Un beso y una flor

Relato 13 | Hazme olvidarlo

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Fer

Me casé hace muchos años con el amor de mi vida, el hombre que siempre me sacaba una sonrisa y me demostraba el amor que me tenía. Me dio lo más preciado que tengo, mis hijas y me hizo sentir la mujer más feliz en el universo. Pero ya de eso no queda nada, tengo una vida vacía y solitaria...

Héctor cambió completamente, se volvió un hombre violento y manipulador, que ahora en vez de hacerme sentir feliz, me hace sentir la peor mujer que existe. Me recalca todos los días que no sirvo para nada, que hay mujeres más hermosas y más jóvenes que yo. Cada palabra que sale de su boca me destroza el alma, me llega tan profundo a mi corazón que ya no aguanta una palabra más.

Le he dicho muchas veces que si no me quiere, nos divorciemos y tiene razón en algo, están nuestras hijas de por medio, ellas aman vernos juntos y yo tengo que aguantar todo para hacerlas felices, verlas sonreír es lo único que me hace sentir bien. Héctor me ha dejado en claro que es lo único que tengo, porque ningún otro hombre se fijaría en mí y es cierto, ya a mi edad es difícil encontrar a alguien que te ame.

Y es que aveces no se si amo a Héctor o no, siento que hay algo más allá que me mantiene con él, pero no se que es. Si Dios lo puso en mi camino, será porque él es la persona con la que tengo que estar, hasta el último día de mi vida...

Llevo muchos años viviendo todo esto en silencio, y es que para que voy a hablarlo? No quiero preocupar a mis seres queridos por esta situación, cada uno tiene sus problemas como para agregarles los míos. He aprendido a vivir callada y fingiendo, pero todo sea por la felicidad de los hijas.

Aveces me gustaría no ser tan débil y poder acabar con todo esto, pero llega Héctor y me habla de las muchachas y mi corazón se rompe más de solo imaginar sus caras de desconcierto. Ellas siempre han dicho que quieren vernos juntos siempre y no voy a quitarles esa ilusión.

Es difícil, sí, pero ya después de mucho tiempo me acostumbre y ya no lo veo tan malo como antes. Héctor ya no llegan tan borracho como lo hacía y ya no me pelea tanto, siento que está cambiando para volver a ser el mismo y ojalá, así sea.

Lo único por lo que discutimos casi todo el tiempo, es por mi trabajo, a Héctor no le gusta que me la pase viajando, ni que me la pase con Isa y May para todos lados. Ellas son mis mejores amigas, mis hermanas y compañeras de grupo, siempre están para mí y yo para ellas. Aunque desconocen la verdad de mi relación, yo a ellas les confío mi vida entera.

Héctor siempre me decía que ellas eran más lindas que yo, y me he puesto a ver comentarios de las personas que coinciden con lo que dice Héctor. Cuando estábamos jóvenes, Isa era una de las mujeres más hermosas de ese entonces, deseada por muchos y algunos que querían ser como ella. Ahora, May siempre recibe muchos elogios de los fans y no es para menos, mi May se puso más hermosa de lo que ya estaba.

Y es que mi esposo tiene razón, no me siento atractiva y el tampoco me ve de esa manera. Creo que es por eso que dejo de quererme, porque la edad me pasó factura y dejé de ser atractiva para sus ojos, y para los ojos de los demás. Pero se que puedo reconquistarlo, se que puedo hacer que deje el alcohol a un lado y vuelva a ser el hombre amoroso del que me enamoré.

Esta noche como casi todas, el salió con unos amigos y yo me quedé en casa con mis gatos. Tengo que hacer algo para que vuelva a verme como su mujer, así que hace unos días fui a comprarme algo un poco sexy con ayuda de Isabel.

Me hice un maquillaje un poco cargado, arreglé mis rizos como me gustan y me vestí con aquella lencería de encaje color negro. Mis labios los pinté con un labial rojo que me regaló mi May, solo lo uso para ocasiones especiales, así que esta noche lo amerita.