PASIONES ENCUBIERTAS [Libro 1]

CAPÍTULO 4

Empapados.

Alessia.

La junta se me hace eterna, no sé porque planean tanto las misiones acá en Estados Unidos, en Alemania era solo escuchar y actuar.

El general está haciendo que mis hormonas se disparen ya que está demasiado sexy, su cabello desordenado dándole un toque rebelde gracias a las hebras que caen en su frente, el traje que le queda a la perfección mostrando aún esos músculos cubiertos, ojos color celeste como el hielo que te miran y quedas completamente hipnotizado, sin duda es mi amor platónico.

Amor platónico: Amor soñador y completamente inalcanzable.

—Bernardo Cipriano es un narcotraficante y proxeneta encargado de arruinarle la vida a cualquiera que se le acerque sin ningún tipo de remordimiento o peso de conciencia. —empieza Caesar —Por eso mismo hoy debemos atraparlo y evitar que siga destrozando a gente que no lo merece.

La saliva se me amarga en solo pensar como estas personas pueden ser abusadas por este tipo de sujetos tan enfermos que revuelven mi estómago.

—Justo hoy hará una fiesta de antifaces con su familia que también padecen de serios problemas mentales y enfermos, habrán también otros tipos de élites que quieren disfrutar de sus perversidades.—continúa—Hoy un grupo pequeño iremos infiltrados para terminar con esa aberración y llevárnoslo, también buscaremos todo tipo de información importante y necesaria que podamos encontrar.

Todos asentimos y seguimos esperando las indicaciones.

Ahora el capitán Henry toma la palabra.

—Los convocados son los siguientes, General Grey, Killiance Smith, Polanco Bruzzo, Alessia Monroe, Marcus Johnson, Melissa Bakalova y mi persona Henry James.

¡Genial! Podré acabar con mis propias manos a ese enfermo de mierda.

—La misión consiste así, yo invadiré las cámaras principales y del pasillo principal donde se encuentra su oficina para que no hayan ningún tipo de sospechas a nivel tecnológico, adentro de la mansión se encontrarán el general con Monroe estando al tanto de Bernardo lo más cuidadosamente posible aunque van a estar disfrazados como parte de élite de los diablos rojos que son otro grupo de desquiciados en busca de "diversión"—se cruza de brazos observando a todos

Toma la palabra Caesar.

—Bakalova y Smith estarán por la parte de atrás eliminando con mayor cautela a la seguridad trasera que puedan, si son descubiertos todo se va a la mierda.—habla con un tono mandatario—Polanco y Marcus irán encubiertos igualmente con la familia de Bernardo y deben tratar de encajar lo más que puedan para mantenerlos distraídos.

Marcus levanta la mano y le conceden la palabra.

—¿Por cuantos miembros está conformada la familia de Bernardo?

El capitán Henry saca un informe que empieza a leer.

—Su madre Amelia, su abuelo Enrique Cipriano, su esposa María, su hijastra Lissandra Márquez y su hermano Franchesco Cipriano.

—La misión es sumamente sencilla para nosotros así que no quiero ni un solo error o lo pagarán caro. —pronuncia el general y todos nos ponemos de pie dándole un saludo con respeto.

—A las siete todos los convocados estén acá. —termina el capitán  y nos conceden el permiso para irnos.

Noche de asalto

Todos estamos en nuestras posiciones, voy llegando en una Limosina negra con el general, está callado como siempre y viendo a la ventana distanciado de mí, lleva un poderosisimo traje a la medida que le queda perfecto, el cabello peinado perfectamente y tiene unos botones de la camisa abiertos dejando que deje a la imaginación lo que debe haber abajo, lentes de contacto muy oscuros ocultando su verdadera mirada helada. Yo tengo un vestido negro ajustado a mi cuerpo con un escote gigante mostrando casi todo mi pecho, tengo el cabello recogido en un moño alto enseñando mi clavícula y lentes de contacto café oscuro ocultando el verde brillante de mis ojos.