~Los secretos nunca se confiensan~.

Capítulo 8: Sospechosos

Drake:

Era un lunes a las 6:15 de la mañana, me había levantado para salir a correr, tengo que admitir que un poco de manera perezosa, pero tenía que llevar un entrenamiento. Como era de esperar al bajar al comedor no estaba Liam, seguramente seguía durmiendo.

Después de desayunar unas tostadas con café, guardé las llaves de mi casa en el bolsillo del chándal y me dispuse a salir.

Estuve corriendo una media hora más o menos, la verdad me sentía bastante cansado que ni me di cuenta cuando había vuelto a la entrada de mi piso.

Al llegar saludé a Liam quien estaba desayunando un bol de cereales mientras seguía teniendo cara de dormido, me dirigí a mi habitación para darme un baño y arreglarme para la universidad.

- ¿Qué nos toca hacer hoy? - Liam apareció por la puerta de mi habitación.

- Primero ir a las aburridas clases y observar a cada estudiante, cada profesor, cada persona que se nos cruce por delante - Volví a coger las llaves de la casa y del coche para meterlas en mi bolsillo izquierdo y el móvil en el derecho.

- Yo quiero algo más emocionante, ¿Por qué no nos colamos en las habitaciones de la residencia? - Propuso mientras se dirigía a la puerta principal.

- No podemos, hay vigilante de seguridad - El bufó aburrido mientras se sentaba en el asiento del copiloto. Al ver su reacción solté una breve risa mientras me sentaba en el asiento del copiloto.

- ¡Oh venga! ¡Podemos intentar sobornarle! - Le miré incrédulo sin poder creerme la estupidez que había dicho.

- No va a funcionar - Le resté importancia sin poder evitarlo - Tenemos que investigar sobre todos los estudiantes que estuvieron en la fiesta.

- Son muchos estudiantes Drake, no vamos a poder sacar nada, además si es que llegaron a estar conscientes - Él se cruzó de brazos.

- Tenemos que intentarlo, si no funciona seguiremos tu plan. - Él me miró orgulloso.

- ¡El mío funcionará! - Aparqué el coche en el estacionamiento, salimos del coche con nuestras mochilas colgadas en nuestros hombros con una sola asa. - ¿Te acuerdas de todas las personas que vinieron a la fiesta?.

-Realmente invitamos a todo el mundo - Me rasqué la nuca nervioso. - Vamos preguntando a cada persona que pase. - Él asintió dubitativo.

Estuvimos preguntando a varios alumnos que estaban solos esparcidos por el patio, nadie parecía saber mucho sobre lo ocurrido, algunos hasta nos felicitaron por la pedazo de fiesta que hicimos. Algunos recordaban lo sucedido pero juraban no saber quien era el culpable.

- Allí está Zack - Liam lo señaló con la cabeza y nos dirigimos hacía él.

Era un chaval un poco rebelde, fumaba todo lo que podía, bebía hasta perder el control, pero una de las cosas apasionantes de él era que siempre se enteraba de todo tarde o temprano, e incluso, hasta los secretos más profundo de las personas los conocía, por el motivo de que todo el mundo le contaba sus secretos a cambio de algún tipo de conveniencia.

Ese es el nuevo Zack, pero el que conocíamos desde hace bastantes años era un chico bastante sociable, admirado por muchas personas, siempre atento, analizaba a todos, siempre daba lo mejor de él, un hombre en que podías confiar sin dudar ni un solo momento.

- Hey Zack - Le saludé llegando a su lado - ¿Cómo estás, tío?

- Hola Drake, Liam - Nos saludó a ambos - ¿Qué necesitáis?.