Livian:
Después de varias semanas de hospedarme en la que sería mi habitación y residencia durante un periodo de tiempo de mínimo varios años hasta acabar la universidad estuve yendo a clases la cual compartía con Zoe porque ella había repetido un curso.
En este poco tiempo que la estuve conociendo he podido observar como era una gran chica, aunque bastante explosiva e impulsiva, pero le había cogido un poco de cariño, el motivo podría ser por que me sentía bastante sola sin mi madre, pero luego de recordar nuestro último encuentro se me olvidaba ese sentimiento.
No había vuelto a hablar con mi madre en estas últimas semanas, pero muy en el fondo prefería que no lo hiciera, estaba muy enfadada por cómo me había tratado y echado en cara que mi padre se haya fugado con otra mujer.
En estas pocas semanas lo único que había hecho era ir a clases e ir de compras con Zoe, quien me había estado poniendo al día de algunos profesores de la universidad.
- ¡Liv! - Zoe entró a la habitación dando un portazo, ya me estaba acostumbrando a eso.
- ¿Qué ocurre Zoe? - Dejé el libro que estaba ojeando y lo dejé en mi pequeño escritorio de madera pegada a mi cama.
- Hoy es viernes y los chicos de la facultad de policía han decidido montar una fiesta de inicio del curso. - Se tiró a mi lado - ¡Y ambas vamos a ir!.
- Oh no, me niego, nunca he ido a ese tipo de fiestas - Me incorporé en la cama mientras me cruzaba de brazos y hacía una pequeña mueca de disgusto.
- Pues esta será tu primera vez, te gustará tanto que querrás repetir todos los días, ahora pruébate esto. - Se acercó a nuestro armario compartido y sacó un pequeño vestido de color negro que se veía diminuto. - Te va a quedar espectacular, estoy segura de que se te pegará al cuerpo y se te ceñirá a tu culo y caderas.
- ¡Zoe! - Me probé el vestido mientras nos reíamos de su estúpido cumplido.
Para ser sincera me gustó el resultado que observé en el espejo del armario, el vestido se pegaba a mi figura marcando mis curvas, pero no de manera exagerada, el maquillaje era sencillo, pero lo suficiente para marcar mis ojos.
- ¡Estamos estupendas! - Ella se había vestido con un vestido bastante pegado con un escote marcado de color rojo vino, era más corto que el mío, apenas le llegaba un poco más abajo de los muslos.
Habíamos pedido un taxi para poder ir a la fiesta, ya que estaba a unos 15 minutos y no queríamos ir andando con los tacones.
Al llegar a la fiesta pagamos al taxista quien estaba un poco harto de la morena quien tenía mucha energía y se había pasado todo el camino cantando todas las canciones que se reproducen por la radio, luego me fijé que la entrada de la fiesta daba a una enorme casa, parecía una mansión.
La casa tenía un enorme jardín bastante bien cuidado, la entrada era espaciosa y muy moderna, en el recibidor tenía unos marcos de foto de unos niños de 10 años alegres mientras sonreían a la cámara.
El salón era encantador, tenía varios sofás de color beige mientras en medio tenía una mesa de cristal, una enorme televisión que jamás había visto en mi vida, era muy acogedor el sitio, pero ahora estaba repleto de adolescentes bebiendo, fumando y bailando.
El sitio tenía muchos olores diferentes, podía notar el olor a alcohol, marihuana e incluso el sudor de las personas bailando en medio de la sala.
La música era bastante movida, no sabía exactamente la canción que estaba sonando, pero eso no importaba en estos momentos, estaba sorprendida de ver a las personas bailando pegadas al unísono de la música, todos parecían divertirse.
Otro grupo de personas simplemente estaban en la barra bebiendo y teniendo una conversación, y algunas otras estaban en una esquina observando la situación.
- Te voy a presentar a unos amigos quienes han organizado la fiesta - Asentí no muy convencida, pero dejando que me guíe con nuestras manos entrelazadas para no perdernos. - ¡Liam, Drake! - Ambos chicos se giraron al escuchar la ruidosa voz de Zoe. - ¡Cuánto tiempo! - Se acercó a los chicos mientras les abrazaba, uno de ellos parecía no disgustado por el acto de ella, mientras el otro le ponía mala cara.
