19. Drama de pareja

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Narra Lheyra:

Al llegar a la cancha, Markus y Lizz se sentaron juntos como dos enamorados, así que preferí sentarme con una fila de distancia.

—¡Lehy!—Un chillido agudo llama mi atención, volteo para ver a la dueña de la voz; la pelirroja que estaba vendiendo folletos para mí presidencia.

—Hola...Reni ¿Verdad?—Saludo recordando cómo la llamo la rubia.

—Si—Sonríe con emoción, pasando hasta llegar a mi lado—¿Te molesta que nos sentemos aquí?—Pregunta.

—No, claro que no—Niego con una sonrisa amable.

Ella toma asiento, dejando el lugar entre nosotras ocupado por su abrigo.

¿Hablo en plural? ¿Dijo “sentemos”, no?

Así es.

—¡Oh! ¡Aquí estamos, amor!—Se levanta en su lugar haciendo una ceña hacia una persona que no puedo ver porque la pelirroja cubre mi vista.

—Qué sorpresa—Levanto mi vista cuando esa voz burlona llega a mis oídos.

No jodas.

El castaño sonríe con burla al verme, y yo solo puedo rodar mi ojos, cuando se sienta a mi lado.

El partido comienza y solo me concentro en mirar los jugadores moverse tras el balón.

—Que bien juegan—Alaga la pelirroja al equipo local.

—Con esos de rivales, cualquiera juega bien—Murmuro para misma, pero al parecer Lukaw logra escucharme.

—¿Eso crees?—El desafío en la voz del castaño no me pasa desapercibido.

—Claro—Contesto firme.

Él levanta sus cejas sorprendido, para luego embozar una sonrisa ladina.

Cuando llega el intervalo, dónde ambos equipos se retiran de la cancha por quince minutos.

Veo como el castaño se levanta del asiento, y la pelirroja no duda en seguirlo.

—No, quédate aquí—Demanda él, y ella no regaña obedeciendo su orden.

—¿Viste que bueno, está?—Pregunta siguiendo con la mirada al castaño.

—¿Qué?

—Vamos. No finjas es todo un bombón, pero es solo mío—Comenta dándome un codazo amistoso.

Sonrío un poco incomoda hacia la pelirroja y miro nuevamente la cancha vacía.

—Supongo.

La culpa empieza a surgir en mi cuando recuerdo el beso en el comedor.

—Oye—La llamo en un susurro preparándome mentalmente para hablar.

—¿Si?

¿Sabes que todavía no es navidad? ¿No? Porque creo que te adelantaste al disfraz de reno, aunque no niego que te queden bien los cuernos.

Muerdo mi lengua, cuando las palabras quieren surgir sin mi consentimiento.

—Hacen linda pareja—Menciono, camuflando la mentira con fingido desinterés—¿Hace cuánto están?

—No lo sé—Murmura como si le diera vergüenza—Lukaw dice que lo nuestro es diversión compartida....Por eso jamás le pusimos inicio a lo nuestro.

—¿No son novios?

—Si.—Contesta ella con seguridad.

—No.—La voz profunda del castaño se hace presente en la charla, cuando vuelve a sentarse en el lugar de antes.

Tres Mentiras, Una Verdad [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora