~Los secretos nunca se confiensan~.

Capítulo 35: Nuevas propuestas.

Drake: 

Estuve toda la noche cuidando a mi chica, por primera vez puedo decir que me siento a salvo, cuando estoy con ella es como si todos los miedos e inseguridades se fueran del tirón. 

Escuchar como me decía te quiero me hizo sentir el chico más afortunado de este jodido mundo. 

La amaba y no tenía miedo de demostrárselo al mundo, pero sobre todo quería demostrárselo a ella. 

Cuando empezó a salir el sol con mucho cuidado de no despertarla me levanté de la cama, estaba tan hermosa mientras dormía que no podía permitirme despertarla, aún más sabiendo que no lleva descansando muy bien estos días. 

- ¿Puedo pasar? - La voz de Aidan llegó a mis oídos a la vez que tapaba a mi princesa. Le di permiso para entrar mientras le hacía gestos para que supiera que ella estaba dormida. 

- ¿Qué necesitas? - Pregunté acercándome a él. 

- ¿Cómo se encuentra? Zack me ha dicho que lo sabe todo y quería saber como estaba. - Ambos salimos de la habitación para poder hablar más tranquilamente, pero sin alejarnos de la puerta de su habitación. 

- Es la primera vez que la he podido ver descansando bien, sé que ha tenido pesadillas aunque no lo quiera admitir, pero le ha venido bien saber toda la verdad - Todavía me dolía recordar su rostro cuando le confesé todo, ver la decepción a través de sus ojos caló en lo más profundo de mi corazón. 

 - Tu padre quiere hablar contigo está tarde - Nos acercamos a la máquina del pasillo para sacarnos dos café. 

- ¿Mi padre? ¿Por qué no ha venido aquí a decírmelo él mismo? - Él se encogió de hombros. 

- No tengo ni idea, pero me comentó que quería incluir a Dylan en la organización, tal vez sea algo de eso - Asentí poco convencido. Era extraño que mi padre no viniera personalmente a hablar conmigo.

- He hablado con la enfermera para el alta, cuando se despierte podemos irnos, ya he hecho todo el trámite junto con Zack - El nombrado apareció por el pasillo. 

- Gracias por hacerte cargo - Él puso su mano en mi hombro antes de que el hermano de mi novia se acercara a nosotros. 

- ¿Cómo ha pasado la noche? - Preguntó mirando hacía la habitación. 

- Está descansando - Le informó Aidan - Ella es fuerte chicos y nos tiene a todos nosotros, no la dejaremos sola. 

- ¿Habéis hablado con Dylan? - Negué con la cabeza - ¿No sabéis donde podría estar no? 

- Seguramente en su casa, ¿Por qué? ¿Qué estás pensando? - Aidan miraba a su mejor amigo con el ceño fruncido. 

- Por nada - Se encogió de hombros. 

- Oh, no, ni lo pienses eh - Aidan le miraba con el ceño fruncido mientras yo no sabía que estaba pasando. 

- ¿Qué está pasando? - Los tres nos sentamos en las sillas enfrente de la habitación. 

- Quiere venganza - Miré sorprendido a Zack, que estaba mirando sus zapatos como si fuera lo más interesante de este mundo. - Ni lo pienses, ahora tenemos que estar con ella, no podemos distanciarnos y arriesgarnos sin un plan. 

- Es mi hermana, no puedo dejar todo así sin más, me duele todo lo que le han hecho. 

- Y como hermano que eres te necesita, no puedes dejarla sola ahora - Aidan intentaba que entrara en razón. - Ella es fuerte, viene de sangre, podrá superar esto si estáis a su lado - Nos miró señalándonos a los dos con su dedo índice.