PASIONES ENCUBIERTAS [Libro 1]

CAPÍTULO 7

Esta aventura apenas comienza.

Alessia.

Hoy el entrenamiento estuvo bastante pesado, ya son la una de la mañana, me voy con las chicas hacia las máquinas expendedoras y luego nos vamos a las mesas del cafetín cerrado para comer un poco, aparte de que tengo el cuerpo marcado por el animal ese, tengo remordimiento porque engañé de nuevo a Marcus; ya no sé como sigo fracturando cada vez más esa relación.

Pero joder, no me arrepiento del todo.. jamás había tenido sexo así...

—Muy buenas chicas —se acerca Henry a nuestra mesa, estamos Paula, Camile, Verónica y yo.

Paula es una nueva amiga que se nos unió pero ella ya pertenecía a este escuadrón.

—¿Qué pasa capitán?—pregunta Verónica.

Él me queda viendo con unas carpetas en la mano.

—Necesito que una de ustedes les lleve esto al general y le enseñé el modelo de iniciación. Ha estado bastante amargado y yo ni loco me acerco.—bromeó.

Mis amigas se quedan calladas al igual que yo, la verdad ese hombre no es que dé buenas vibras como para ir a hablar con él.

—¿Puedes ir tú Monroe? —pregunta con una sonrisa en sus labios.

Es el ultimo lugar a donde quiero ir pero acepto derrotada porque debo ganarme la amistad de Henry ya que es un factor muy importante aquí.

Todas me observan con algún tipo de motivación y Henry me lleva a la oficina del malhumorado.

Entro al lugar con muy poca luz, se puede ver él en su Mackbook a lo lejos y me da la orden de pasar con un ademán en su mano. Quiero hacer esto e irme rápido de acá. Traigo una camisa manga larga con cuello de tortuga de color beige y un vaquero negro con unas botas trenzadas y  negras, todo esto para tapar las marcas que me hizo este animal descontrolado.

—General.—pronuncio con cuidado y me siento en la silla que está al frente de su escritorio con los papeles en mis manos, me observa con el ceño fruncido reparándome con su mirada.

Trato de no hacer contacto visual pero a quien engaño es imposible no mirar esos ojos celestes.

—Emm..aquí está el model..

—¿Por qué estás vestida así? —me interrumpe mientras coloca la mano en su mentón.

—¿Qué tiene de mal mi vestimenta? —me ofendo y es que a veces se me olvida que es uno de los hombres más peligrosos y poderosos del planeta.

Me mira de arriba abajo y relame sus labios mientras acaricia su mentón.

—No estamos en época de navidad ni invierno.

Lo veo confundida e intento continuar con lo que vine, que le importa a él como me visto. No está en el reglamento que él controle la vestimenta.

—Como decía..—hago una pausa—Para los que van a Argelia tienen que..

—No me has respondido. —vuelve a interrumpirme y me frustro.

Joder que pesado es este hombre ¿Qué es lo que quiere de mí?

—Es para ocultar los chupones que me hizo usted.. ¿Satisfecho? —pregunto con cierta ironía.

En su boca se forma una sonrisa maliciosa y solo lo hace para llenar más su ego al saber que se acostó con una mujer con pareja digo yo.

—Bastante, sí.

Le doy una sonrisa sarcástica y empiezo por lo que vine.

—¿Ya puedo explicarle el plan?