- Solo han pasado varias semanas Zoe - Me miró intrigado - Me llamo Liam, soy su novio. - Le sonreí sin saber muy bien cómo actuar. - Él es Drake, mi mejor amigo.
Liam tenía un aspecto bastante agradable de observar, tenía una piel blanca, ojos de color azul oscuro tirando para negro, una barba bien cuidada. En cambio, Drake tenía un aspecto bien cuidado, piel blanca, pero con un tono bronceado, ojos celestes, una barba crecida de pocos días, un piercing en la nariz (septum), también unos aretes pequeños en las orejas, tatuajes en los brazos.
- Yo soy Livian - Les sonreí a ambos.
- Ahora que os habéis presentado, ¡Vayamos a disfrutar! - Tiró de mi mano hasta la pista de baile.
Al principio estábamos las dos en la pista en medio de todos esos adolescentes borrachos y bailando pegados, no estaba muy cómoda ni acostumbrada a bailar en medio de todo el mundo, pero cuando llevaba varias copas encima es cuando empecé a disfrutar de verdad, me dejé llevar por todas las emociones que tenía encima y solo quería disfrutar con Zoe.
Estábamos ambas bailando y bebiendo, que para ser sincera no sabía cuantas copas me había bebido, pero me lo estaba pasando bien por una vez en la vida. Noté como Liam se acercaba por atrás a Zoe mientras ponía sus manos en su barriga y empezaban a bailar pegados. Estaba tan pendiente a disfrutar que no me di cuenta cuando ellos empezaron a bailar pegados el uno al otro y yo me quedé bailando sola hasta que sentí unas manos cálidas en mis caderas y un cuerpo pegarse al mío.
Me giré hacía la persona que me tenía agarrada por la cintura y me quedé petrificada al ver que era Drake, él movió sus brazos hacia los míos mientras los acariciaba de arriba a abajo con mucha suavidad.
El tiempo parecía detenerse en ese mismo momento, sin saber lo que estaba sintiendo en ese momento, no tenía muy claro mis sentimientos y mucho menos mis pensamientos, todo estaba pasando tan rápido que no me daba tiempo a reaccionar hasta que escuché como la música cambiaba a una balada lenta.
Sus brazos guiaron a los míos hasta detrás de su nuca mientras me atrevía a entrelazarlos noté como sus manos volvía a mi cintura, no sabía cómo actuar a continuación, pero me dejé llevar por mis emociones y baile junto con él al ritmo de la música y posé mi cabeza en su pecho, ya que es más alto que yo.Cuando todo parecía que no podía pasar nada más levanté la cabeza de su pecho mirándolo a los ojos, parecían que estaban brillando como dos estrellas en esa oscura mirada azul, él levantó su mano derecha para posarla en mi mejilla, estuvimos así un par de minutos hasta que de manera sincronizada ambos sin darnos cuenta, o no queriendo ser conscientes, nos acercábamos cada vez más hasta casi juntar nuestros labios, pero cuando iba a pasar la música paró de pronto haciendo que ambos reaccionáramos.
Todo lo demás pasó tan rápido que no tuvimos tiempo a asimilar la situación, solo pudimos observar como las luces se apagaban y se encendían de manera repetitiva y todo el caos comenzaba.
Los adolescentes corrían de un lado a otro sin saber muy bien donde esconderse cuando varios disparos retumbó por toda la casa, sin tiempo a buscar a nadie noté como Drake cogía mi mano entrelazándose con las suyas y empezábamos a correr por todas partes intentando buscar un escondite.
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~Los secretos nunca se confiensan~.
RomanceEn un pequeño pueblo de Noruega vive una dulce chica de 19 años con su madre quien es muy sobreprotectora con ella. Un día la madre decide internarla en un internado para chicas porque estaba harta de tener que cuidarla sola porque su marido se fug...