Había pasado más de una semana. Yibo iba y venía casi siempre en compañía de Zhan para los eventos.
— ¿De qué hablan? — Se acercó Zhan con una copa alcanzandosela a Yibo
— Sí, ese tipo de negocios ha crecido más de un treinta por ciento. Es muy prometedor. — Yibo terminó de decir. — Del porcentaje de starters que hay en la industria.
Yang Yang sonrió entretenido. — Este asistente tuyo está muy bien informado. Te felicito. Siempre contratando la gente más competente.
Zhan frunció el ceño y miró a Yibo asintiendo en un lenguaje implícito hacia el pelinegro.
— En realidad, han sido las oportunidades de formación que nos ha brindado el presidente Xiao, que he podido aprender tanto. Aunque tenía mis estudios estaba un poco desactualizado.
— ¿Es así?
Zhan asintió.
— Siempre hay algo bueno que aprender del presidente Xiao. Tal vez te visite alguna vez... — Yang Yang miró con detenimiento a Yibo, el cual esquivó la sonrisa y el comentario mientras tomaba un sorbo de la copa que había traído Zhan.
La conversación era amena y alegre, hasta que una de las emprearias más reconocidas se acercó a Zhan.
— Zhan! Tiempo sin verte.
Ella tomó el brazo del pelinegro y Yibo con la copa en la mano contuvo la respiración. Era una mujer con un porte extremadamente elegante que supuraba belleza, su piel blanca era brillante... Fueron muchos los asistentes que dirigieron su mirada hacia donde estaba la mujer y precisamente con uno de los hombres más llamativos del medio.
— Angela... Este es mi...
— Soy el asistente del señor Xiao.
Yibo inmediatamente interrumpió, incómodo al ver como la mujer se había acercado tanto. Necesitaba una excusa para salir ya de ahí.
Zhan pareció un poco confundido de nuevo por la manera en la que Yibo se presentaba en la reunión. Incluso molesto.
— ¿Oh este es tu asistente? He escuchado excelentes comentarios de tu personal. Señor ...
— Wang.
— Señor Wang. — Repitió Angela con una sonrisa encantadora. —¿Te molesta si te robo a tu jefe por un momento? Me encantaría ponerme al día.
— Angela. Me alegra verte, pero no hay necesidad de...
Yibo de nuevo interrumpió. — En realidad está bien. — Con la incomodidad en su pecho. — Debo hacer un par de llamadas sino le molesta Señor Presidente.
Zhan no tenía intenciones de dejarlo ir de esa manera y menos de quedarse a solas con Angela,p pero la mirada de Yibo era suplicante.
¿Estaban realmente en una relación ahora?
¿Acaso Yibo no se daba cuenta que Angela le estaba coqueteando?
— No hay problema. — Después de que Yibo se retiro casi huyendo, miró a Angela.
— Me alegra saber que estas bien, pero como siempre te he dicho. Angela, lo siento pero no hay interés.
— Se que no hay interés. — La mujer rodó los ojos. — Pero no puedo perder la oportunidad de ser la envidia de mis amigas siendo capturada en cámara con el hombre más guapo.
Zhan sonrió levemente. — Agradezco el cumplido, debo hacer algo también. Espero que encuentres una compañía mejor.
— Uhm Xiao. No hay mejor compañía que tu.