Drake:
A la mañana siguiente volvía a tener la misma rutina desde que mi chica estaba en el hospital: Me levantaba temprano, desayunaba, me duchaba y me iba directo al hospital.
A lo largo de la mañana los chicos se reunieron conmigo.
Las horas en el hospital se hacían cada vez más largas, a veces no entrábamos a la habitación de Livian, pero si estábamos en el pasillo para vigilar que no hubiera rastros de Dan.
Hace apenas unos minutos Zoe había decidido entrar a verla, en cambio nosotros esperaríamos afuera, estaba seguro de que necesitaban pasar el tiempo juntas a solas.
- Vengo en unos minutos, voy a visitar a Dylan - Me levanté de la incómoda silla en la sala de espera.
Sabía que Dylan era importante para Liv, de cierta manera estaba un poco a la defensiva con él, pero estaba eternamente agradecido de haber salvado a mi ángel del infierno.
- Te acompaño - Zack se levantó de su silla, miré a ambos lados del pasillo inquieto.
- Estaremos atentos, no te preocupes - Liam intentaba calmarme - Serás el primero en enterarte de lo que ocurra.
Antes de que pudiera arrepentirme por dejar su seguridad en mano de mi mejor amigo y su hermano, toqué a la puerta de la habitación de Dylan.
Estaba seguro de que no le pasaría nada a mi novia con mis mejores amigos ahí fuera, pero no me gusta arriesgarme, no cuando la acabo de recuperar hace poco.
- ¿Podemos pasar? - Pregunté abriendo la puerta de la habitación dejando ver a Dylan tecleando en su teléfono, quien lo dejó nada más que entramos.
- ¿A qué se debe la hermosa visita? - Intentó bromear para bajar la tensión que se había formado en el ambiente.
- Queríamos saber cómo te encuentras - Zack se sentó en uno de los sillones mientras yo permanecía de pie a los pies de la camilla.
Su aspecto había mejorado considerablemente, solo tenía dos vendas donde tenía las heridas de las balas, aún cojeaba y necesitaba usar una muleta, pero estaba mejor. Los moratones de su cara poco a poco se iban quitando.
- Me encuentro mejor, mayormente sedado - Se encogió de hombros.
- Todavía no habíamos tenido tiempo para agradecerte por salvar a mi hermana - Zack carraspeó la garganta.
- Lo hice encantado, ha sido una de mis únicas amigas que he tenido a lo largo de mi vida.
- Te has ganado nuestro aprecio - Choqué los puños con Dylan quien estaba sonriendo orgulloso.
- Estamos seguros de que tu hermano no terminará hasta cansarse, pero no estás solo - Zack apoyó su mano en su hombros. - Eres uno más de nosotros.
- ¿De verdad? - Dylan se veía bastante emocionado.
- No se basa en que organización has crecido, si no en la lealtad - Hablé acercándome a él - Y tú nos has demostrado que eres leal.
- Estaré encantado de formar parte de vuestro grupo - Los tres chocamos los puños felices.
Dylan en tan poco tiempo se había ganado nuestra confianza, independientemente de cómo habíamos empezado nuestra relación, nos había demostrado como era un chico leal a sus principios y valores, un luchador que no se deja vencer y sobre todo un buen amigo.
- ¿Pudiste darle las explicaciones a tu chica? - Dylan me miró con curiosidad mientras yo asentía despacio.
- Quiere su espacio para pensar, así que sin duda lo respetaré y estaré para ella cuando lo necesite - Miré el gran ventanal, el día estaba bastante nublado, sin duda se pondría a llover.
ESTÁS LEYENDO
~Los secretos nunca se confiensan~.
RomantikEn un pequeño pueblo de Noruega vive una dulce chica de 19 años con su madre quien es muy sobreprotectora con ella. Un día la madre decide internarla en un internado para chicas porque estaba harta de tener que cuidarla sola porque su marido se fug...