CAPÍTULO 29

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Descubrimientos.

"Los que portan el apellido Monroe poseen una perfección que te obliga a observarla aunque no quieras."

Alessia.

Toda la noche no pude dormir porque me la pasé pensando en absolutamente todo lo que hablo Elena cuando estuvo aquí.

¿Cómo que va a volver con Caesar? ¿Acaso se siguen comunicando y están llegando a algo? O simplemente puede ser una ex novia lunática. No lo sé.

Hoy en la mañana me sirvo una taza de café mientras desayuno unos revoltillos con tostadas, Leana como es más del dulce desayuno cereal de malvadiscos con leche.

—¿A qué hora iremos a donde la abuela?—pregunta Leana.

—Aún no lo sé, debo esperar que venga el dueño de Drago por él y entregárselo.

—¿Lo puedo conocer?—indaga con emoción.

—No.

De lejos mejor y más conociendo a Caesar con sus comentarios imprudentes, no quiero que me deje mal al frente de mi hermana menor. «Al frente de nadie mejor dicho..»

Aarón me escribió, dijo que estaba loco por venirse con nosotras y regañarme personalmente pero su superior no le ha dado los días libres aún.

—Aprovecha mientras puedas.

Kendra sale de su habitación y se sirve algo de café también, se ve bastante cansada.

—¿Todo bien?—indago.

—Pues sí, en un rato debo alistarme para una entrevista de trabajo.

—¿Trabajo?—arrugo las cejas.

—Sí...—suspira—Debo comenzar a trabajar porque se me están acabando los ahorros.

Parece estar estresada, últimamente ha salido bastante y casi no nos vemos.

—¿Dónde piensas trabajar?

—En una editorial de libros, me llama la atención ese trabajo.

—¡Wow!—sonrío—Debe ser muy bueno.

—Robaré libros en secreto y te los daré.

Ambas nos carcajeamos. Termino el desayuno y me voy a mi cuarto a tomar una ducha de agua fría para despertarme mejor. Empiezo a colocarme las cremas en mi piel y escucho a Kendra que se despide a lo lejos y se va a la entrevista, ahora si que nos veremos menos.

Busco mi ropa interior negra, el lindo vestido casual que me iba a colocar con estampado de flores, Drago lo agarro con sus dientes y lo empezó a arrastrar por toda la casa. ¡Pero que tremendo es este perrito!

Lo empiezo a perseguir estresada y él parece tomarlo como un juego cada vez que me esquiva.

—¡Ven aquí!

Tocan la puerta bruscamente y no puedo ir abrirla así como así desnuda.

—¡Leana abre la puerta!—grito—De seguro es Thomas.

—¡Ok!

Atrapo una parte de mi vestido pero Drago aprieta la mandíbula y empiezo a batallar con él en la cocina para que me lo devuelva.

Justo cuando estoy apunto de ganarle la batalla y quitárselo, Leana pega un grito que resuena en toda la casa que me desconcentra.

—¡Ayuda!—chilla.

—¡¿Qué pasa?!

Me encamino rápido a la sala con preocupación y mi hermana la veo en el mueble lanzándole cojines a....

PASIONES ENCUBIERTAS [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora