CAPÍTULO 23

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Un monstruo.

Marcus.

Las horas en el suelo se me hacen eternas, no me he movido de acá desde que Alessia me rompió un jarrón en la cabeza. Sí, me duele la cabeza pero más el corazón.

«¿Por qué? ¿Por qué me dejó?»

Esas preguntas se repiten una y otra vez en forma de eco dentro de mi cabeza mientras salen hilos rojos de sangre levemente de ella.

No fui una mala pareja..

¿Hay otro acaso? Trate de llamarla pero no atendió mi llamada. Creo que había llegado el delivery pero se cansó se esperar.

Sé que me excedí y rompí mi promesa de nunca volver a ponerle una mano encima a una mujer, me estaba redimiendo y todo se fue a la basura. Pero de que sirve intentar ser bueno por alguien que no lo valora ni lo valoró.

He hecho cosas a sus espaldas, soy un monstruo lo sé. Nunca quise hacerle daño y cuando sentía la necesidad de dejar salir la bestia sin control que llevo por dentro iba a bares para desquitarme con cualquier mujer menos con ella que solo está hecha para venerarla todos los días por esa maldita belleza embriagadora.

Me lo merezco...

Me lo merezco..

Me lo merezco..

Con las pocas fuerzas que me quedan me levanto en un tambaleo para ir a la cocina, busco el kit de emergencias y una botella de Whiskey. Debo ir a la fortaleza pero primero necesito apaciguar los malditos pensamientos que me van a llevar al borde de la locura.

«Debo buscarla..»

No....

Debe quererme a metros de ella después de ese golpe en el estómago que le di, no la merezco.. por eso me dejó.

Bebo un gran sorbo de la botella y continuo limpiando la herida en mi frente.

Unas horas después me alisto para ir a la fortaleza para una reunión, trato de apestar a alcohol lo menos posible pero el tambaleo es evidente. Debo disimular o si no el General Grey me sacara de sus filas.

Cuando llego, anuncio mi registro y voy directo a la sala de juntas y reuniones.

«Llegué tarde..»

¿A qué se debe este retraso? —pregunta Julio viéndome despectivamente.

Todos en la mesa me ven menos Alessia quien mantiene la mirada en la gigante mesa de vidrio. El general no está.

Problemas personales señor..

No me da una buena mirada y me da una señal de que me una a la conversación.

—Como decía. —empieza Julio—El general Grey no pudo asistir a esta reunión pero vendrá más tarde para traer a Dexter a la fortaleza.

Todos asienten y no puedo dejar de apartar la mirada en la dulce flor que me atreví a quebrar.

—El lunes partiremos a Mónaco para poder relajarnos un poco, el general Grey ofreció su lujoso hotel Clementine en Montecarlo; el lunes deben estar todos en la pista con sus pertenencias a las 7 de la mañana, será un largo viaje y es con el fin de relajarnos un poco para lo que se viene —suspira—Se derramará mucha sangre.

PASIONES ENCUBIERTAS [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora