45. Visitas nocturnas

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Narra Lheyra:

Miro el reloj en mi pared. Las 11:56 AM. Muerdo mi labio, conciente que mañana debo levantarme temprano, pero...un capítulo más, no le hace daño a nadie ¿no?

Paso la página de la novela, terminando ahora con el tercer capítulo que voy prometiendo, parar de leer.

¡Pero, es que no puedo!

La intriga por saber que pasará ¿Ella morirá?¿Él se enamorará? ¿O solo será mi ruina mental?

En verdad eres masoquista, en la lectura.

Quizás.

De repente, levanto la vista del libro, habiendo oído un ruido, como si algo se estrelló contra mi ventana.

Lo ignororo, y vuelvo a leer; “El viento chocaba mi cabello, y a lo lejos ahí el estaba, mi pie se balanceo por el precipicio, pero cuando estaba lista para caer...."

Bufo, cuando de nuevo ese ruido interrumpe mi lectura, y aún a regañadientes por tener que abandonar la novela en la parte más interesante, me levanto.

Abro las ventanas, solo observando la oscuridad de la noche, frente a mi, en plena tranquilidad la luz de la habitación de la mansión Skillek permanece apagada.

Me giro, dispuesta a volver a la cama, pero no alcanzo mi objetivo, cuando me topo con tres figuras.

Pego un brinco del susto, y debo cubrir mi boca para no gritar por la sorpresa.

—¿Qué carajos?

Nadie dice nada, mientras se mueven por mi habitación con tranquilidad.

Lukaw se sienta al borde de mi cama observando uno de mis peluches en forma de oso.

Matthyw me mira desde su posición, de brazos cruzados y apoyado contra la puerta de mi habitación. Y sé que el que frente a mi puerta, es una clara advertencia de que no podré escapar.

Nizaw sostiene entre sus manos la novela que estaba leyendo, y cuando creo que está solo viendo el libro, levanta su vista hasta toparse conmigo, alzando una ceja con diversión, mientras que una sonrisa pervertida surca sus labios.

Mierda. Quizás no sea de los libros más santos, pero joder, me dará un infarto con esa mirada tan...

Atractiva, digna del Olimpo, penetrante.

Iba a decir, de cazador. Me mira como un depredador analizando su presa, pero no es aterrador, lo aterrador es que me encanta esa mirada.

“Me encanta" es un termino muy pequeño, para decir “Me mojo con su mirada".

¿Eh? ¡No! ¡Por favor, Conciencia, más respeto!

—¿Qué hacen aquí?

—Vinimos a decirte las condiciones—Responde el rubio, con su mirada sería clavada en mi.

No respondo, y solo camino a hasta mi cama. Tengo frío, y es que mi pijama de una tela fina casi transparente, no cubre mucho en realidad.

Lukaw me mira con una ceja alzada, cuando cruzo por encima suyo, sin importar que mis pezones ahora efectos por el frío, queden frente a su cara.

En mi denfensa, él está interrumpiendo mi camino hacia mi amada; mi cama, y es que a pesar de que Lukaw esté en el borde, está justo en mi lado favorito de la cama.

—¿Y bien?—Indago, esperando que sigan hablando.

—Primera condición, nadie sabrá absolutamente nada—Vuelve a hablar Matthyw.

Tres Mentiras, Una Verdad [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora