Capítulo 13: Hora de... huir.

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Drake:

- ¡Tienes que salir de ahí Aidan! - Liam me miró preocupado mientras yo solo señalaba el monitor que hay enfrente mía - Dan está subiendo.

- ¿Por qué ha venido tan rápido? - Liam miró el reloj de su muñeca - Tan solo ha pasado media hora desde que se fue.

- No es momento para eso - Murmuré - Aidan tienes aproximadamente dos minutos para salir de la habitación - Demandé viendo como Dan se detenía con el guardia de seguridad para dejar ver su tarjeta del internado.

Los siguientes minutos parecían ir a cámara lenta, Aidan intentaba recoger los documentos que había sacado del escritorio, intentando dejar todo en el mismo orden, mientras tanto se veía como el guardia de seguridad dejaba pasar a Dan, quien subía a paso apresurado.

Aidan salió apresurado de la habitación justo cuando Dan giró la esquina en el pasillo, por suerte no le había visto porque iba ojeando el móvil. Ambos se cruzaron por el pasillo en direcciones contraria, mientras uno se metía a la habitación otro bajaba apresurado las escaleras.

- ¡Has tenido suerte! - Celebró Liam alzando ambos brazos hacia arriba mientras se estiraba en el respaldo de la silla.

- No me ha pillado de milagro - Escuché susurrar a Aidan por el pinganillo.

- Te vas a encontrar de bruces con el guardia de seguridad, no hay manera de que no te lo encuentres - Por el monitor observé como el susodicho se acercaba a pasos decididos.

- Hola, joven, no te he visto antes por aquí - El guardia de seguridad le impidió el paso.

- No suelo venir mucho - Se encogió de hombros Aidan.

- Déjame ver tu tarjeta del internado, por favor - Me puse completamente nervioso a la espera de que se le ocurriera cualquier cosa, alguna excusa barata que pueda servir.

- Esto no va a salir bien - Oí murmurar a Liam mientras veía como su hermano rebuscaba en el bolsillo de su pantalón.

- No tengo la tarjeta aquí, me la habré dejado en la habitación - El guardia no pareció creerse la excusa.

- ¿Cuál es tu habitación?

- Creo que tengo algo para ti que puede servirte... - Aidan volvió a rebuscar en su bolsillo del pantalón. - 20 euros si nos olvidamos de lo ocurrido.

Esto es increíble... ¡¿Estaba intentando sobornar al guardia de seguridad con 20 euros?!

- ¿Cuál es tu nombre? - El guardia de seguridad sacó una libreta pequeña de su bolsillo.

- Aidan - El susodicho bufó resignado mientras jugaba con los 20 euros en la mano.

- Joven Aidan, te acepto los 20 euros y me haré el loco, pero la próxima vez que te vea por aquí llamaré a la policía. - El guardia le quitó el billete de la mano. - Tengo tu nombre aquí apuntado - Le enseñó la libreta.

- ¿Me estás jodiendo? - Tanto Liam como yo no dábamos crédito a la situación.

- Ha sido un placer hacer negocios contigo - Aidan pareció divertido con la situación.

- Todos tenemos necesidades - El guardia guardó el billete en su bolsillo divertido mientras se encogía de hombros. Aidan se despidió con la mano y salió a pasos rápidos hasta llegar al coche, cuando entró simplemente echó la cabeza hacía atrás en el asiento y se empezó a reír.

- ¡No me lo puedo creer! ¡Un soborno! - Solté una carcajada sin poder evitarlo.

- ¡Es la situación más surrealista que he visto en mi vida! - Liam chocó los puños conmigo.

Después de está situación tan rara, pero emocionante, decidimos cerrar los monitores y apagar los pinganillos mientras Aidan llegaba a mi casa.

Cuando Aidan llegó a mi casa lo primero que hicimos fue bromear sobre el soborno al guardia de seguridad, después estuvimos analizando las fotos que había podido echar a los documentos, etc.

No habíamos podido descubrir más nada, por lo que teníamos que seguir investigando de quién era la firma de los documentos con el nombre de "B".

¿Qué relación tenía la persona "B" con los hermanos? ¿Por qué los hermanos "D" están tan interesados en Kenya? ¿Y en Liv y Zoe? ¿Quién era la persona del contrato?

Seguía habiendo muchas preguntas, pero pocas respuestas, pero teníamos que llegar al fondo de todo este misterio.

Esa misma tarde estuvimos en una videoconferencia con nuestro jefe, mi padre, le había cantado las cuarenta a Aidan por el soborno, pero fue inevitable que no soltáramos unas risas, estuvimos poniéndole al tanto de todo lo que había pasado y estuvimos analizando a los posibles sospechosos.

- Podéis convencer a Zack para que vuelva al equipo, o por lo menos volver a hablar con él por si tiene más información, al ser posible más concreta. También hay que intentar sacar más información de donde sea. Sobre las chicas...

- No - Liam negó rotundamente.

- No he terminado - Habló mi padre con un tono de reproche.

- Pueden ser de gran ayuda, los hermanos "D" están muy interesados en ellas, podemos utilizarla a nuestro favor. - Mi padre al ver como Liam iba a hablar decidió intervenir - No está en negociación.

La videoconferencia dio por terminada cuando nuestro jefe colgó sin darle pie a nadie a que pudiera negociar.

- No es justo - Bufó Liam mientras hacía muecas de disgusto.

- Podremos con todo - Le apoyé poniendo mi mano en su hombro. - Esperemos a que vuelvan de su esperado fin de semana y le contaremos todo.

- Parece que tendré que cogerles cariño también - Aidan bromeó mientras apoya a su hermano. - Estarán bien, las protegeremos en lo que podamos, son inteligentes, sabrán qué hacer en todo momento.

Después de ese caótico día solo podía pensar en que terminara el día, cenamos huevos revueltos a petición de Aidan, me duché y me metí en la cama mientras estaba con el teléfono viendo una película hasta que de un momento a otro me llegó un mensaje.

"Tenemos que hablar"

Kenya.

"No tenemos nada de qué hablar"

Drake.

"Es importante Drake"

Kenya.

"¿Sobre qué quieres hablar?"

Drake.

"No podemos hablarlo por aquí"

Kenya.

"Kenya... No sé si es buena idea"

Drake.

"No te diría nada si no fuera importante Drake, por favor"

Kenya.

"Vale, mañana antes de ir a la universidad"

Drake.




~Los secretos nunca se confiensan~.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora