Un beso y una flor

Relato 10 | No querias lastimarme

Deslicen ⬆️
[Segunda parte de Rota]

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Eran pasará las doce de la noche, Fernanda había terminado con Mayte hace casi una semana y el sufrimiento de la rubia, se hacía cada día más fuerte.

Esa noche Mayte intentaba conciliar el sueño, pero los recuerdos con Fernanda se lo impidieron. Abrió sus ojos asustada, su corazón latía fuerte, su cuerpo estaba sudado, sus lágrimas caían sin control y el ataque de ansiedad se estaba haciendo presente.

Abrazo a su Igor con mucha fuerza, dejando al peluche mojado por sus lágrimas. - Tu nunca me abandonas. - Le dijo al peluche mientras le daba un besito y se movía en la cama tratando de calmarse.

Isabel había ido a su cabaña con su familia, sus hermanos estaban lejos, su mamá estaba en casa dormida y la mujer que amaba, dormida en los brazos de su esposo. Solo tenia al peluche con ella, el mismo peluche que ha sido testigo de muchos desafortunados momentos en la vida de la bajita

A su mente vino una canción de Disney y comenzó a tararearla, una sonrisa se formó en su rostro al recordar la película. Era como una niña chiquita cuando tenía pesadillas y solo su peluche la acompañaba en ese momento.

El latido de su corazón fue disminuyendo, sus lágrimas ya estaban cesando y un bostezo salió de su boca. Se levantó de la cama y fue hasta el baño, se hecho agua en el rostro para refrescarse, su cuerpo estaba muy sudado.

Mayte salió del patio y se encerró en el baño más cercano, su cuerpo no estaba reaccionando como ella quería, sabía que un ataque de ansiedad se aproximaba. Cuando sus piernas perdieron el equilibrio, Mayte cayó al piso y se dio un golpe en la cabeza, nada grave, pero si la dejó inconsciente.

Ajá, que no quieres lastimarme
Ajá, que no era tu intención

Fernanda seguía en un transe, su mirada seguía fija en la puerta y su cuerpo estaba temblando. Recordó las veces en que presenció los ataques de ansiedad de Mayte y sintió algo muy feo en su pecho. Sacudió su cabeza un poco, miró a su alrededor, se estaba sintiendo mareada y con náuseas, pero su intuición le decía que algo no estaba bien.

Como pudo agarró fuerzas y salió del jardín desespera da en busca de la rubia, abrió las primeras puertas de los pasillos y al abrirlo la del baño, se encontró con Mayte en el piso sangrando un poco por el golpe. Se agachó y la tomó entre sus brazos intentando despertarla, la sacudió un poco y seguía sin reaccionar.

- ¡Suéltala!. - Dijo Isa detrás de Fernanda molesta.

- Ila, no reacciona. - Volvió a sacudirla.

- Se acercó a las mujeres y alejó a Fernanda del cuerpo de su hermana. - Chi, despierta. - Acaricio su cabello y dio un beso en la frente de su hermana. - Vamos May, no es la primera vez que esto pasa, Chiqui.

- Mayte se movió un poco en los brazos de Isabel y fue abriendo sus ojos. - Isa... Dijo con la voz débil.

Toda la familia entró a la casa y se asomaron al baño, Fernanda estaba parada en la puerta llorando mirando la escena entre las hermanas. Isabel pidió ayuda para levantar a Mayte, y uno de sus sobrinos junto con el cuñado de ambas, se acercaron y la levantaron del suelo.

Los hombres la llevaron a una de las habitaciones que doña Margarita indicó, la mamá de Isa y May fue con ellos y se acostó junto con su hija. En el living de la casa seguían los presentes confundidos por lo que estaba pasando. Isabel trataba de controlar su ira, pero se le estaba dificultando mucho.

- ¡TODO ESTO ES TU CULPA, MARÍA FERNANDA!. - Gritó mirando a la morena con enojo.

- Ila, por favor... - Dijo con la voz quebrada.