CAPÍTULO 26

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Coincidencia.

Caesar.

Todos regresamos a Miami de las "vacaciones" en Mónaco, hoy lunes todos retoman con volver a la fortaleza con los entrenamientos de fuerza y las prácticas de combate ya que se aproximan misiones importantes que no deben fallar. Yo no participaré en las próximas misiones porque tengo cosas importantes que hacer afuera del país y una de esas es ir a Canadá para la maldita gala de generales que debo asistir obligatoriamente.

Los dolores de cabeza que tendré no serán para nada agradables. Con respecto al viaje puedo decir que fue bastante satisfactorio, sabía que sería bueno porque Alessia nunca ha sido mal polvo; de hecho debo de dejar de querer estar cogiendola donde sea sin importar quien o qué.

«Cada día me convenzo más de que es una bruja..»

Olvidando el tema voy a villa Platino para organizar mis cosas y partir de viaje. Mi tiempo es sumamente valioso, no me puedo dar el lujo de acostarme y descansar.

La gala es el jueves así que antes iré a Reino Unido para asesorarme de un casino exitoso que instaure hace poco en Londres y requieren mi jodida presencia.

—Si no comes en estos días te voy a perseguir con mi escoba—me regaña Fiorella—Y no te va a gustar.

—No empieces..—digo con poco interés revolviendo los camarones en el plato.

Ella se posa al lado de mi cruzando los brazos.

—Tienes serios problemas alimenticios, solo te llenas el cuerpo de mierda y no de comida verdad.

Me llevo un bocado a la boca mientras la veo despectivamente. Sé cuidarme solo y no necesito sus voces irritantes que andan recordándome que debo hacer y que no.

—¿Me veo como alguien desnutrido?—pregunto con sarcasmo—Mi físico está en perfecta condiciones, no he visto uno mejor la verdad.—me respondo a mí mismo airoso.

—Ese es el problema niño, puedes verte muy fuerte y corpulento por fuera pero por dentro te estás muriendo lentamente.—habla con preocupación—Creí que solo era un mal hábito de pequeño pero me parece que será de por vida.

Blanqueo los ojos sin querer escucharla más, Drago está debajo de la mesa acompañándome en todo momento.

—¿Y qué me cuentas?—dice sentándose al a mi lado en el comedor—Te he visto más guapo últimamente, aunque por dentro estés desnutriéndote.

—Siempre he sido guapo—ruedo los ojos—Y no exageres que no estoy desnutrido, literalmente estoy comiendo en tu cara.

—Si ajá, siempre lo has sido pero siento tu vibra menos pesada que antes.—alza las cejas—¿La pasaste bien en tu viaje? no me digas que estuviste con muchas chicas.

Bebo un sorbo del jugo de fresa mientras a mi mente llegan flashbacks comprometedores.

—Fue agradable.—respondo tajante.

—¿Y las chicas? Conociéndote..a más de una te tuviste que tirar pequeño insecto. —habla con los ojos entrecerrados.

—Te sorprenderías.

Me pongo de pie cuando me acabo el jugo y ella me observa confundida.

—¿Ah?

—Hablaremos después.

—Cuídate, tus maletas están en la sala.

PASIONES ENCUBIERTAS [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora