— ¿Por cuanto tiempo? — Yibo preguntó un poco decepcionado.
— Serán 15 días en Europa y una semana en los países Árabes. — Zhan le había acabado de informar sobre su próximo viaje.
Yibo después de varios meses en los que prácticamente no se había separado de Zhan, se sentía un poco incomodo de pensar que no lo vería por tanto tiempo. Sin embargo desde un comienzo sabía que el trabajo de Zhan demandaba mucho tiempo. Su fortuna no se había construido de la noche a la mañana y era algo que no podía tomar a la ligera.
Así que fingió una sonrisa en el transcurso de la cena en la que Zhan había ordenado toda clase de mariscos. La comida estaba deliciosa y Zhan levantaba sus palillos cada vez para que Yibo saboreara cada uno de los alimentos dispuestos.
— No más. — Exclamó. — Estoy completamente lleno. — No me cabe nada más.
Zhan se acercó a el con una sonrisa coqueta. — ¿Estás seguro de eso?
Yibo se sonrojó de inmediato. — Estoy hablando estrictamente de comida.
— ¿Así que es así?
Aprovechando que estaban en una sala privada en el restaurante y ña luz era tenue, Yibo se acercó a el y le rozó con sus labios el mentón afilado del presidente.
Zhan se había quedado pensando por un instante. Le era imposible guardarse las cosas.
— ¿Yibo?
— Mn. — El tono serio del presidente le hizo apartarse. —¿Qué sucede?
Abrazó el torso del hombre sintiendo la firmeza del cuerpo y embriagandose del perfume.
Amaba como olía Zhan. Era totalmente masculino y envolvente.
— ¿No quieres ir?
— Claro que si. Solo tomemos algo antes de...
Zhan negó. — No me refiero a eso. Esta noche definitivamente te vas conmigo. Prefiero que estes conmigo y dejes a tu amigo con Sehun en su intimidad. — Zhan relamio sus propios labios con anticipación.
— ¿Entonces?
— Europa.
Yibo lo miró un poco confundido.
El no tenía nada que hacer en Europa. Sólo iría a ver como Zhan se desenvolvía en su medio y se ocupaba cada vez.
— No tiene sentido. No existe forma de que pueda ayudarte. Puedo manejar los asuntos de asistencia desde aquí.
Con cada palabra que Yibo decía, Zhan parecía un poco indignado.
— Acabamos de empezar a salir oficialmente. ¿No vas a extrañarme?
Ciertamente Yibo había sentido la presión en el pecho pensando en la ausencia de Zhan por tantos días pero jamás se le hubiera pasado por la cabeza exigir nada. Yibo estaba sin palabras...
Su expresión era complicada... ¿Qué iba a hacer en Europa con Zhan más que estorbar? ¿Esperarlo mientras Zhan iba de una junta a otra cada vez mientras el se iba de tardes de spa?
El telefono de Zhan sonó y Zhan lo miró pensando en no contestar. Odiaba cuando sus citas con Yibo eran interrumpidas. Era Sehun.
— Tiene que ser algo muy importante. Sabes que estoy con Yibo.
Cuando Zhan parecía escuchar, Yibo vio como frunció su ceño y después soltó una bocanada de aire.
— ¿No puede esperar?
Zhan se veía cada vez más molesto. — Estaré ahí en veinte minutos. — Entonces colgó.
— ¿Sucedió algo?
— Sí, Sehun quiere que revise unos documentos al parecer tenemos una auditoria sorpresa mañana. Hemos conseguido todos los contratos y el gobierno quiere asegurarse que todo sigue en regla y nada fue maquillado como... Uhmm... Bueno. Ya sabes.
— ¿Puedo ayudar?
Zhan asintió. — Le diré a mi conductor que te lleve. ¿Está bien?
— Me refería a hacer algo más.
— Está bien. Solo necesito ver a Sehun por unos minutos. ¿Me esperas despierto?
— Está bien.
Zhan se separó para hablar de nuevo y en seguida el conductor se acercó para indicarle el camino.
Yibo se dispuso a ponerse de pie y pensó que solo tendria que esperar a Zhan y con suerte descansarian juntos. Sin embargo, el pelinegro intranquilo se había devuelto del parqueadero y encontró a Yibo en el elevador del edificio.
—¿Olvidaste algo?
— Sí.
En seguida Zhan lo abrazo fuertemente y le dijo al conductor que lo encontrará abajo... Los labios del doncel fueron sellados y succinados con fuerza por el otro.
Yibo se sonrió por la intensidad con la que Zhan lo besaba y hacia que su cuerpo reaccionara.—Ve, termina pronto. Te esperaré despierto.
— Yibo... Pidemelo. Quiero que me lo pidas. Quiero que vengas conmigo. Estaba esperando que me lo pidieras, pero como veras fuimos interrumpidos. Así que no tuvimos oportunidad. Dime que quieres ir conmigo. Solo tengo que hacer un par de movimientos. No quise comprar tus tiquetes de forma arbitraria, pero en realidad no quiero dejarte por tantos días.
Yibo sintió que su cuerpo se hacía gelatina. Resultaba que no sólo los besos de Zhan eran intensos y lo dejaban sin aire, sino que la manera en que siempre lo consideraba primero y quería pasar el máximo de su tiempo con él, también era intenso.
Yibo nunca se sintió tan especial para nadie.
Después de mirar la forma en que Zhan prácticamente le pedía que fuera con el y su propio rostro se reflejaba en los ojos marrones, Yibo le devolvió el abrazo con la misma fuerza y dejo salir de lo más profundo de si algunas palabras que habian sido acalladas por el miedo. — Llévame contigo... ¿Está bien? No quiero extrañarte. Tantos días sin ti van a ser una tortura. Por eso. Mejor llévame contigo..quiero estar, donde tu estés.
En seguida el pelinegro beso desde su frente hasta sus mejillas para finalmente apoderarse de sus labios otra vez, El sonido del elevador los separó y Yibo estaba totalmente agitado con las manos temblando y sus labios hinchados. Zhan se sentía incómodo de que alguien más viera a Yibo de esa forma. Era casi erotico. Sus manos se desenlazaron y Zhan lo envió afuera del ascensor cuando vio a su conductor esperando.
— No tardaré.
