Ojos hipnotizantes.
Caesar.
Son las 2am y estoy hastiado de esta mierda, el estrés me consume y el dolor de cabeza es horrible. El vicepresidente de la PFE hizo una celebración y por "cortesía" invitaron a los nuevos integrantes del escuadrón negro y a mí junto a otros agentes de otros escuadrones. Eso se ha hecho por generaciones.
Llevo ya varios tragos y decido irme. Bajo al estacionamiento donde están los vehículos de lujo de todos y busco el Bugatti La Voiture Noire pero escucho un ruido raro y veo a Braulio, mi primo por desgracia de parte materna guardando algo en su auto, el viene del escuadrón rojo en Suiza.
«Todos los integrantes de allá les falta un tornillo o varios, sin embargo son los más peligrosos y letales»
—Hola primito.—Saluda y lo veo mal. Actúa como si estuviese escondiendo algo y es que siempre ha sido un gran gillipollas.
—¿Qué es lo qué haces? —indago con mala cara.
Ríe nervioso y no creo que sepa con quien mierda habla este sujeto que me saca de mis casillas.
—Déjate de mierdas y abre la maleta pendejo. —exijo enojado y el abre los ojos como platos mientras niega.
—¿Para qué o qué?—dice con un astibo de nerviosismo.
—Sé lo muy marica que eres.
No se mueve pero le quito las llaves de la mano y presiono el botón para abrir la maleta del vehículo.
Está una nueva agente drogada en la maleta «Braulio cada día cae más bajo».
—¿De verdad sigues drogando mujeres para llevártelas a la cama?—lo veo frunciendo el ceño —Como se nota que vienes de Suiza.
—¡Oh vamos! Ese bombón no se acostaría conmigo jamás, se lo propuse y me rechazó vilmente.—se defiende.
Braulio es una puta decepción, por eso nadie lo toma enserio.
Saco a la chica de la maleta cargándola en mis brazos y es que me vale mierda todas y todos acá pero no estoy de acuerdo con las violaciones y esas atrocidades sin consentimiento.
La llevo arriba en una de las habitaciones sin que nadie me vea, busco una loción asquerosa que hace despertar a los drogados y al asomarlo por sus fosas nasales reacciona inmediatamente volteando todo.
—¡Puta loca de mierda!—me disgusto a tal movimiento.
Ella se toma la cabeza como si le doliera y luego me ve con esas esmeraldas verdes que carga en los ojos.
—¿D-Dónde estoy? —susurra en un tartamudeo.
Me jode que yo tenga que estar aquí cuando la maldita tiene que valerse por si misma, estoy tan estresado que las ganas de irme de este lugar son exasperantes.
—Estoy reconsiderando el hecho que te haya aceptado niñata ¿Cómo mierda dejas que te droguen así?—pregunto con las cejas arrugadas.
Abre los ojos como platos y no me quita la mirada pesada y llena de confusión. «Putos ojos hipnotizantes..»
—El chico ese pelinegro.. Me ofreció un trago y no pude negarlo, es importante y me dijo que me jodería si nisiquiera tomaba una copa junto a él.
Ruedo los ojos y me levanto con intención de largarme del lugar.
—Lárgate a tu casa.—hago una pausa—es que llega a pasar otra cosa tan miserable como esta y te expulso de mi organización.
Ella me mira avergonzada y luego se levanta rápido para ir al baño y vomitar ignorando todo lo que dije. Creo que sigue con los efectos de la droga.
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PASIONES ENCUBIERTAS [Libro 1]
RomanceAlessia Monroe una de los mejores espías perteneciente de una letal organización creada para forjar los escuadrones más poderosos impuestos por la ley, por los correctos y más fuertes, pero su personalidad tenaz y amable, con un corazón puro que ser...