Capítulo 21: El peligro se acerca

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Livian:

Me desperté con dolor de espalda, había estado toda la noche en vela, estando alerta de que ninguno de los hermanos vinieran a la habitación.

La cama era bastante incómoda, pero tampoco podía pedir más, teniendo en cuenta que estaba secuestrada, con suerte me habían dejado una cama.

La habitación estaba oscura, solo entraban algunos rayos de luz por la ventana.

Estaba sentada en la cama tapada con una fina sábana mientras no podía dejar de pensar en cómo estarían mis amigos, sobre todo Zoe, le había dejado un poco a su suerte.

Salí de manera abrupta de mis pensamientos cuando escuche el ruido de un vaso cayendo seguido de unas fuertes voces, no podía distinguir de quienes eran, ni tampoco el contenido del mensaje.

No podía evitar sentirme inquieta al notar demasiados movimientos en el piso de abajo, no sabía que estaba ocurriendo, pero tenía la esperanza de que fueran Drake y mis amigos.

Los ruidos después de lo que creo que fueron unos minutos cesaron, no se escuchaba más que mis respiraciones aceleradas.

- Tranquila, todo estará bien - Intentaba consolarme mientras dejaba escapar pequeños suspiros.

Me puse alerta cuando escuche un par de pasos acercarse a mi puerta, contuve la respiración hasta que alguien llamó a la puerta dispuesto a entrar, sin dejar tiempo para que pudiera responder o tan solo esconderme vi la cara de Dylan asomarse por la puerta.

- Estás despierta - Entró con una bandeja de comida entre sus manos mientras cerraba la puerta a sus espaldas. - ¿Has podido dormir bien?

- Si - Murmuré nerviosa mientras no dejaba de observar sus movimientos.

Su acto de presencia me ponía totalmente nerviosa, por qué todavía no estaba segura si confiar en él o no.

- Te he traído un poco de comida - Dejó la bandeja cerca mía en la cama mientras él se sentaba enfrente mía en el suelo dejándome mi espacio.

Me acerqué a la bandeja con cautela mientras lo olía sin ningún disimulo, no me apetecía fingir, así que no lo haría.

- Puedes quedarte tranquila, no te he envenenado - Le miré desafiante - Sé que anoche no has comido por el imbécil de mi hermano, así que hoy me he encargado de prepararte la comida.

- ¿Y tu hermano? - Pregunté mientras me ponía la bandeja en mis piernas. - Que conste que como porque tengo hambre, no por que confíe en ti - Vi como en su cara aparecía una pequeña sonrisa.

- No lo hagas Liv, es lo mejor para ambos - Se encogió de hombros. - Mi hermano se ha ido a por unos recados que no te puedo decir.

- ¿Qué planes tiene tu hermano para mi? - No pude evitar preguntarle mientras deseaba que me contará los máximos detalles posibles.

- No te lo puedo decir, pero sé que no son nada bueno - Tenía dificultades para tragar correctamente, tenía la garganta seca de no haber podido beber nada en estos días. - Tienes que estar precavida y sobre todo tener los ojos bien abiertos en todo momento.

- ¿Qué se supone que me quieres decir? No te sigo - Él me tendió una botella de agua que sacó de su mochila que hasta ahora no me había percatado de que traía consigo.

- Necesitas beber agua. - Me abrió la tapa de la botella y me la dejó a un lado. - Lo que te quiero decir es que te voy a ayudar a salir de aquí, no por que me caigas bien, si no porque no quiero que mi hermano tenga que cumplir años de cárcel por un subnormal.

- ¿Cómo me vas a sacar de aquí? No puedes darle la espalda a tu hermano - Él apretó los puños mientras miraba a otro lado.

- Aunque lo parezca no le estoy dando la espalda - Volvió a mirarme a los ojos - Solo intento ayudar a que no cometa una locura aún mayor.

- Antes has mencionado a otra persona, ¿Quién es? - Me terminé lo que quedaba de comida en la bandeja.

- No te puedo decir nada - Dijimos los dos al unísono, nos miramos retándonos con la mirada.

- Sabía que ibas a decir eso, siempre que te pregunto cualquier cosa me contestas con la misma respuesta - Expliqué bebiendo un sorbo de agua.

- Ya te lo he dicho, tengo que ser cuidadoso con mis palabras - Se puso de pie mientras daba círculos por la habitación. - Un hombre nos contrató para hacerle unos favores muy importantes para él, pero desde que te cruzaste en su camino.. digamos que está bastante obsesionado contigo.

- ¿Quién es esa persona? - Trague saliva bastante nerviosa. - ¿Cómo se llama?

- Solo te puedo decir que se hace llamar de varias maneras, pero siempre hace tratos bajo el nombre de "B" - Vi como miraba el reloj de su muñeca.

- No conozco a nadie con ese seudónimo - Murmuré bajo.

- Mi hermano está al venir, tengo que irme, por favor, cuídate - Vi como dudaba entre irse o quedarse en la habitación, hasta que después de varios segundos se decantó por marcharse dejándome en completo silencio.

Volví a quedarme completamente sola en la habitación, me estaba volviendo loca de no poder pasar de pensar en todo lo que Dylan me había dicho, estaba claro que no podía confiar del todo en él, pero era el único que se estaba comportando bien conmigo.

¿Me estaba volviendo loca? ¿Estaba haciendo lo correcto en confiar en él? ¿Me estaba mintiendo?

Tenía muchísimas preguntas, pero muy pocas respuestas, pero estaba dispuesta a no rendirme ni darme por perdida.

Me tumbé un rato en la cama para poder despejarme de todos esos pensamientos que tenía en la cabeza, pero parecía no servir.

Sin saber cuánto tiempo había pasado escuche el ruido de mi puerta abriéndose con cuidado, me senté en la cama de manera brusca ante el susto.

En la puerta de la habitación estaba Dan mientras tenían una sonrisa siniestra en el rostro.

- Parece ser que vamos a divertirnos bastante - Dan se acercó a mi luego de cerrar la puerta con pestillo.

- No tienes a nadie que vaya a salvarte, así que haznos el trabajo fácil princesita - Dan se acercó a los pies de la cama.

- Pasaremos un buen rato - Dan me cogió de los pies y las manos mientras me tumbaron en la cama, aunque intenté forcejear era mucho más fuerte que yo.

Acabé atada de pies y manos en la cama con unas cuerdas que estaban dañando mis muñecas y tobillos de los apretados que estaban.

Lo último que pude observar antes de que mis ojos se cerrarán fue ver como me inyectaba algo en él brazo, antes de caer dormida de golpe.

~Los secretos nunca se confiensan~.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora