Narra Lheyra:
—Vamos adentro—Ordena, y no me da chance a hablar, cuando me levanta, y camina conmigo hacia la casa.
No demoramos en llegar dentro de la casa, dónde el calor me abraza de manera exagerada.
Nizaw agachado frente a la estufa mantiene el fuego prendido, mientras tanto, Lukaw sentado en el sofá mira desinteresadamente una película.
El ruido de la puerta hace que ambos volteen a mirarnos.
-¿Y a ustedes que les pasó?-Pregunta el castaño.
-Nos caímos en el río-Responde con sencillez el rubio.
El pelinegro se levanta preocupado, y se para frente a nosostros analizandome con la mirada.
-Vaya que están mojados-Ríe el castaño aún desde el sofá.
Si. Y no precisamente solo por culpa del río.
El rubor tiñe mis mejillas, y escondo mi cabeza en el cuello del rubio, intentando ocultar mi vergüenza.
Vuelvo a mirarlos cuando noto un silencio que llama mi atención. El pelinegro me mira con una ceja alzada, pero no dice nada al respecto.
-No hay ropa para que se cambien-Comenta despreocupadamente, volviendo frente a la estufa-Saquense esa, y para mañana ya estará seca.
-¿Cómo? ¿Andaré desnuda hasta mañana?-Cuestiono.
-No sería mala idea-Señala el castaño con picardía.
-Hay mantas, tapense con eso-Nizaw se encoge de hombros, mientras pone más leña al fuego.
Siento como el rubio suelta un resoplido, caminando hacia el baño, dónde me deja de pie frente a la puerta.
-Bañate-Dice y realmente no parece una sugerencia, más cuando se queda esperando que entre a bañarme-Estás temblando.
-Tú también-Me cruzo de brazos, el hecho de que me haya dado una orden como si fuera una niña, hace que mi orgullo salga a la luz.
No me bañaré primero. Está decidido.
(...)
Narra Matthyw:
La pequeña ninfa frente a mi se cruza de brazos frunciendo el ceño, y hago mi mayor esfuerzo para que mis ojos sigan en su rostro.
Maldición.
La tela blanca deja traslucir sus pezones erectos a causa del frío, y parecen ser dos par de tentaciones que imploran por mi atención.
-Bañate, antes de que te enfermes-Ordeno, dándome la vuelta para irme.
-No-Dice con firmeza, siguiéndome-Bañate tú.
Alzo una ceja al escuchar la orden.
¿Acaso está niña acaba de darme una orden? Joder, a qué punto hemos llegado.
-Ve, ahora, Lheyra-Habla fuerte, aún sin darme la vuelta.
No quiero verle. Mi polla sigue dura, y su imagen toda mojada, sumada con su cara de protesta hace que quiera ponerla contra la pared y darle duro.
-No. Ve tú primero-Protesta como si fuera una niña pequeña.
Mierda ¿cómo puede ser tan necia?
Me giro, y sus labios morados sumado con el leve temblor de las manos, me hace saber que el frío ya está haciendo efecto.
-Anda. Ya. A. Bañarte.
-¡Qué no!-Grita, golpeando el suelo con su pie.
Me acerco a ella, viendo cómo retrocede levemente, hasta pegarse a la puerta del baño.
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Tres Mentiras, Una Verdad [+18]
Random"La vida está llena de mentiras, e incluso la vida es la misma mentira". Esas palabras vivían resonando en la mente de Lheyra, más aún cuando conoció el significado de vivir en Lorchpey. Dónde las mentiras son la mayor realidad del pequeño pueblo...