. — Zhao Ling tomó sus manos. — Mi precioso esposo. Nunca te faltara nada. — Zhao Ling entregó sus tarjetas y Yibo entrecerro los ojos.

La manzana de Adam de Yibo se movió. Zhao Ling lo miraba expectante y nervioso.

— Yo no quiero tu dinero.

Yibo negó y no recibió lo que su marido le daba. Zhao Ling entró en pánico.

¿Lo iba a dejar?

Yibo no podía.

— ¿Puedes perdonarme? ¿Podemos hablar? Yo te amo y se que aún me amas... Yibo no tiremos nuestro matrimonio a la basura. Por favor. — Suplico.

— Yo... hablaremos. Pero buscaré un trabajo y pagare mis gastos. En adelante usare mis ahorros... Y...

— Bebé... Por favor.

— No insistas. Hablaremos en mis términos.

Zhao Ling se jugo la última oportunidad en la que podría pensar. El le diría a Yibo que buscaria una vacante en su empresa y eso le daría tiempo para que todo volviera a la normalidad.

— Te ayudaré está bien. Como no tienes experiencia... Tal vez es un poco difícil.  Lo mejor es que yo pregunté.

Yibo asintió incomodamente por el comentario. Sintió que tecnicamente le decía que no lo podría lograr... Pero decidió darle el crédito a su marido por última vez.

—Sería genial.

Dispassionate //ZhanYi // MPregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora