CAPÍTULO 21

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Inevitable.

Caesar.

El humo del tabaco inunda la habitación, Amelio y Dexter me acompañan en el vip de mi casino Palestine. Uno de los más prestigiosos y conocidos del país.

La música es suave, decidí relajarme unas horas por lo que se viene los próximos días. Cierro los ojos mientras sigo inhalando el tabaco que me relaja y a la vez me marea pero es una sensación satisfactoria.

—Mierda... este tabaco está jodidamente fuerte y bueno. —dice Amelio.

Sus palabras hacen eco en mi mente, estoy mareado y con un calor desesperante a la vez.

—Les dije que consigo los mejores —responde Dexter arrastrando la lengua.

«Dexter» El hijo mayor del esposo de mi madre, lo conocí cuando fui a Suiza  y ha sido como mi hermano la verdad. Él es espía en el escuadrón rojo, es fastidioso, comediante a lo estúpido, leal y uno de los mejores agentes.

—Escogiste unos fuertes idiota —digo recostando la cabeza hacia atrás en el respaldar del sofá.

—Estos son los mejores del mercado —se ríe —¿Creen que la marihuana de primera y buena es fácil de encontrar?

Trago saliva mientras vuelvo a inhalar del tabaco expulsando el humo mientras por mi mente pasan tantas cosas mareándome aún más trayéndome recuerdos de mierda que tenia tiempo sin pasar por mi mente.

La soledad de la habitación y de todos los días de mi infancia, los gritos exasperantes de mis padres peleando, mi madre llorando las pocas veces que la veía y mi padre tomando todos los días sin falta. Pensamiento estúpidos que comienzan a aturdir mi mente.

«Qué fastidio»

Trato de ignorar todo esa mierda absurda pensando en lo que sea menos en eso.

Inhalo aún más hundiéndome en nuevos pensamientos que veo en el humo inconscientemente.

«Unos jodidos ojos verdes..»

Es estúpido pensar en ella pero también es inevitable, una vez mi cerebro trajo su jodida imagen es imposible sacarla.

«¿Acaso está maldita?»

Las veces que la he tenido en mi cama recorren mi mente empezando a amargarme la saliva, debo de dejar de pensar en esa mentirosa pero el placer que me genera solo me da ganas de buscarla y amarrarla para hacerla mía todas las veces que quiera.

—¿Puedo llamar a unas mujeres para que bailen un poco? —pregunta Amelio sacándome de mis pensamientos.

—Haz lo que quieras —digo con indiferencia —Tengo cosas que hacer.

—Adiós hermanito —dice Dexter en su viaje.

Me levanto mareado y antes de irme me sirvo un jack daniel's para bajar esta jodida sed que tengo.

Bajo del vip caminando por los pasillos iluminados con dificultad, tengo una reunión con Dominik en villa negra para encontrarme con él.

Voy con el jodido mareo que no deja de mostrarme las malditas esmeraldas sacadas de quien sabe que infierno ardiente.

Manejo el Bugatti mientras la vista me arde, tal vez el tabaco me cayó pesado porque no he comido absolutamente nada hoy.

Cuando entro a la mansión, ignoro a todos los que me encuentro, no tengo nada de humor y estoy lo siguiente de mareado. Necesito comer algo y follar tal vez.

Justo antes de entrar a la sala de juntas llamo a Aiden para que me traiga algo de comida, no me apetece nada de acá.

Dígame señor Grey.

PASIONES ENCUBIERTAS [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora