20. ¿Un problema menos?

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Narra Lheyra:

Maldigo en todos los idiomas posibles la mente de Markus.

¿A quién mierda se le ocurre recojer un cadáver que se encuentra en la carretera?

Conduzco intentando pensar que hacer, mientras tanto Kus habla a mi lado calmado, como si no fuese conciente de la gravedad de la situación.

—¿Te imaginas, y ahora estemos en un programa de televisión?—Pregunta con ilusión, mientras yo arrugó el ceño sin entender de que habla—Cuando salgan las cámaras nos hacemos los sorprendidos.

—¿Qué?

—No me digas que jamás viste esos programas dónde ponían pruebas a las personas para ver su reacción, y después decir que es una broma—Exclama incrédulo.

Niego, jamás en mi vida ví un programa donde tirarán cadáveres a la carretera para sus shows.

—Claro ¿cómo no? Es obvio que los programas tiran cadáveres en las calles, es lo normal—Digo con sarcasmo, que al parecer el platinado no nota.

—Si, ahora seguro nos están grabando—Giro en su asiento buscando algo—No veo ninguna cámara oculta—Menciona con frustración.

Es más difícil deshacerse de dos cadáveres, que de uno; Me repito a mi misma, para no matar a mi amigo en este preciso instante.

—¿Y si volvemos el cadáver del lugar donde lo encontré?—Propone Kus.

Lo miro unos segundos, desviando la mirada de la carretera.

—No. Es mejor tirarlo a un acantilado, con una soga en el cuello.—Respondo volviendo mi vista al frente.

Noto como Markus se gira completamente mirándome asombrado.

—Ya lo tenías muy bien pensado—Halaga sorprendido, provocando que me ría brevemente.

—Antes le hacemos cortadas en sus muñecas.—Agrego, viendo la mirada de sorpresa de mi amigo.

—¡Alabado sean los árboles!—Exclama—Me preocupa que algún día quieras matarme.

—Creo que ese día ya llegó—Borro todo tipo de sonrisa en mi rostro, volviendo una expresión totalmente seria.

Lo veo tragar saliva, cundo freno su auto en la orilla de la calle.

—¿Qué?

Me volteo hacia él, y veo su expresión de susto, deja de respirar un momento, mientras se aleja de mi.

—Solo bromeaba.

—¡Joder! Casi me matas de un infarto, Lheyra—Dice volviendo a respirar nuevamente, sin estar tenso.

—O no...—Murmuro, y veo su rostro camuflarse de temor.

Bajo del auto, seguido de él, y justo cuando me acerco a él, se cae de espaldas sobre el césped, colocando su mano en la frente con dramatismo.

Ambos explotamos en carcajadas, y me tiró a un lado de él, recordando cómo lo hacíamos de pequeño.

Cuando soliamos aburrirnos, y sin decir nada, empezábamos a actuar, metiendonos en papeles como actores profesionales.

—¿Recuerdas la vez de la lechuga?—Pregunto cuando logramos controlar la risa.

—¿Qué lechuga? ¿Una azul?—Devuelve la pregunta fingiendo confusión.

Sonrío al recordar cuando en uno de los tantos eventos a los que nuestros padres concurrían, nos divertimos toda la noche fingiendo ser veganos. Mientras que a la vez Markus era quien fingía ser daltónico, por lo que detestaba comer alimentos que no fueran de color azul. Los camareros no tuvieron otra que ponerle colorante a la lechuga, alegando que era natural, y digna de un restaurante cinco estrellas.

Tres Mentiras, Una Verdad [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora